Desde muy joven Kagome Higurashi soñaba con conocer el amor y esperaba tener uno igual de hermoso cómo el de las historias que le contaba su madre cuando no lograba conciliar el sueño de pequeña, ella quería encontrar a esa persona con la que pasaría la vida.
Y finalmente el hombre que creyó el indicado para ella, llegó, de manera inesperada claro está, ella supo que quería estar a su lado desde que lo vió. Inuyasha Taisho era el chico nuevo que entró a su escuela, cuando íban cursando el cuarto año de la secundaria, él era el chico más guapo que había visto hasta entonces.
Su cabello plateado a la altura de los hombros le daba un aire de chico rebelde que lo hacía muy atractivo y ni hablar de sus hermosos ojos dorados que al verlos te perdías en ellos, también contaba con un muy buen físico, por si fuera poco era bastante agradable y extrovertido, algo terco también pero se volvió muy querido por todos.
Ella era quien compartía el escritorio con él y era un martirio tenerlo tan cerca, alteraba todos sus nervios y se volvía torpe a su lado, él le dedicaba sonrisas hasta que empezaron a hablar y así nació una bonita amistad que iba creciendo con el pasar de los meses. Una en donde la joven iba a sus partidos de fútbol y él a los torneos de tenis de ella.
Kagome jamás consideró que tuviera una belleza excepcional pero todos decían que era la más bonita de su grado y eso hacía que también tuviera mis pretendientes, fue un día en que un estudiante llamado Hoyo se le declaró en el receso cuando confirmó eso.
El había usado globos, flores y hasta un bonito cartel para su propuesta, ella estaba sorprendida y apenada por él ya que no correspondía a sus sentimientos y antes de rechazarlo amablemente, Inuyasha apareció y le dijo al joven que ella no podría aceptarlo ya que tenía ya un novio, y era él.
El pobre muchacho se fue del lugar muy avergonzado y muchos de los que estaban presentes empezaron a dar reclamos del porqué no habían hecho oficial su relación, estaban indignados por no saber aquello porque mantenían la esperanza de tener una oportunidad con ambos jóvenes.
Kagome los ignoró y se fue rumbo a la azotea, muy molesta por la escena de Inuyasha, él no tenía derecho de mentir de esa forma, ni de interferir en su vida amorosa. Inuyasha la siguió al notar su partida y cuando ambos llegaron a lo más alto de la escuela, empezaron los reclamos y explicaciones.
***
Flashback:
— Kag, ¡Mírame!— Pide el joven— No puedes seguir tan molesta por librarte de ese tonto— Dijo posicionándose frente mío.
— Ese es el problema Inuyasha, te tomas demasiadas atribuciones en mi vida amorosa — Lo encara la joven— No tenías ningún derecho a mentirle.
— Kagome lo siento, ¿sí?, pero no pude controlarme— Su voz sonaba arrepentida— Ese idiota se declaró y tú estabas pensando en aceptarlo, te quedaste como tonta frente suyo.
— ¡El tonto eres tú!, si lo aceptaba o no es asunto mío.
La joven gritó señalando a su amigo de ojos dorados el cual la vió incrédulo.
— Kag, ¡Cómo pides que me quede tranquilo cuando otro quiere alejarte de mí!.
— Inuyasha yo no me alejaría de ti somos amigos. — El tono de Kagome cambió a uno más comprensivo— Pero está mal lo que hiciste.
— Pero yo no te quiero como amiga Kag— Dice el ojidorado a lo que ella le ve interrogante — Yo te quiero como algo más, te quiero a mi lado.
Kagome es jalada hacia él y rodeada por sus brazos, en donde escucha muy cerca a su oído las palabras que hacen acelerar a su corazón.
— Te quiero cómo mi novia, Kagome.
La joven quedó en shock, él acababa de decir que la quería y que fuera su novia, conenzó a reír de emoción y por lo ridícula de la situación a lo que Inuyasha la mira extrañado.
— Tonto, ¿No pudiste decirme esto antes? — Lo ve a los ojos— Yo también te quiero.
—Entonces... ¿Esto es un sí?.
— Lo es, ¡Sí, quiero ser tu novia!.
