𝐸𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝘩𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎𝑠𝑡𝑟𝑜 (𝐿𝑜𝑔𝑎𝑛 𝑔)

4

—¿que esta pasando aquí ? -mi padre interrumpe la guerra de comida, Logan y yo nos miramos a la vez, miro a mi padre donde se cruza de brazos-

—Papá ha empezado el -señaló a Logan-

—Ahora la culpa la tengo yo -dice poniendo los ojos en blanco-

—Los dos estáis castigados -el tono de voz de mi padre me dice que está muy enfadado- nos vamos a cenar todos y vosotros dos os  quedáis aquí limpiado la cocina -mira al rededor nuestra donde la cocina está llena de comida que nos hemos echado encima-

—Pero papá -me quejo sabiendo que la culpa de todo la tiene Logan-

—Ni peros ni nada -dice saliendo de la cocina-

—de Puta madre -digo enfadada- esto es por tu culpa -lo señalo-

—eh eh, que tu me has empezado a tirar la harina, no todo es mi culpa -me mira-

—tú has empezado primero tirándome agua -digo defendiéndome- no te soporto -digo levantado la voz-

Me voy a la ducha, me ducho ya que estaba llena de mierda, me pongo el pijama y bajo a limpiar  la cocina, Logan se va a duchar y cuando termina se sienta en el sillón, le veo y voy donde el esta.

—tú, levanta el culo y ayúdame a limpiar la cocina -digo poniendo las manos en las caderas-

—eres una mandona repelente -me mira con cara de asco- vete a limpiar la cocina y déjame en paz -vuelve a coger su móvil-

—que te levantes ayudarme -le cojo el móvil de las manos-

—que haces niñata -se levanta de un instante- dame el móvil -niego con la cabeza-

—me ayudas y te lo doy -empiezo a correr, subo a mi habitación para esconder su móvil-

Logan me persigue corriendo detrás de mi, me subo en la cama pero Logan me tira a la cama y sin darme cuenta se pone encima mía, estamos a centímetros de nuestras bocas, nos separamos inmediatamente cuando oímos que están cerca de mi habitación, entra mi padre.

—quiero la cocina limpia cuando volvamos de cenar, llegaremos tarde -nos dice y vuelve a cerrar la puerta-

—dame el móvil niña -me  extiende la mano para que le dé el móvil-

—mira hacemos una cosa, tú me ayudas a limpiar y yo te doy el móvil y te dejo en paz

-¿seguro? -pregunta-

-yo cumplo mis problemas -digo levantándome de la cama-

Bajamos a la cocina, empezamos a limpiar la cocina, para que se haga menos amenos cogo un altavoz y pongo música.

—para ser una niña repelente tienes buen gusto para la música -se ríe-

—y tú eres un malote que te crees mucho -le digo sin mirarle limpiado la encimera-

—bien que estabas apunto de besar a este malote -se va acercando a mi con cada palabra que va diciendo-

—no te iba a besar creído -le pongo mala cara-

—pues bien que no te has apartado cuando estábamos a centímetros -me coge de las caderas-

—tienes más fuerza que yo y no pude quitarme -le quito las manos de mis caderas-

—hay muñeca -vuelve a cogerme de las caderas- se que estas deseando besarme -me dice con una media sonrisa-

—no te flipes tanto malote -le empiezo a dar golpecitos en el pecho- y déjame que quiero terminar de limpiar -me quito bruscamente sus manos de mis caderas-