Estamos aterrorizados, amamos, todos lo hacemos (con un toque propio).
Algunos aman, cosas que no aman, pero los convencen de estar vivos a través de placeres momentáneos, camuflándose uno tras otro. persianas que procrastinan el vacío interior.
Amar, querer ser amados, con la intrascendente ilusión de que es un aspecto inocuo más de la vida, que se tiene o no, pero no lo es todo.
Amar, hacerlo en todas sus formas. por más simple o complejo que resulte de entender ,lo es , singular en su perfecta imperfección y resulta vital en este viaje.
Los poetas , aquellos forajidos , que nos consideramos enamorados de tanto amar solemos idealizarlo como si fuera el que hace de cada lugar perfecto.Creo que es, lo siento, inexplicable, mágico, abstracto y misterioso en escencia inefable. Por mas necesario que resulte se hacen inconmensurables las danzas en su caracter.
Hace tiempo que me pregunto que es el amor, y si de algo estoy segura es que el amor es más que una palabra sórdida al azar, es muchas, todo y por lo tanto nada.
El amor es muchas cosas, es tan versátil, fuso, muta con el tiempo, se moldea como el barro, fluye como el viento. La epifania de amar arrasa como las corrientes enojadas de los ríos ardientes, el amor es estar vivo, el amor es ayer, es hoy, es tan inmenso que pueden escribirse párrafos infinitos sin que estos fueran suficientes para ser explicado.
Amar muchas veces más allá de las palabras. sórdidos son los coloridos y funestos sonidos capaces de emitir esto frecuentemente tildado como sentimiento.
Frecuente y solemne como el pasado juego de palabrasHoy estoy inquieta y consumida , por las inquietudes de este, tan humana que me atrevo a clasificar lo que se llama amor.
Puedo decir que el amor y el todo si son bastante parecidos, no veo abismo sin amor, no veo felicidad sin amor, no veo que pueda sentirme viva en su carencia.
Puede ser mezquino e insensato, puede causar un dolor impensado. capaz de teletransportar a los lugares más oscuros de las penas humanas, anulando la razón, careciendo de sentido; se torna, poderoso como la corriente más violenta que no difiere entre el bien el mal, puede desarmar todo en segundo. se ven cicatrices de encrucijadas interminables sobre el corazón.
Cuando la muerte visita los tejados el amor persiste a través del tiempo y los cuerpos, A medida que estos se invisibilizan, con mayor fuerza nos invade por dentro sin importar las galaxias o las circunstancias. cuando la muerte intenta romper lazos solo los fortalece hasta que evolucionan hasta ser perpetuado entre aquellos individuos.
Amar a pesar de la muerte no hace al dolor más amable o al miedo inexistente, pero alimenta al corazón para continuar siendo valiente. Se encarna cuando nos sentimos inmensos ,donde se extinguen barreras y la cratividad se retroalimenta.
Amar nos puede colmar tanto que ocasiones no hace olvidarnos de nosotros mismos, aferrados a quien lo genera, florece tanto que perdemos la noción de todo aquello que creció dentro nuestro, que no siempre son flores; malezas que alimentan el miedo a perder y dejan en el olvido nuestra propia capacidad de que en nuestro corazón somos capaces de hacer brotar nuestro jardín nosotros mismos.
Dejar, dejarse querer ,eso es amor, soltar todo fantasma para solo ser nosotros mismos hasta que el corazón reviente de tanta emoción.