Capítulo 2: El Archimago

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-¡Jesús, cambio!-Gritó Dani bloqueando el ataque de un orco con una espada.

-¡Allá voy!-Añadió Jesús abalanzandose sobre el monstruo, rebanando la cabeza del monstruo con su katana.

-¡Bien, hemos derrotado a nuestro primer boss, es un gran avance!-Exclamó Jesús emocionado.

-¿Gran avance? Llevamos un mes en este sitio y solo hemos derrotado un boss porque no querías levantarte temprano para entrenar y por las tardes te ibas al bar, ¿Y tu a eso lo llamas avance?.-Dijo Dani molesto con Jesús.

-Pues bien que me seguías al bar y te hartabas de comer, ¿eh?-Contestó Jesús.

-¿Y que quieres que haga, paso frío en el local abandonado en el que estamos de okupas? Anda, vamos al pueblo a recoger la recompensa.-Añadió Dani marchandose de donde estaban.

Ellos no tenían mucho dinero, cuando ganaban algo en alguna misión que hacían, se lo gastaban todo en el bar, tampoco tenían casa, así que cuando conocieron a Samuel este les llevó a un lugar un poco alejado de la ciudad para que al menos tuvieran un techo con lo que cubrirse.

-Oye Dani, ¿no te apetecería formar un grupo y ser unos aventureros?-Propuso Jesús mientras estaban camino al pueblo.

-Jesús, no entrenamos para nada, aunque buscasemos miembros para eso no querría unirse nadie, simplemente ahorremos dinero para comprar una casa minimamente decente para que podamos vivir.-Respondió Dani en tono firme.

-¿Y el calvo, querría unirse a nosotros?-Preguntó Jesús.

-¿Te refieres a Samuel? No lo creo el es muy fuerte para unirse a unos medio mierdas como nosotros.-Contestó Dani.

-Pero si siempre lo vemos en el bar borracho perdido, que luego no puede ni andar a su casa.-Replicó Jesús.

-Jeje, es verdad, una vez lo tuvimos que arrastrar hasta llegar a su casa. A ver, por poder podemos poner un cartel o algo para ver si algún retrasado se quiere unir, porque gente fuerte te aseguro que no vendrán, pero con una condición, vas a empezar a entrenar más a menudo y no gastar tanto dinero en el bar.-Propuso Dani.

-Le quitas lo divertido a la vida, en fin, lo haré.-Dijo Jesús desanimado.

-Cuando tengamos una cantidad decente de dinero y una casa te invito a comer lo que te de la gana, vamos a preguntarle al pocos pelos.-Añadió Dani dirigiendose al bar.

(En el bar)

-Entonces me dijo que me vaya a peinarme el flequillo y le dije, por que tiene sida jejeje.-Decía Samuel que estaba borracho y hablando con un hombre.

-Aprovecha que esta pedo, seguro que aceptará.-Susurró Jesús a Dani en el oído.

-Samuel, queríamos hablarte de un tema, ¿podrías venir?-Comentó Dani a Samuel.

-Ahora voy señor duende jejeje.-Dijo Samuel refiriendose a Dani.

-Joder, aparte de borracho y calvo, drogadicto.-Añadió Jesús.

Los tres salieron del bar para hablar tranquilamente.

-Samuel queríamos hablarte de que nos gustaría que te nos unieras a nuestro grupo, somos débiles, pero se que contigo podremos mejorar.-Dijo Dani.

-Me están hablando un duende y una hamburguesa, creo que voy muy puesto...-Enunció Samuel tocandose la cabeza.

-Este no se entera, da igual, tu firma esto y te unes a nosotros.-Dijo Jesús sacando un contrato y un bolígrafo.

-Lo haré por tí guapa jejeje.-Relató Samuel firmando el contrato.

(A la mañana siguiente, en casa de Samuel.)

-Son las 12:00, ayer bebí demasiado...-Dijo Samuel bostezando y levantandose de la cama.

El chico fue hasta el salón para tomarse el desayuno sentado en el sofa.

-Que... ¿¡Qué coño haceis vosotros dos aquí!?-Gritó Samuel a Dani y Jesús que estaban durmiendo en el sofá.

-Oh...Buenos días calvo-Dijo Jesús medio dormido.

-No ni buenos días ni ostias, ¡¿que coño hacéis aquí?!-Añadió Samuel enfadado.

-¿No te acuerdas? Ayer aceptaste formar parte de nuestro grupo y a que podíamos mudarnos aquí como inquilinos.-Dijo Dani desperezandose.

-¿Eso dije? Bueno, la verdad es que siempre quise unirme a un grupo aunque no recuerde que haya aceptado vuestra petición.-Replicó Samuel extrañado.

-Pero si firmaste y todo, mira.-Añadió Jesús enseñando el contrato.

-Bueno se ve que es verdad, con respecto a lo de mi casa... podéis quedaros si no os ponéis a romper muebles o cosas extrañas.-Dijo Samuel marchándose a la cocina.

-Pues si que son olvidadizos los calvos.-Dijo Jesús.

-Bueno, no perdamos más tiempo, comamos algo rápido y entrenemos, ¡tenemos mucho por hacer!.-Exclamó Dani emocionado.

Los tres chicos cuando terminaron de comer, tomaron sus armas y fueron a entrenar.

-¡Mirad, ese monstruo parece fuerte, intentemos vencerle!-Gritó Samuel señalando un lobo.

-Oye, ¿No está atacando a alguien?-Preguntó Jesús observando a un chico alto que intentaba parar los ataques del lobo.

-¡Diable Jambe!-Exclamó el chico golpeando  al lobo con su pierna.

-¡Eh! ¿Podemos ayudar con eso?-Dijo Dani desenvainando su espada y haciendo un corte en la espalda del lobo.

-¡Y allá voy yo!-Añadió Jesús saltando sobre el animal y clavandole la katana en su lomo.

-Gracias chicos, aunque podría haberme encargado de el yo solo, me llamo Fran.-Comentó el chico alto presentandose.

-Yo soy Dani, y ellos son Jesús y Samuel, somos aventureros novatos y estabamos entrenando por la zona hasta que te vimos.-Respondió Dani.

-Bueno, pues encantado, pero no deberíamos de pararnos aquí mucho tiempo, normalmente cuando un lobo de esta especie muere, viene el resto de la manada por su cuerpo.-Añadió Fran mientras observaban el grupo de lobos que se aproximaban hacia ellos desde la profundidad del bosque.

-Ahí va la ostia en lo que nos hemos metido...-Dijo Jesús llevandose las manos a la cabeza.

FIN DEL CAPÍTULO 2: EL ARCHIMAGO.

Espero que hayáis disfrutado el capítulo :3 me gustaría que si os gusta la historia, la voteis y dejeis algún que otro comentario para poder mejorarla lo máximo posible.

Muchas gracias por leer mis historias :3


I sekai no bōkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora