Perfect Match

10 AÑOS ATRÁS

-Entonces, ¿estás seguro de que se podrá cumplir el trato?

El hombre de tez ligeramente morena y ojos color miel preguntó alzando una ceja.

-Por supuesto, ellos dos se casaran dentro de 10 años.

El de tez lechosa sonrió de manera convencida.

El moreno simplemente asintió esperando que el otro tuviera razón y que su trato no se rompiese en ningún momento, todo su clan dependía de ello ya que los negocios con esa familia ganaría mucho más respeto y riquezas, además de que si lograban que sus hijos contrajeran nupcias, tanto el reino de Renati como el Dragonite podrían volverse uno y entonces sus dos hijos se volverían los reinantes supremos en todos los reinos.

-Entonces me voy.

-Ten un buen viaje de regreso, Mew.

-Espero que pronto podamos unir nuestros reinos, Off.

Ambos hombres estrecharon sus manos y el primer mencionado salió del despacho del segundo, una vez afuera, un pequeño de apenas diez años chocó contra él.

-Lo siento mucho, señor.

Una reverencia fue dada por parte del pequeño y Mew sonrió con ternura.

-Está bien, cuídate mucho, Win.

El niño asintió, confundido de que ese hombre supiera su nombre, no obstante, simplemente lo dejó ir sin cuestionarlo.

ACTUALIDAD

Entró en su habitación dando un portazo al momento de cerrar la puerta. Estaba exhausto y realmente quería descansar después de un largo día en la escuela.

El muchacho arrastró sus pies hasta su cama y luego se dejó caer. Estaba a nada de cerrar los ojos y dormir un poco cuando el movimiento al otro lado de la pieza lo hizo darse cuenta de la presencia de la otra persona.

Un suspiro luchó por salir de sus labios, pero lo retuvo. Simplemente tomó un respiro normal y retuvo el aire el rato suficiente en lo que la puerta se abría y se volvía a cerrar, fue entonces cuando lo sacó. Giró en su cama hasta quedar acostado boca arriba, su cabeza giró casi en automático a la cama del otro lado y la vista no le sorprendió. La cama estaba hecha, una guitarra descansaba al pie de ésta y el escritorio de ese mismo lado estaba prolijamente ordenado, no muy diferente al propio y aun así él lo sentía con una diferencia abismal.

Tal vez se debía a que su compañero de habitación y él no se llevaban muy bien. Es decir, ¡ellos ni siquiera hablaban! Ni siquiera en sus clases.

Una vez más, Win se encontraba pensando que el mundo lo había odiado desde siempre y que ésta era otra prueba infalible de eso, después de todo, a pesar de no haber podido despertar aún a su criatura interna, Win no se sentía cómodo al tener como compañero de habitación a su enemigo natural, un dragón.

Cuando los compañeros de habitación fueron asignados, Win había estado especialmente emocionado ya que había esperado compartir su cuarto con alguno de sus amigos, ya fuese JJ, Pluem o Khaotung ya que todos ellos pertenecían al mismo reino y era lo común asignar como compañero de habitación a alguien de tu mismo reino para evitar problemas entre los estudiantes, según su hermano Type. Sin embargo, el día en que le dijeron cuál sería su habitación, al entrar en ella, su compañero no era un fénixiano proveniente de Renati en absoluto. Todo en el gritaba dragoniano por todos lados y la única referencia que tenía de algo parecido era uno de los socios de su padre. Ese hombre alto, de piel ligeramente tostada y rostro inexpresivo era proveniente del reino Dragonite.