Mi felicidad

Eres tú

Sé que mi felicidad no es más que un
conjunto de  momentos, los sucesos más alegres. Pero hoy, mi felicidad es ver mi rostro reflejado en la luz de tus ojos marrones, apretar tu mano con la misma
intensidad con la que anhelo ser tuya por siempre, y esconder mi cara entre
tu pecho cada vez que me ganan los nervios, porque te estoy queriendo demasiado.
Sé que mi felicidad no es más que un conjunto de mis momentos más alegres.
Sin embargo, hoy mi felicidad es tu mano acariciándome, perdiéndonos en nuestras miradas enamoradas, caminar sin
rumbo a tu lado; es dar vueltas y vueltas tratando de encontrar el destino al que nos dirigimos, pese a que ambos quisiéramos no encontrarlo nunca, para así no tener que separarnos; es que tu boca me coma
a besos, incapaz de dejarme ir.
Sé que mi felicidad no es más que un conjunto de mis momentos más alegres.
No obstante, hoy mi felicidad es lo que sentimos cuando nos volvemos a ver y pensamos en lo que sería de
nuestras vidas juntas, imaginando
un poco más de lo normal.
Es la caligrafía indescifrable que dibujan
mis ojos cada vez que
te miran, en un vago intento de buscar
con mi mirada tus abrazos.
Es sentirte tan parte de mi, cómo yo de ti,
que nuestra piel no se puede distinguir,
tan unidos, tan conectados...
que por breves instantes, somos uno mismo, como en nuestro primer beso.
Yo lo sé, que la felicidad es efímera, que son momentos que pasan, que tal vez no dura el tiempo que uno quiere, viene y va...
Esta felicidad es como el primer beso que me diste borró todo el pasado
que ocultaba mis labios, simplemente,
destruyó cada mal momento por lo que mis labios pasaron, si cada caricia que
me das es un tatuaje en mi piel, encajamos tan perfectamente que estoy comenzando
a pensar que el escultor de mi cuerpo me moldeó pensando en ti...
Hoy mi felicidad es la esperanza de que lo nuestro no sea solo ilusión, tú, yo, nosotros tan vulnerables, preguntándonos si somos correspondidos, tu cuerpo llenándose enteramente de mí con cada abrazo que nos damos... son besos y miradas,
deseosas ganas de seguir, deseos de dejarse ir, abrazos que sacan el aire, besos que lo recuperan, dos enamorados envueltos, enredados, perdiendo toda certeza y noción de lo que es real o no.
Yo no sé de mañana, y mucho menos de ayer, nadie lo sabe. Pero solo se que hoy, amor de mi vida, hoy mi felicidad eres tú.

Narración de una carta pérdida.