Ojos tristes.

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  Una vez llegada la mañana, Mangel abrió los ojos, topándose con Auron dormido a su lado, era de mañana, algo temprano, pero él siempre solía despertar a esa hora desde que estuvo en la cárcel. Miró al rostro de su pareja, lo miraba dormir muy pacíficamente, sabía que para los demás miembros de Karmaland sería demasiado extraño verlo tan calmado, quizás porque él no había convivido tanto cuando provocaba el caos, pero mirarlo dormir tan plácidamente era algo mágico. Por la puerta vio como un pequeño polluelo entraba por la puerta de la habitación.

"Ese debería de ser Frederic"

  Pensó Mangel, no lo había visto cuando llegó, pero Auron había hablado mucho de él cuando estaban a solas, así que se daba a una idea de quien era. Frederic trató de subir a la cama, pero al no poder, lo tomó entre sus manos y lo posó al lado de Auron, seguramente quería despertarlo. Vio como caminaba sobre él, y como tocaba con su pico su rostro, como el otro chico se revolvía en la cama y como abría lentamente sus ojos.

  — "Coño, Frederic" — exclamó tan pronto despertó, aún estaba adormilado, entonces vio a Mangel — "Hostia, buenos días, Mangel"

  — "Buenos días, cariño" — saludó mientras le brindaba una sonrisa cálida.

  — "¿Dormiste bien?" — se sentó en la cama y entonces se estiró. — "¿Vamos a prepararnos algo de desayunar?"

  — "Claro, vamos".
 
  Ambos se pusieron de pie, el psicólogo se dirigió rápidamente a peinar su cabello, el otro lo esperó un rato, una vez se había arreglado, ambos bajaron a la que era la cocina de el dueño de la casa.

  — "Parece que Adam y Mónica han ido a sus trabajos…"

  — "¿En qué trabajan?"

  — "Adam es bibliotecario, Mónica trabaja en una tienda."

  — "Ya veo, ¿Qué vamos a desayunar?"

  — "¿Te parece si desayunamos afuera?"

  — "Claro, pero, ¿Por qué?"

  — "No lo sé, sencillamente quiero salir contigo, ahora que por fin podemos, quiero hacer de todo contigo" — le dio un pequeño abrazo, después se dirigió a por algunas cosas que necesitaría para los planes que tenían para ese día.

  — "Ya veo, pero, ¿Qué pasa si nos ven juntos?".

  — "No te preocupes, mi niño, sólo iremos en plan «amigos», no hay de que preocuparse" — le tomó de la mano y lo guió al exterior de la casa, dónde prosiguió a sacar su Chocobo y subirse en él,

  El transcurso del traslado ocurrió tranquila en, ambos charlaban entre sí mientras el Chocobo sobrevolaba la zona hasta finalmente llegar al pueblo de Karmaland. Era algo temprano, pero ya habían varios restaurantes que ofrecían combos de desayuno, así que ambos entraron al mas próximo y se dispusieron a comer algo sencillo, a pesar de ser lo mas similar a una primera cita que temían desde que Mangel había regresado, seguramente en el futuro podrían tener algo mas apropiado, por ahora, fingiría ser simples amigos.

  — "Nunca había venido a ninguno de estos restaurantes…" — Comentó el mas alto mientras miraba con ligera sorpresa el lugar y su decoración, hasta ese día nunca se había sentido atraído a ir a algo como un restaurante, y por la naturaleza de su relación con Lolito nunca habían tenido algo similar a un «romance común».
 
  — "Hostia, ¿En serio?" — preguntó el castaño con una sonrisa alegre. — "Eso significaría que soy el primero en traerte a un lugar así, ¿No? Es un honor." — una risilla salió de sus labios por lo bajo.

Llegando a domingo || MangelplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora