La Reyna del inframundo

El inicio que cambio todo

Parece como si todo ubiera ocurrido
ayer...

(hace 2 años)

-¡Princesa tiene qué escapar ahora! usted aún no está lista para luchar con él, es demasiado poderoso -Dijo mientras sujetaba a Elizabeth por los hombros y la sacudía sacándola dé su estado dé shock-

-¿P-pero a dónde iré?, él buscará cada rincón del inframundo y del infierno para buscarme -Dice aterrada-

-Escape a la tierra, al mundo dé los humanos! -Dijo dándole una alternativa-

-Está bien...ven conmigo -Extiende su mano hacia el-

-...Yo no puedo -Niega con la cabeza y da unos pasos atrás-

-Pero te va a torturar -Dice aterrada mientras bajaba la mano-

-No importa soportare lo qué sea con tal dé que lo destruya y se vuelva Reina -Le da una sonrisa preocupado-

-Pero faltan dos años para eso -Aun lo mira con preocupación con lagrimas en los ojos-

-Entonces la esperaré y no se preocupe por mi, aguantare todo lo que pueda por usted, soy un hueso duro de roer -Le sonríe y le cae una lagrima-

-Gracias -Lo abraza y este corresponde-

-¡¿DÓNDE ESTÁ?! -Alguien a algunos metros grita haciendo que el suelo retumbe un poco-

-Ya viene rápido vaya -Le susurra mientras miraba hacia atrás cuidando que no viniera aquel demonio-

-Te prometo qué volveré -Le da una ultima sonrisa, abre un portal y sé va-

Desde entonces Elizabeth sé vio obligada a vivir cómo una humana cualquiera, después qué adoptará una figura humana empezó a buscar por las calles y se percato de una casa con una familia unida a simple vista y decidió quedarse ahí ya que les cambio la memoria haciéndoles creer que era su hija, así qué cómo una mañana cualquiera Elizabeth despertó

-Elizabeth querida levántate llegarás tardé -Grita su madre desde la cocina-

-Se levanta dé golpe y mira su celular- ¡Rayos ya es tardé! -Sé cambia rápido y se va a la escuela- Adiós mamá te veo en la noche -Contesta apurada-

-Si hija adiós con cuidado- Elizabeth se va-

-Oh rayos voy tarde, pero para qué me apresuro igual no me importa sólo es un pasatiempo -Empieza a caminar mas despacio y despreocupada -Ahora qué lo pienso falta una semana para qué cumpla 118 me preguntó si él vendrá a mi o yo iré a el... no lo se pero por ahora debo de pensar cómo les diré a mis amigas qué soy un demonio -Pensó para ella un poco triste y preocupada porqué sus amigas no la lleguen a aceptar, después de un rato llega a la escuela-

-Oh miren ya llegó la rarita -Apunto a Elizabeth y se empieza a reír junto con su grupo de amigas-

-Déjame en paz Rebecca -Contesto fastidiada y sé dirige a su salón de clases-

-¿A dónde vas?, el pasillo dé los perdedores es por ahí- Apunta a otro lado-

-Se detiene para mirarla -Sabes que es el mismo camino por el que todos pasan tonta, y es el único para ir al salón de clases no se si te das cuenta que esta "escuela" -Hace comillas con los dedos -Solo tiene 2 salones y uno aun lado del otro JA que estúpida, eres ni para ser bully sirves-

-Tu niña... -La sujeta de la blusa y le da una cachetada, segundos después suena la campana- Esto no sé va a quedar así -La suelta bruscamente-

Y así cómo cada mañana Elizabeth es molestada por una dé sus ex mejores amigas dé clase pero ella no hace nada al respecto ya qué se había acostumbrado a ello y la verdad es que no le importaba porque si se habían dejado de hablar era por algo, ya varios amigos dé ella la abandonaban o simplemente la cambiaban, ella decidió adoptar una figura no muy llamativa, ella era morena, color de cabello negro, ojos café claro y de un cuerpo no tan malo también ella no sacaba buenas notas para no destacar mucho a pesar que ella sabia perfectamente todo