Un Pequeño Cuento (one shot)

Un mundo desconocido

Estoy preocupada, Rajah ha desaparecido y no sé dónde está, llevo horas y horas buscándole, pero no le encuentro: - ¡Rajah, Rajah! ¿Dónde estás? – digo otra vez.

Triste y agobiada, porque he perdido a mi tigre, decido ir a buscarlo.

Pero… ¿Dónde puedo buscar?...

-Venga Jazmine piensa como un tigre – Me dice mi conciencia.

¡Lo tengo! Voy a buscar en el bosque, seguro que habrá ido a dar un paseo y se ha perdido.

-¡Rajah, Rajah! – Grito en medio del bosque, aunque obviamente nadie me escucha.

De repente, veo unas huellas muy, muy grandes que seguramente no serán de perro, ni de pájaro, sino de mi querido tigre. Porque decidme: ¿Qué hacen unas huellas tan grandes en un lugar como este?

Me dispongo a seguirlas, cuando oigo un extraño ruido que va en la misma dirección. Ando un buen rato hasta que las grandehuellas se paran en un extraño lugar. Un agujero que parece que no tiene fondo. Me asomo y… ¡Oh no! Me tropiezo y caigo dentro del agujero.

Cosas muy raras empiezan a caer a la vez que yo: un piano, una estantería, de repente reboto en una cama y finalmente acabo en suelo dándome un gran golpe.  

Entonces la situación cambia, ahora veo una habitación con una puerta diminuta y una mesa en la que hay una botellita que pone: BEBEME, hago caso. De repente todo lo veo cada vez más grande y la diminuta puerta, ahora es enorme. Pero… ¿Cómo la abro? Veo una llave en la mesa de antes, pero como soy tan pequeña no puedo llegar a ella. Así de la nada, aparecen unas galletas en las que pone escrito: COMEME, hago caso. