Mensaje Divino

30 1 0
                                    

Abres los ojos, el día está despampanante, el frescor te abraza sin miedo.

Caminas en las piezas de tus pensamientos enlazándolos como ave a su nido. Una coyuntura feroz asecha, un segundo parece poco, el después se vuelve eterno.

Has olvidado el presente de aquel pasado, este lapso es el futuro, si la monotonía es el patrono del destino muy poco importa el tanteo de aquello que nos invita a explorar lo desconocido.

Navegas por las vías de un tal lugar, como es costumbre, pero da igual, nada te conmueve, preguntas rozan en el interior de ti, ni te molestas en rebuscar, la indiferencia a oxidado tu existencia. Ignorarte no cuesta tanto. Total, mañana será otro día.

Abres los ojos, el día está despampanante. Vuelves a caminar, olvidas, pero, de repente un destello te impacta, estas perplejo ¡un apotegma instantáneo! por un breve instante te sientes coagulado, pero despierto, confundido, pero seguro. Recuerdas que ha sucedido antes, la calma vuelve, todo es más claro, entiendes. Las posibilidades cobran vida una vez más, este es tu momento de saltar, solo es cuestión de un querer...

El eco del silencio te nubla, el destello se esfuma como la frase aquella ''estaré ahí para ti'' te pones en marcha, has decidido evadir el pellizco de la certeza. Te fugas por diversión, es más fácil correr. Eres víctima de la cobardía, esta ahí permeada en tu sagrado tomo. La recurrencia es la sementera de tu infamia...

Llegas al acotejo de tu apacible morada, te quitas la máscara, te desprendes de los engaños del día, te lanzas a la ternura de tu catre dorado, donde trágicamente, pasas todas las noches soñando falsedades.

Abres los ojos... No hay nada que contar. Todo prosigue, nada termina, el universo se expande cada segundo, al parecer le importa un bledo tu presencia. Nuevamente una coalición de eventos vuelven a distraerte del tiempo... un día menos, sí, otra vez. Te has detenido a pensar cómo el regalo más grande que se nos ha otorgado es destrozado por la insensibilidad maldita.

Abres los ojos, no piensas nada, solo se siente el estallido de tu refunfuñar. Cada día ha sido infernal, lo más grave es que no eres consciente, pero te apuñala el mal estar. Que difícil existir sin sustancia. Sales al mundo, como de costumbre, las diligencias de tus cadenas te esperan, la atadura es la llave de tu condena, cargas con las elocuencias de tus mentiras, a veces te visita la fatiga. Tu mejor amigo es el engaño de tus obsequios, el complacer lo físico y obviar lo mental. Los sentimientos son un caos total, las emociones te golpean la cordura, aun así, continuas andando.

Tienes fuerza para completar la rutina, pero no puedes transpolar un simple pensamiento... Llegas a casa, te desprendes de todo, liberas tus poros, acaricias tu pelo, te arrugas en el frío de tu compañía, ya quieres dormir, es el único momento para ser feliz.

Abres tus ojos... el techo te saluda, las paredes te contemplan, ya sin esperanzas. Es uno de esos días que puedes quedarte en tu guarida, el sistema te ha dado un respiro. Poco importa realmente, tus objetivos son ajenos, nunca te has tomado la molesta de dedicarte segundo, de acariciar tu ser. Te cuestionas... un terremoto de insensatez te impacta, la tranquilidad se vuelve ansiosa, la paz es un mito. Indefinido, pero verídico, un espasmo se asoma, estas atónita, aquel destello vuelve a elogiarte con su presencia, en esta ocasión, te encuentras en la comodidad de aquello que cuidas como si de un castillo se tratase, puedes contemplar con claridad, rebuscas entre los escombros de aquello que llamas vida, te cuestionas... ¿Qué concede un cambio? ¿Sería feliz? ¿Acaso es mi culpa?.. Esta vez no has huido, sigues en introspección, te sientes cansada por las repeticiones repugnantes de la modernidad. Estas decidida, ya no aguantas más, la renovación se vuelve prioridad. Ya empiezas a entender, el destello siempre fue luz, siempre fue respuesta, te apuntaba al camino, pero siempre le dabas la espalda, reflejando tus inconformidades más profundas.

Cierras los ojos, ahora paseas los detalles de tus acciones, el por qué de tus devociones. ¿Por qué me alejé?.. Buscas la ausencia de qué ha causado tan explícito maltrato ¡quieres saberlo! Estas en un punto de quiebre, no hay marcha atrás, lo que aquella vez fue un destello ahora es un impulso imparable y solo será apaciguado con aquella respuesta que tanto aclamas con todo pulmón. Colapsas, todo parece perdido, no comprendes ¿es tan difícil ser feliz? hay calma, sigilosamente la observación te concede la idea, respiras, abres los ojos... Precisas de... tus pupilas se dilatan... tus hechos pasados te sirven de lección, empiezas a comprender, todo este tiempo te has comportado de manera irracional, te has ignorado por completo, no has conversado hace ya muchos años, el abandono se ha adueñado de tu mente. Ya entiendes, sucumbes al dolor ¿cómo es posible? ¡no ha sido por odio ni desprecio! ¿Qué me falta entonces?..

Las lágrimas se detienen, vuelve la calma... tu vista se pierde en la nada, ya tienes tu respuesta. AMOR PROPIO. Estabilidad absoluta, todo emana a partir de esa pócima, la dedicación errónea puede ser fatal, la asignación indebida será mortal, nada puede estar por encima de tu voluntad, el alma se destroza cuando no se le acondiciona. Ya entiendes, no importa cuanto hagas, si tu corazón llora por la frialdad de tu abandono, nunca conocerás la sensación de lo que llaman felicidad. Dicen que atraes lo eres, ya puedes entender porqué tus momentos eran complicados y siniestros, te habías perdido caminando en el tiempo. Has reencarnado en otro ser.

Abres los ojos, el día esta despampanante, el techo te sonríe, las paredes te aplauden, el viento te da un beso de cortesía, ahora cargas una sonrisa, tu reino es la paz, sientes que te liberaste de una maldición egipcia o algo así, ya el Sol no te incomoda, los colores te murmuran. Sales a navegar por aquellas vías, como de costumbre, esta vez llevas los ojos abiertos, te das cuenta de que el problema era una percepción desnutrida, todo vive, todo vibra, cada forma tiene presencia, el amor por que te cedes ha exterminado toda queja, ha pulido la razón y moldeado el corazón.

Eventualmente cada rama da sus frutos, ya los problemas no son agrios, aquellas cadenas ahora son rosas, tu condena solo un recuerdo, el tiempo es tu aliado. Libre de aquella tortura inconsciente, la luz te señala, irradias un festival de emociones, la sutileza del ser ya no es preocupación, aprender de los errores se volvió irrefutable.

Llegas a casa, la luna te sonríe, las estrellas te saludan, te desprendes de todo, menos de ti, sonríes, estas orgullosa, estas dispuesta a ser reflejo de tu mayor logro, quieres salvarlas a todos aquellos que se encuentran sumergidos en la perdición. Entiendes el dolor. Comprendes la desesperación. Conoces bien lo que es dar pasos sin destinos ¡Ah! Divino satori.

Te das un baño, te acurrucas en la calidez de tu alma y la tranquilidad de tu mente. Ríes de los recuerdos y miras con ansias el futuro. Sabes que tu primer aliento de vida fue en aquel instante.

Mensaje DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora