¿Cómo conquistar a un hombre en 10 días? | Bakukami #2

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Hoy me pregunto que será de ti.
Te tuve cerca y ahora estás tan lejos.

Un joven de cabellos amarillos atado en una pequeña coleta estaba saludando a lado de su compañero y actual pareja Kirishima Eijuro.

Habían atrapado a un villano en plena luz del día.

Daban saludos a las cámaras que los grababan, mientras que algunos reporteros les decían algunas preguntas para los canales de televisión.

Pero recordar lo nuestro es imposible, es imposible.

-¡Estoy cansado Eiji-kun~!

Alzó sus brazos pidiendo mimos por parte del peli-rojo.

Este con una sonrisa lo recibió con un abrazo, y colocando su barbilla en su cabeza.

-Se que fue cansado, pero ya casi llegamos a casa, ¿Vale Denki?

No te perdono se que te perdí.
Pero expiraron los remordimientos.
Fuí dictador y el no dejarte ir, debió haber sido mi primer decreto.

Siguieron caminando rumbo a su pequeño hogar.

Por ahí había un pequeño supermercado, Eijuro necesitaba ir a comprar algunas cosas que faltaban en el refrigerador.

El de ojos color ámbar decidió quedarse afuera a esperarlo.

Fué a una pequeña máquina expendedora, pero lo único que hizo fué tragarse el dinero y no darle nada al joven rubio.

Molesto pateó la máquina expendedora y le dijo una que otra maldición.

-Oye estúpido, lo único que tienes que hacer es esto...

Comentó cierta voz detrás de él.
Sus vellos de sus brazos se erizaron al escucharlo.

Cuatro años sin mirarte, tres postales y un bolero.
Dos meses y me olvidaste ni siquiera me pensaste un 29 de Febrero.

El joven de atrás avanzó a la máquina, le dió un puñetazo en uno de sus costados.

La máquina sacó el refresco del de Quirk eléctrico, lo tomó y se lo entregó a este.

Andan diciendo por la calle, que solo le eres fiel al viento.
El mismo que nunca hizo falta para levantar tu falta cada día de por medio.

Los ojos de Denki se posaron el la silueta del chico, era alto musculoso, cabello rubio ceniza, ojos ámbar y su ceño fruncido.

¡Alto!

Maldita sea era nada más ni nada menos, que Bakugo Katsuki.

¿Cómo te atreves a volver? A darle vida a lo que estaba muerto.

Por el contrario, Bakugo no había reconocido a Denki, ya que este se había cortado el cabello de una forma que le quedaba muy bien.

Claro eso hasta que vió su rayo en el cabello, ahí supo que era Kaminari.

La soledad me había tratado bien, y no eres quien para exigir derechos.

La mirada de ambos chicos se encontraron, un pequeño destellos en ambos ojos se hizo presente.

A Denki aún le dolía mirarlo, cada vez que veía aquellos ojos sentía una pequeña punzada en su pecho.

Bakugo sentía que su corazón iba a mil por hora, hace años que no sentía esto por nadie.

-No puede ser, hay 7 mil millones de personas en el mundo, ¿Y tenias que ser tú?

Comentó alzando los brazos y dirigiéndose a sentar a la banqueta del supermercado.