Capitulo 1: El Sueño

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Hubo una vez, cuando la luz y los sueños eran uno solo, el mundo era un lugar maravilloso, cualquier cosa era posible, y el mundo era un paraíso, pero fue entonces cuando los seres de las cuevas salieron, todo cambio, el mundo comenzó a tornarse extraño y horrible, entonces la luz y los sueños crearon al hombre para cuidar al mundo de los seres de las cuevas, pero entonces los sueños y la luz decidieron dividirse, uno en donde se entra una vez, el otro decidió entregarse por completo a la humanidad, para poder guiarla por siempre, ambos reinos hicieron un pacto, el cual jamás se romperá, ellos guiarán al hombre a su destino, en los sueños lo vemos, pero en la luz lo hacemos realidad.
Es en el reino de los sueños donde nos encontramos pero jamás lo recordamos es solo en la luz, nos podemos ver realmente, pues en los sueños solo nos vemos de una manera diferente, el Hombre de Arena, se encargó de hacer de su reino un mundo maravilloso para que todos aquellos que entren y nunca logren salir se sientan igual como en la realidad.
Pasó el tiempo, y los hombres dejaron de soñar y ver la luz, internándose en sus propios pensamientos, sin ver y hacer caso a los sueños, ahí fue cuando ambos reinos decidieron volver a unirse, creando así, el lugar más maravilloso dentro de los mundos, solo esperaban a alguien, que lograra hacer que los hombres volvieran a la luz y a los sueños.
Alina era una chica algo tímida, no le gustaba mostrar sus sentimientos, había perdido a su padre en un accidente y su madre estaba enferma, hacía tiempo que soñaba con un lugar muy raro, una cuidad en una colina al lado del océano, con cielo de color naranja con tintes de rosa, las nubes amarillas, incluso podías ver estrellas, no sabía dónde era sin embargo tenía la sensación de haber estado ahí antes.
Era temprano, había despertado para ir a la escuela, aún tenía el cabello hecho un desastre y la pijama naranja, era muy bonita, era güera de cabello castaño claro, y ojos cafés, se levantó de la cama, buscó su uniforme de la escuela y se vistió, bajo a desayunar y en la mesa estaba ya preparado el desayuno, desayuno, termino de arreglarse y fue a la escuela.
En cada clase tenía la rara sensación de que era observada pero al voltear a todos lados no veía quien era pero también recordaba aquella cuidad, con todo eso no lograba poner atención a la clase, y aún así, no sabía cómo le salían las materias.
La regresar a casa, pasó por la casa de su amigo, un niño puertorriqueño de una familia pobre, sus padres tenían que trabajar para la familia rica de la colonia, querían juntar dinero para abrir su propio negocio, pero aún no podían, así que ella le pasaba a dejar un poco de comida y algunos dulces, se quedaba a platicar un rato con el.
Le contaba cosas acerca de todo lo que quería ser de grande, y todo lo que él veía y escuchaba, había aprendido a leer por los periódicos que vendía, asistía a la primaria, era un niño muy inteligente y bueno, de grande quería ser arquitecto.
-Sabes Alina- le decía el niño -los edificios tienen su magia, son enormes cosas que pueden tomar cualquier forma, y lo mejor es que los arquitectos pueden darle esa magia, su propio espíritu y cuando sea grande, yo le daré la magia a uno y espero estes ahí para verlo-
Sin embargo el destino tenía planes distintos para el.
Alina regresaba a casa, al llegar notó un coche afuera, el de su abuela, a ella no le agradaba mucho, pues era mala, en especial con ella, al entrar lo primero que escucho fue su grito.
-¡Que horas son estas de llegar!-
-A esta hora generalmente llegó abuela-
-Para la próxima que esté yo y no llegues a las 3, estarás castigada sin comer-