Un dulce beso selló aquel inicio de la relación, ese momento era especial.
— Mi linda Kag, desde hoy estaré a tu lado y nada nos separará— Habbló muy seguro al romper el beso— Daré lo mejor de mi y prometo hacerte feliz.
— Inu, yo también haré todo por hacerte feliz, seré la mejor novia.
Diciendo esto Kagome le da un pequeño beso en la mejilla a su ahora novio, Inuyasha.
— Vamos Kag, debemos ir al salón de clases, no querrás recibir un regaño.
Le dice Inuyasha con suavidad mientras la toma de la mano y guía su camino al salón.
— Vamos, rápido.
Dice la joven ante de comenzar a correr con él a su lado, no tardaron en llegar, a penas estuvieron dentro vieron que el maestro no había llegado aún. Sus amigos se acercan a ellos y empiezan a preguntar que había ocurrido con ellos, ambos se miraron de reojo como pidiendose permiso y dieron la noticia de que ya eran novios oficialmente.
Los aplausos y felicitaciones llegaron de inmediato al oír eso.
— Kag, ¡Hacen tan linda pareja, felicidades!— Dijo Yuka, una muy buena amiga de Kagome.
— Es cierto, se ven demasiado lindos, ya era hora de que estén juntos.— La voz de Ayumi era muy animada al decirle eso a la pareja.
— Kag, ¡Estoy tan feliz por tí!— Le dijo Sango y se giró hacia Inuyasha— Si la haces llorar te mato.
— Sango tranquila, no es bueno recurrir a la violencia— Responde un nervioso Inuyasha— Además no tengo intensiones de lastimar a mi querida Kagome, por cierto muchas gracias a todos por sus buenos deseos.
Kagome sonríe por su respuesta y se acerca a él para abrazarlo.
— Muchas gracias chicos por el apoyo a nuestra relación— Dice esto un poco sonrojada, ella estaba radiante.
La pareja se encontraba hablando con todo aquel que se acercara hasta que Kagome nota al fondo del salón a una compañera, Kikyo Shikon, ella era muy callada y se alejaba de todos, ese día se veía muy triste.
"Quizá se siente mal, podría estar enferma."
Pensó Kagome, de inmediato se acercó a la joven y comenzó una conversación.
— Hola kikyo— Le dijo al estar frente suyo— ¿Sucede algo, te puedo ayudar?, Quizá te sientes enferma, si gustas le pido a Inuyasha que me ayude a llevarte a la enfermería.
— Higurashi— Saluda con la misma seriedad de siempre— No me pasa nada, no es necesario que te preocupes— Dijo cortante — Mejor ve donde tu novio, está mirando hacia acá.
Diciendo esto se levantó y salió del salón, fue algo rara su actitud y a todos los que prestaron atención les pareció así. Kagome un poco apenada de dirige hacia un Inuyasha desconcertado que la refugia entre sus brazos, y después de unos minutos entró el maestro a dictar las clases que le correspondía.
— Kag te noto preocupada, ¿Qué pasó con Shikon?— Preguntó serio el ojidorado en un susurro.
— Nada, no me quiso decir que le sucedía...— Menciona preocupada— Inu, se nota muy triste ¿No crees?, y no sé como ayudarla.
— No te preocupes Kag, si no te quiso decir que le pasa debe ser algo muy reservado— Trató de consolarla- Eres tan dulce, siempre te preocupas por todos y eso me encanta.
Inuyasha al decir eso toma una de sus manos para deja un casto beso en ella.
—Inu... eres tan tierno— Le dice la joven sonriendo nuevamente — Pero prestemos atención a la clase... ¿Sí?.
— Esta bien, bella novia.
Con esa petición su conversación acabó y la clase transcurrió con tranquilidad.
Pero ese día era importante en esta historia, ese día nació un bello amor pero para otros fue testigo de un corazón que se rompía silenciosamente.
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Un Amor Equivocado ©
Hayran KurguEl amor a veces aparece de manera inesperada, en el lugar y momento menos pensado, solo está ahí esperando a que lo notes, pero no siempre pasa así. Nuestros ojos muchas veces solo ven la mitad de un todo, de una historia y de un amor, por eso abre...