¿Mini Luzu? [Karmaland/Luzuplay]

Cap1: Más bajo que Alex

Un paseo por el bosque no está nada mal, en especial cuándo las cosas se empiezan a poner tensas en el pueblo de Karmaland, pues, ahora era Evil Luzu y debía tratar de mantener su imagen de "chico serio".

Pasar por debajo de la sombra de los árboles le relajaba, tanto así que al llegar a su casa estaba totalmente calmado y podía seguir siéndo el nuevo villano del pueblo, le gustaba ver a los animales pero más le gustaba ver las diferentes bayas que habían allí, eran todas diferentes y las probaba cuándo se veían comestibles, no pregunten cómo es que sigue vivo.

-Vaya, hay una nueva aquí, nunca la había visto...-susurró el pelimarrón antes de tomarla, era rosa con puntos azules y amarillos. Emitía una leve luz que atraía al chico.

¿Probarla le haría mal? ¿Y si se envenenaba? Nadie podría ayudarle...

-Ya que, iré a casa y la probaré allí, si me muero, con algo de suerte el traidor de Auron me pillará -la muerte no le importaba mucho a veces, pues no tenía muchas cosas por las cuales luchar, obvio que devolver la paz a Karmaland era la más importante, pero al mismo tiempo se sentía vacío al no tener al chico naranja a su lado.

Caminó con tranquilidad hacia su hogar y respiraba profundamente, las ganas de saber qué pasaría si desapareciera inundaron rápidamente en su mente. Bueno, quizás no desaparecer, al menos volverse pequeño o invisible para verles, aunque no era cómo si quisiera hacerlos sufrir o algo así, sólo deseaba saber si se preocuparían por él cómo el haría por todos, si, todos, hasta Lolito o Auron.

Los pensamientos en su cabeza hicieron que llegara antes de lo previsto, levantó un poco sus hombros y se sentó en las escaleras mirándo el cielo, era azul y podría provocar una sonrisa en cualquier  persona, pero ¿porqué él no se alegraba?

Dirigió su mirada hacia la casa de su vecino, el traidor, sólo soltó un leve suspiro antes de volver a ver arriba. Sacó lentamente la baya de su bolsillo dispuesto a comerla, si Auron le veía allí tirado después de eso, podría morir en paz, seguro le harían un lindo funeral o algo así.

Por otro lado, Auron caminaba por toda su casa, no hallaba qué hacer y el aburrimiento le desganaba más, su hijo Frederick le seguía de un lado a otro, dejándole a medio camino por el cansancio. El chico naranja salió de casa a respirar, observó el cielo con detenimiento, sentía cómo si alguien más lo estuviese mirándo junto a él, vió de un lado a otro y no encontró a nadie.

-Me pregunto cómo estará Luzu..-susurró antes de dirigir su mirada hacia el lado derecho, allí vió caer la lava hasta notar que el pelimarrón estaba sentado en las escaleras, se sorprendió viéndole tan relajado y al parecer algo hambriento, pues lograba divisar algo que parecía comestible dirigirse directo a la boca de Luzu.

Se apoyó en la pared de su casa sin apartar su vista, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, ver al contrario le calmaba, en especial si estaba tan relajado. Observó cómo comía de la baya, unos segundos más tarde notó cómo ésta caía por los escalones, después vió que el chico había desaparecido, entró en pánico dirigiéndose rápidamente hacia allá.

-¿Qué cojones? -dijo Auron confundido, hace unos dos segundos Luzu estaba ahí y ahora ya no.

-Ah, ¿todo se agrandó o es mi imaginación? -dijo el nuevo villano viéndo las escaleras, ni si quiera podía subirlas bien, saltó tratándo de alcanzar el siguiente escalón lográndolo por poco, siguió subiéndo hasta llegar a la puerta de su casa- uh, ¿Qué mier...?

-¿Luzu? -el nombrado se dió vuelta viéndo a su vecino llegar con una expresión preocupada- Tío, ¿En dónde estás? Acabo de ver cómo desparecías de repente.

-¡Auron! ¡Aquí! -el ahora pequeño Luzu saltaba agitándo sus brazos, gritaba lo más fuerte que podía tratándo de llamar la atención del "más alto".

-Joder, tu voz se escucha un poco chillona, ¿estuviste respirándo helio o qué? -La mano derecha del alcalde buscaba con la mirada al chico, ¡¿cómo era que le escuchaba tan cerca si ni estaba allí?!

-¡Aquí abajo, ciego! -Auron bajó su vista hasta ver al pelimarrón, con sorpresa se agachó para verle mejor.

-Luzu, ¿en qué momento te hiciste más bajo que Alexby?

-¿En serio es tan malo? Joder...-le miró a los ojos, o bueno, lo que se suponía que eran ojos- Auron, probé una baya y me hice pequeño, ¿Me puedes llevar al bosque para buscar otra y revertirlo? Simplemente necesito eso, después te puedes ir.

-Bah, ¿Qué dices? Eres literalmente más pequeño que una ardilla, seguro te pierdes a los minutos de que te deje allá.

-Jo, yo sé muy bien cómo es el bosque -dijo el más pequeño cruzándose de brazos.

-Lo conoces, pero siéndo grande -Auron tomó de la capucha de Luzu levantándole un poco.

-¡Auron! ¡Bájame! -Este se movía de un lado a otro lanzándo patadas a la nada, aquello no ayudaba mucho que digamos.

-Deja de pelear con el aire, eso no te ayudará -le levantó un poco más dejándolo en su hombro- Sujétate, nos iremos a mi casa, quizás el efecto no dure por mucho.

-Uh, shit...-susurró el pequeño sentándose encima del polerón blanco del chico naranja, soltó un suspiro y la agarró para sujetarse.

Comenzó a caminar en dirección a su casa, la verdad no sabía muy bien qué haría con él, ¿Cómo le daría de comer? ¿Cómo evitaría que Luzu le diga "traicionero"? ¿¡Cómo se bañaría!?

Este soltó un suspiro pesado, debía pensar en todo eso ahora, pero quizás el contrario ya lo pensó, está de más decir que Luzu tiene una respuesta para todo, además de que siempre son buenas.

-Hey, ¿Cómo podrás comer? -preguntó sin dejar de ver hacia el frente.

-Ah, pues...al parecer tendré que comer cosas pequeñas, a menos que te des el tiempo de cortarlas, cosa que quizás no hagas....

-Mira, lo haré por tí ¿Ok? Yo sé que tú lo harías por mí -el chico naranja sonrió levemente llevando uno de sus dedos hacia el pelimarrón y dándo leves y cuidadosas palmadas en su cabeza- pat pat -Rió con ganas, ahora él era el más alto, y le podía molestar.

-Ah, ya verás cuándo vuelva a ser grande, "Au-ron-ci-to" -a Luzu le gustaba decirle así, una porque era tierno y la otra porque...bueno, era más alto que él.

-Joder, qué pesado -le miró aún con su sonrisa, hace tiempo no hablaban así y se reían juntos, quizás aquello sería su oportunidad para acercarse más al contrario.