Otra vez, me enamoré

146 18 14
                                    

«Si logramos regresar al mundo real, te encontraré de nuevo, y me enamoraré de ti de nuevo

Lo había pronunciado como una promesa. Una sentencia que, aseguraba cumplir sí o sí. Palabras dulces, firmes, reconfortantes y esperanzadoras... Así habían sido para ella.

Volverse a encontrar.

La luz de luna fue lo primero que vió al abrir los ojos, iluminando un techo en penumbras. Sintió el frío penetrando en su cuerpo; la sensación de estar sobre una superficie suave, y la textura rugosa de las mantas de hospital. Partículas de polvo flotaban delante suyo como si estuviera congelada en el tiempo, pero ya no más. Ella había despertado. Finalmente, regresó al mundo real después de dos años.

Inmediatamente, su primer pensamiento fue Kirito.

La imagen de él, tomando su mano mientras cruzaban el camino de su cabaña al lago en el piso 22 cruzó rápidamente. El sol que hacía brillar su cabello mientras le sonreía. Un parpadeo.

Después, el recuerdo de su último instante en SAO, su figura contra el atardecer de un mundo cayéndose a pedazos. Los ojos llorosos y las manos que nunca la soltaron. Ella soltó un jadeo.

Asuna empezó a lagrimear cuando recordó su último encuentro, hace unos minutos, donde llegó a salvarla de su encierro en ALO, junto con su hija. Verlo de nuevo después de tanto tiempo sola, tanto tiempo esperando por él, sabiendo que iría a buscarla, incluso ahora...

Con cuidado, se incorpora en la cama; los músculos gritan por tanto tiempo sin usarlos, y se quita el NerveGear de la cabeza con los brazos temblando. Deja el casco sobre su regazo, posando sus manos delicadamente sobre el. Afuera está nevando. Kirito vendrá pronto.

Lo sabe. Él vendría por ella, como antes. Solo quedaba esperar.

Mientras tanto, admiró la nieve que se veía caer por la ventana, perdida en sus pensamientos. Vio este mismo escenario muchas veces dentro de SAO, la nieve se sintió fría también, pero no tenía la sensación húmeda de derretirse sobre la piel. Pudo imitar el ambiente, el vapor creado por el aliento, pero faltaba esa cosita innegable de la realidad. El realismo de los gráficos no era suficiente, como bien se da cuenta ahora, Asuna de verdad extrañó el mundo real.

Siente las lágrimas regresar a sus ojos cuando piensa en ello. El tacto bajo sus frágiles manos, el leve ruido de la maquinaria conectada a ella, incluso el aroma ahogado de las flores junto a su cama. No hay peligro inmediato por su vida, ya no hay pensamientos oscuros, o desesperanza a su alrededor. Realmente está de vuelta. Y después de mucho, cuesta creerlo, pero Asuna lo confirma expandiendo sus pulmones y disfrutando de su exhalación. Está viva, está en este mundo.

Los minutos pasan, la luna sube más en el cielo. Sus emociones se han calmado y ahora solo observa la nieve con una expresión pacífica. Piensa en su familia, en todos sus asuntos pendientes, en lo que seguirá después. Se pregunta brevemente por el futuro.

Entonces alguien aparta la cortina en el cuarto.

Es un muchacho, medio oculto por las sombras pero todavía se distingue su cabello oscuro, su respiración pesada y los ojos brillantes como una noche estrellada. Él la mira como si estuviera contemplando algo imposible, algo precioso, una ilusión que se desvanecerá apenas se acerque.

Ella sabe quién es.

⸺Kirito-kun...

Él atrapa su mano apenas se la ofrece, y le da la sonrisa más hermosa, feliz, que ha decorado su rostro. Puede notar que está cansado, las ojeras de angustia bajo sus ojos que exudan alivio, la respiración aún desigual, una leve herida sangrante en su mejilla. Ha pasado por mucho para llegar aquí, para llegar hasta ella, pero finalmente todo ha terminado. Lágrimas aparecen en sus oscuros orbes.

Asuna le acaricia el pálido rostro, y otra vez lo siente en su pecho. Él cierra sus ojos, junta sus frentes, y cuando la besa, Asuna simplemente es consciente de que sucedió una vez más.

Otra vez, en este instante, se enamoró de él.

Tal como lo había prometido, una vez que se reencontraran en el mundo real. Era fácil adivinar que pasaría.

Y lo haría de nuevo una y otra vez. Miles de veces, en cientos de años. Su alma se enamoraría de Kirito, siempre.

Otra vez, me enamoré ⚘ 𝘀𝗮𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora