¡hey! | Mimo

🌾 ; T w o

Mina dejo a Momo en su casa dándole un pequeño beso de despedida, le dijo que la pasaría a buscar mañana como todos los días, con uña sonrisa en la cara fue hacia su casa. Al entrar vio a su padre sirviendo la comida, le dijo que se iría a cambiar para comer.

La pelinegra bajó y se sento junto a su padre para ver uno de los tantos videos que veían de extraterrestres porque a su padre le encantaba todo lo relacionado con ello y Minari solo quería ver a su padre feliz. Al terminar de comer, lavo los platos y subió a hacer su tarea pendiente, mientras escuchaba algo de música de su grupo favorito del momento Red Velvet.

luego de terminar decidió darse una ducha, su cabeza dolía demasiado gracias al montón de tarea que le habían mandado ese día, mientras se duchaba penso en cambiar un poco su estilo, al salir de la ducha se vistió y pensó en teñirse el pelo.
Rubio le quedaría bien, empezo a hacer la mezcla para el decolorado y se la empezo a poner en el cabello, luego de unos minutos, se saco el decolorante quedando así su pelo de un colo rubio anaranjoso, se decoloró una vez más quedando así su pelo de un rubio más aceptable, se peino el pelo autoelogiandose por el lindo color que le había quedado.

se puso su pijama y decidió dormir un poco, esperaria a que su padre la llamara para comer, mientras una tenue música sonaba en su habitación decidió acostarse y taparse bien. El invierno estaba cerca y eso la ponía feliz, no aguantaba el odioso calor, mientras se tapaba quedo pensando en lo que le había dicho Jongin, le aterraba que sus celos fueran más lejos haciendo así que Momo no pudiera tener amigos, no quería eso, así que decidió empezar a hacer algo para mejorar su control ante los celos, se paró dispuesta a hacerlo, pero volvió a acostarse diciéndose que mañana tendría que empezar.

en medio de su sueño donde se casaba con su novia, sintio cosquillas y se levantó exaltada, casi pegandole una patada a su padre, asustada se disculpo mientras el hombre se reía a carcajadas diciendole que no importaba.

comieron mientras cada uno pensaba en lo suyo, ahora que lo pensaba bien, ¿como haría para controlar sus celos? eso no lo había pensado, terminaron de comer y Minari aun seguía preocupada, sin saber que hacer.

—Papá, ¿qué hacías cuando querías controlar tus celos cuando mamá se iba con sus amigos?—le pregunto a Jungsoo quien limpiaba las cosas.

—solo me autoconvencía de que nunca iban a ser nada y así fue, tu madre siempre me fue fiel sin importar cuantos amigos tuviera, siempre tuvo sus ojos en mi y eso me alegra, ahora esta en un lugar mejor, siempre hay que pensar en ella—, sonrió dulce y beso la frente de minari—, ve a dormir mañana sera un día largo, hija.

asintió con una sonrisa y se dirigió hacia el baño, lavandose los dientes, mientras que lo que le dijo su padre rondaba por su cabeza, así que... ¿autoconvencerse? lo intentaría.

Un nuevo día llego el sol brillaba, era un día hermoso, pero no para la ahora rubia chica, se había despertado enferma y apenas se dio cuenta le dijo a su tierna novia que no podría pasar a buscarla, la del flequillo contesto que no importaba y que iría a su casa esta tarde a cuidarla todo el fin ee semana. Una sonrisa se formó en sus labios mientras intentaba con todas sus fuerzas levantarse, aun así no podía, menuda mierda.

su cabeza dolía como los mil demonios y sus ojos estaban ardiendo, le lloraban como nunca antes, su padre fue hacía a su habitación.

—ayer no te secaste el pelo, has dormido con tu cabello mojado, obviamente te ibas a agarrar un resfriado—, le regaño, además de dolerle la cabeza, los ojos, la garganta y estar sudando gracias a la fiebre, estaba afónica, en esos momentos quería llorar, pero no lo haría.

se disculpó forzando su voz para que la escuchara y pero el hombre le dijo que se quedará alli acostada y que intentará no hablar. Se sentía desfallecer la cabeza le dolía mucho.

cuando se durmió, su padre entro a la habitación con una pastilla y un vaso de agua, la vio con una sonrisa,  dejo las cosas en la mesita al lado de su cama beso la frente de la chica y se fue a trabajar

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La japonesa se encontraba muy preocupada por su novia, al entrar Jimin la vio preocupada y se acerco a ella dándole un abrazo que Momo correspondió sin muchas fuerzas.

—¿qué pasó, Momoring?—le pregunto el rubio a la pelinegra, mientras caminaban al salón.

—Minari está enferma y estoy preocupada por ella, Minnie—, contestó con mucha preocupación en su voz, el rubio solto una risita enternecido por la actitud de la japonesa.

—aw, bebé, ella estará bien, conociendote se que la irás a ver después de clases, así qué ¿quieres que te acompañemos con Nammie? El me acompañara a casa también y como queda de paso de la casa de minari te podemos acompañar sin problemas—, le comentó con una sonrisa sentandose en sus lugares esperando a que el profesor llegará a empezar a dar las clases.

El profesor llegó y dio la clase, al terminar toco el timbre, Momo se quedo con Jimin y Nam viendo como estos dos se daban mucho cariño, el más alto llenando de besitos a el rubio, así se quedo pensando en que extrañaba mucho a su novia en estos momentos, un puchero se instaló en sus labios, y sus ojos cristalizándose.

Jimin la vio y se preocupó al instante—, ¿qué paso, Momoring? ¿está bien?—le preguntó y la japonesa asintio diciéndole que extrañaba a su novia, que no importaba, en esos momentos Lisa entró al aula corriendo y le entregó a Momo una galletita de chocolate.

—Un especial de Mina, niña—la tailandesa le sonrio y salió del salon, Momo miro la galletita sonriendo sabiendo que su novia le había preparado galletitas aun estando enferma, eso la incentivo a prepararle algo o al menos comprarle algo a ella.