Honduras.-
la que mas me gustan son las del duende y la viudita, pero, la primera fue el carretón de la otra vida, es buena, algo sádica pero me gusta
El carretón de la otra vida
En las noches cerradas y sobre todo en las de "Sur y Chilchi", se dejaba oír de pronto en lo soledoso de la campiña un agudo chirriar de ejes y un fuerte restallar de látigo, que hacían crispar los nervios de las buenas gentes y entrar en natural espanto. Mayores eran la turbación y el temor cuando tales ruidos eran percibidos en campo raso y el cuitado descabezaba un sueño en la pascana, junto a su jato carretero y sus bueyes. Rechinos y trallazos se escuchaban entonces con más fuerza y como si el ente y el artefacto que los producían caminasen cerca y estuvieran a punto de pasar por delante de la pascana.
Alguna vez se alcanzaron a percibir las voces del lúgubre carretero que instaba a las yuntas, y era su tono gangoso, aflautado, hipante, como no es capaz de modular ninguna garganta humana.
Si al rasgar el cielo un relámpago el campo se iluminaba súbitamente y el cuitado viajero tenía tiempo y valor para echar un vistazo, la figura del carretón fantasma se escorzaba apenas, como hecha con líneas ondulantes imprecisas.
Aunque visión campera por excelencia, no faltó vez en que se mostró en la propia ciudad, bien que a la parte de afuera y precisamente en la calle -entonces apartado y desierto callejón- que pasa por delante del cementerio. Más de un trasnochador y parrandero acertó a columbrarlo, cuando entre crujidos y estridores discurría con dirección al Lazareto.
Pero cierta noche de perros en que las sombras se apelmazaban y aullaba el viento, un prójimo dio de manos a boca con la aparición. Salía de una casa vecina, después de haber corrido en ellas largas horas de diversión copiosamente regada. Los vapores etílicos que le ocupaban la azotea le habían puesto en la condición de bravo entre los bravos y capaz de enfrentarse con cualquier peligro.
Al ver el carretón deslizarse sobre el arenoso suelo de la calle se lanzó hacia él, resuelto a saber cómo era. Lo supo al instante, de una sola ojeada. Pero de carretón ¡ay!, sólo tenía la traza. Las estacas estaban constituidas por tibias y peronés de esqueleto y en lugar de teleras asomaban costillas descarnadas del mismísimo esqueleto humano. Del carretero sólo se veía la cara, si tal puede llamarse a una horrenda calavera, dentro de cuyas cuencas vacías algo brillaba y centelleaba como las brasas de un horno.
Ante la contemplación de semejantes horrideces, el hombre sintió que la tranca se le iba de un salto. Y no pudiendo más con lo que tenía por delante, echó a correr despavorido. Y gracias a Dios que llegó con bien a casa.
El carreton de la otra vida
Segimos mirando la leyenda, vaya que era buena todos atraen, pero los chicos, mis hermanos, junto a los menores se espantaron, sabía que sol era una leyenda pero por mi cabeza paso una pregunta, la estaba pensando, pero se me salio
Honduras: Y si fuera real?
Susurre, después me tape la boca, sabiendo que, sólo es una leyenda ¿no?, rato después de que este por terminar se escucharon, latigazos
Argentina: Qué fue eso?
Ecuador: AH! Eso fue un latigazo, como el de la leyenda
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Un Poco De Tu Medicina《TERMINADA》
RomanceVa a tener: -rusivia -rusmex -mexivia -rusbol -ucrabol -chibol -argebol -parabol -perbol -venebol -colivia -ecualivia -urubol -brasivia -argbra -Venezuela x Colombia x Ecuador -Paraguay x Uruguay Personajes Prinipales Argentina Bo...