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For months on end I've had my doubts,
Denying every tearmis dedos dolían de los pinchazos que me provocaba con la aguja cada vez que la pasaba por la tela negra, pero me lo aguanté, ya sólo me quedaba coser esa última prenda para tener los dos nuevos atuendos que quería lucir cada vez que hagamos un delito.
se supone que te pondrías feliz al ver esto.
sentí la puerta principal abrirse con cautela, supuse que no era ni más ni menos que tú, el chico quien rondaba todo el día por mi cabeza, así que dejé las bonitas prendas debajo de la cama para poder ir a verte y que no te enterases de nada, porque después de todo, era una linda sorpresa.
caminé en puntillas por el pasillo que daba paso al comedor, era más que obvio que estarías allí, sentado en el sofá mientras veías las numerosas noticias que a nadie le importaba, pues eran puras informaciones personales de algunos famosos.
en cuanto vi tu cabellera por encima de la tele, di un enorme salto para aparecer de lleno en donde te encontrabas, tú te sorprendiste un poco, estabas asustado por mi presencia, y no sabía el porqué hasta que vi el color azul de tu atuendo con el que andabas vestido.
-eso es un traje de policía -susurré con dolor en mis labios, intentando que las vibras negativas no fuesen parte de mi cuerpo, haciéndome reaccionar de mala forma.
te levantaste nada más ver mi rostro, y eso era no que no quería, que te preocuparas por mi en uno de mis momentos inmaduros, en donde dejaba que la inseguridad acariciara mis sentimientos.
tus dedos agarraron mi mentón y en un suave movimiento, lo dirigiste en dirección a tu rostro. -siempre había querido ser policía -tragué saliva, viendo como el brillo en sus ojos opacaba más mi estado de ánimo. -pensé que te iba a gustar verme feliz...
aguanté los gritos rompiendo el interior de mis tímpanos, los desgarradores llantos que anunciaban el mío, dejé cualquier pensamiento en la basura, ya sea positivo o negativo, lo único que debía hacer en ese momento, era darte la confianza que necesitabas, aunque yo no la tuviera conmigo mismo.
-entonces, ¿serás policía?- asentiste con una enorme sonrisa, tus mejillas se tiñeron de un leve color carmesí, haciéndome que inevitablemente fingiera una cara feliz, sólo para ti. te abracé, queriendo sentir tu amor, tu calor transmitirse por mi cuerpo. -me alegro, fargan.
no importa si quieres otro oficio, tampoco si ya no quieres estar en la hermandad oscura, y mucho menos si te aburres de nuestro hermoso dúo.
si eres feliz, yo soy feliz.
lástima que no cumplí la última promesa.