-A las 3 salgo de la escuela-
-No me interesa, a esa hora digo que llegas y llegas me entendiste-
-Si-
-Y ya que llegaste tarde te quedas sin comer-
-Ya había comido-
Subió corriendo a su habitación y cerró su puerta con llave y comenzó a hacer su tarea.
Después de eso le dio sueño, se acostó quedándose dormida, fue entonces cuando sintió un aire cálido y despertó, en una playa, el cielo de color naranja y tintes de rosa, con nubes amarillas, se incorporó volteó a su alrededor solo veía arena y agua del océano, fue ahí cuando se percató de que el agua era de muchos colores, aveces era azul, otras rojo, y en constante cambio, a lo lejos vio una pequeña colina, en ella una cuidad, con un castillo en la cima, alguien la tomó de los hombros, volteó a ver y vio a un ser de color gris, era un hombre, sus ojos eran de un color completamente negro, vestía un traje igual negro, su cabello era largo, y su aspecto esquelético, daba algo de miedo, pero tenías la sensación de que no pasaría nada.
-Es hermoso ¿No lo crees?- dijo el
-Si lo es, pero ¿Que lugar es este?
-Este es mi reino, El Reino de las Luces-
-¿El Reino de las Luces?-
-Si, aquí siempre entras y sales, y ahora es tu momento de salir-
-¿Que?-
Fue entonces cuando despertó, desconcertada, se levantó de su cama, abrió la puerta de su cuarto, y fue a la sala, en donde seguía su abuela.
-Valla que eres inútil, ¿Que estabas haciendo?-
-Mi tarea-
Regreso nuevamente a su habitación y se encerró estuvo pensando en aquel lugar y aquel ser, así pasó tiempo, hasta la llegada de su mamá.
Eran ya las 10 de la noche, cuando su mamá llegó, traía la cena.
-!Ya llegue hija¡- gritó su mamá
La primera en responder fue la abuela
-No le llames, ella no tiene derecho de ninguna comida-
-¿Por que?-
-Llegó tarde-
-¿A que hora llegó?-
-Hasta las seis, seguramente es una delincuente esa mocosa-
-No te creo, ella nunca llega tan tarde, y si lo hubiera hecho, no le puedo impedir que coma, es mi hija, y sea lo que sea, le daré comida, ¡Alina!-
-Ni se te ocurra bajar mocosa, no comerás lo eh dicho-
Fue entonces cuando la mamá le reclama a la abuela
-Te recuerdo que estás en mi casa, y aquí son mis reglas, ¿O qué? ¿Ya olvidaste que no vives aquí, y que tu hijo nos dejo esto?-
La abuela solo se quedó callada, se retiró balbuceando algo, fue al comedor.
La mamá volvió a llamar a Alina, el bajo.
-Gracias mamá, la pusiste en su lugar-
Ella solo e sonrió, y así ambas fueron al comedor, se sentaron y cenaron comida China, la abuela permaneció en silencio, Alina y su mamá platicaban acerca de cómo les fue durante el día.
Entonces la mamá comenzó a quejarse, comenzó a sentirse débil, Alina rápidamente corrió por la medicina, la abuela se acercó para tranquilizar a la mamá, Alina llegó con un jarabe, el cual su mamá bebió, en pocos minutos se recuperó, y entre la abuela y Alina, subieron a la mamá hasta su cuarto, la recostaron, se quedó dormida, al salir, la abuela le pregunto a Alina.
-¿En donde dormiré?-
-Puede dormir en la habitación de mi padre, si gusta-
-Si estaría bien-
La abuela bajó hasta su coche por sus maletas, mientras Alina se bañaba, cuando terminó de bañarse, la abuela ya había terminado de desempacar, y se había puesto su ropa de dormir, un camisón color rosa, Alina sé contubo de reír, al cepillarse los dientes, se acostó, escucho un poco de música y se quedó dormida, volviendo a soñar, con aquel raro lugar, lo que no sabía era que aquel raro lugar la ayudaría, para ayudarla a resolver todo aquello que a ella le afectase.
Pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión.

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⏰ Última actualización: May 16, 2020 ⏰

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