Cap 11

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-Sabes, no es necesario que sigas con esta tediosa tarea, puedes hacer algo muy sencillo para obtener lo que anhelas-

-Quién eres? - pregunto sin mirar hacia donde provenía la voz.

-Quien soy yo no importa, lo que importa es lo que tú quieres, yo puedo dártelo, a cambio de algo-

-Déjate de rodeos, no obtendrás nada si tu nombre no me dices- dijo volteándose finalmente; lo que vio no era humano, era un demonio.

Suspiro, debía seguir con esto, o si no él nunca la sacaría de este trance/recuerdo.

-Eres un demonio? - pregunto mientras fruncía el ceño.

-Exacto mi doncella, Soy Alastor, y es un placer conocerte-

-Igualmente- respondió de forma seca.

-Que te molesta? Deberías alegrarte he venido para sacarte de tu tormento-

-Habla-

-Puedo darte esas emociones humanas que tanto anhelas, PEROOOOOO me tendrás que dar algo a cambio-

-Mi alma? - respondió sin mucha emoción a diferencia del pelirrojo.

-Muy inteligente mi bella dama, tu alma es muy codiciada allá abajo sabes? -

-Y cómo por qué? - cuestiono

- ¿Eso no te lo puedo decir, aun no, pero no tengo mucho tiempo, así que, que dices querida hacemos un trato? -

Un nudo se formó en su garganta, en esa época no creía en nada, ni en el cielo ni en el infierno, así que acepto al trato con aquel lunático para zafarse de su presencia, pero lo que vino después es algo que había enterrado en lo más profundo de su ser.

-Qué más da, acepto, te doy mi alma, a cambio de aquello que tanto anhelo-

El demonio sonrió de forma sádica, mientras distorsionaba la realidad en la que se encontraban, un pentagrama apareció en suelo, una serpiente se acercó hacia ella y mordió su tobillo, grito por el dolor, sintió como el veneno caliente se extendía por sus venas, un calor insoportable se formó en su garganta, como si tuviera algo atorado, empezó a toser. Sangre de un color oscuro salía con cada intento de respirar, cuando por fin sintió el aire llenando sus pulmones, sombras negras se acercaban corriendo desde lo profundo del bosque.

-No tengo miedo al fuego eterno, y tampoco a sus cuentos amargos- dijo al borde de las lágrimas, un sentimiento de tristeza invadió su corazón.

Las sombras se acercaban cada vez más rápido, la primera llego.

Con sus garras empezaron a rasguñar su piel, su sangre salía a borbotones, el dolor era demasiado, cerro sus ojos y se concentró en sus latidos, el miedo lleno su ser.

El gruñido de las bestias cada vez se escuchaba más lejos, inhalo profundo, estaba en posición fetal en aquel césped frio, la noche había regresado a su habitual calma; la paz y la tranquilidad habían remplazado aquellos sentimientos oscuros, se apretó mas las rodillas contra su pecho. Revivir ese momento le dolía más que nada.

Abrió los ojos lentamente, miro a su alrededor todo estaba "normal", el cadáver de aquel hombre seguía allí y no había rastro del supuesto demonio, su piel estaba intacta como si nada hubiera pasado, estaba feliz.

-Deberías disfrutarlas-

Lo que alguna vez pensó que fue una ilusión, resulto ser realidad. Poco a poco su vista se fue haciendo más borrosa, un frio recorrió su cuerpo, todo se volvió negro.



Sintio como alguien sacudia suavemente su cuerpo.



-_____ despierta, te necesito, despierta, no sé qué fue lo que él te hizo, pero necesito que despiertes, no me dejes solo-

Un calor invadió lentamente su cuerpo, ¿era él? ¿Realmente era él?

Sintió como su suave pelaje rosaba su piel, era el, era Husk.

Ahí estaba el, rodeándola con sus brazos, se sentía protegida.

-No te dejare nunca- dijo aferrándose más a él, extrañaba esa sensación, luego resolverían sus problemas y conflictos, lo harían juntos.























Tengo hambre, es todo lo que dire.














Maldito gato [Husk x tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora