Him

uno

Louis ha estado enamorado de Harry, su mejor amigo, desde hace años, pero sin embargo esté tiene novia. Sus días sólo pueden resumirse en una amargura pura cuando esta con la pareja.

Ahora estando frente a ellos, sólo puede afirmar su teoría de que odia a Camille, la novia de Harry. La forma en que lo toca o en la que se ríe de sus malos chistes, le enferma.

Y Harry nunca supo de esa cosa de Louis, y nunca los iba a saber. Louis estaba dispuesto a tragarse esos sentimientos, los cuales llevaba sintiendo desde que un día Harry había tocado la puerta de su departamento a la una de la mañana y lo había obligado a dejarlo pasar para que le enseñara su nueva canción.

Recuerda ese día como si fuera ayer: los dos estaban sentados en el suelo de su pequeño y desordenado salón, con el sonido del restaurante chino 24 horas de debajo de su apartamento de fondo y con la luna colandose por la ventana, pero una vez que Harry empezó a tocar la guitarra y a cantar lo suficientemente alto para que sólo Louis lo escuchara supo que algo había cambiado.
Veía como Harry cerraba los ojos y dejaba que sus dedos se movieran solos sobre la guitarra, su pelo le caía sobre los hombros y se veía tan relajado, tan seguro de si mismo, tan precioso.

Una vez terminada la canción Harry lo miraba expectante para saber que opinaba, pero lo único en lo que podía pensar Louis era lo mucho que le gustaba Harry. Louis no sabía como no se había dado cuenta de estos sentimientos antes ya que a su parecer y viéndolo ahora mucho más claro era bastante obvio que le gustaba aquel chico de ojos verdes, y mucho. Ahora comenzaba a entender las reacciones y miradas que le daba su madre cada vez que mencionaba al ojiverde.

-¿Cómo se llama la canción?- preguntó tan bajito que pensó que Harry no lo escucharía.

-Sweet creature... Cuando la escribí estaba pensando en ti, ¿Sabes?

Louis en ese momento pensó que se iba a poner a llorar.

Eso había pasado hace tres años y ahí seguía, mirando a Harry con adoración y sabiendo que nunca podría ser lo suficientemente valiente para decirle que le quería, que le quería como nunca había querido.
Louis se negaba a romper su amistad de cinco años por unos sentimientos que Louis era consiente que Harry no compartía, ya que esté lo veía como un hermano, pero tenía que admitir que estaba agotado. Se sentía mentalmente cansado, se pasaba horas esperando que Harry le hablará para que le contará su día y ahora su pasatiempo favorito era pensar en como se veía cuando le daba el sol en la cara y cuando le sonreía únicamente a él.

Y ahora viendo a Camille abrazada al ojiverde Louis decidió que no pintaba mucho en aquella situación. Tomando un último trago a su cerveza se levantó.

-Chicos, creó que me iré, recordé que tenía que hacer algo con Niall.- Louis intento hacer un intento de sonrisa evitando mirar a Camille y a los labios de Harry manchados de pintalabios.

-Oh no, teníamos ganas de pasar más tiempo contigo Lou-Lou.- dijo Camille con una sonrisa.

Camille no era mala chica, de hecho era muy agradable y guapa, pero a veces Louis se llenaba de tanta rabia y envidia que olvidaba lo buena persona que era. Louis estaba seguro de que Camille sabía de su cosa por Harry. Muchas veces lo había pillado comiéndose con los ojos a Harry, y si no fuera por eso una vez lo había pillado cuando estaban cenando en casa de la madre de Harry, debido al cumpleaños de está, y Louis había aprovechado el momento cuando Anne estaba abriendo sus regalos para salir y llamar a Niall llorando porque sentía que no podía seguir guardando los sentimientos que tenía por el ojiverde.

Había sido una llamada larga y penosa. Niall que estaba al otro lado de la ciudad con unos amigos, había escuchado atentamente a Louis, que repetía una y otra vez lo mismo. Trató de ayudarlo a pesar de lo lejos que se hallaba del ojiazul en ese momento.

- Tranquilo Louis. Si sientes que no puedes guardar más los sentimientos deberías decirselo y ser sincero con él.

- Pero es que no tiene sentido que le diga aquello, él seguirá siendo novio de Camille y no querrar volver a verme.

- Dudo mucho de que Harry no quiera volver a verte, eres su talismán de la suerte. Está tan pegado a ti, que si se despegará de ti te irías con una mitad de su persona.

Louis no supo que contestar a eso así que pateo una pequeña roca y soltó en un susurro:
- Es que le quiero mucho.
-Lo sé cariño.
-Y hoy tenía la estúpida idea de que íbamos a ser sólo él, Anne y yo, como los viejos tiempos, sin esa tonta de Camille, y lo peor es que no es tonta, es una chica increíble, es de esas que no puedes odiar y eso sólo lo hace peor.

Niall intentó reanimarlo unos pocos minutos más, sin mucho éxito pero después de un rato Louis decidió que ya era momento de volver dentro. Cuando salió del callejón que se encontraba al lado de la entrada de los Styles, pegó un pequeño salto al ver a Camille ahí que lo miraba sin ninguna expresión en concreto.

-Louis vamos a partir la tarta, ¿Paso algo?

Camille se veía genuinamente preocupada y con una pequeña sonrisa de pena le puso una mano en el hombro, Louis sólo fue capaz de negar con la cabeza y entrar apresuradamente al salon donde estaban Anne y Harry.
¿Cuánto habrá escuchado? ¿Habrá escuchado cuando dije que era una tonta o cuando dije que no esperaba que estuviera allí? O peor ¿Habrá escuchado los lamentos a Niall porque Harry estaba con ella y no con él?
Después de eso Louis fue incapaz de permanecer tranquilo, así que luego de darle un beso a Anne, un apretón de manos a Harry, el cuál dejó a todos muy extrañado, y un abrazo a Dex salió de la casa lo más rápido que sus cortas piernas pudieron.

Luego de eso todo siguió como si nada hubiera pasado y Louis a veces creía que simplemente se estaba sobrepensando las cosas y estaba suponiendo de más, pero otras veces estaba seguro de que Camille sabía más de lo que decía.

Miro a Harry que ajeno a esta batalla entre Louis y sus paranoias, le miraba con tristeza.

-¿Podemos vernos después?- Dijo el de ojos verdes parándose de la silla y acercándose hacía Louis para tenerlos entre brazos. Harry era mucho más alto que Louis, una cabeza por lo menos. Los brazos de Harry lo rodearon de forma que sus torsos se unían pero podían seguir viéndose a los ojos.

-Claro, te escribiré, ¿si?
Cuando Louis escuchó su voz se sorprendió de lo entera que se escuchaba cuando por dentro no sentía las piernas. El ojiazul sin poder contenerse acercó su mano a la mejilla de Harry y la acarició. Miró con atención sus labios y con el pulgar quito la mancha de labial. Harry tuvo la decencia de parecer avergonzado.
Sin más el ojiverde lo estrechó en sus brazos dándole un beso en la frente. -Te quiero.

El de ojos azules sólo asintió y salió de ahí camino a la casa de su amigo Niall.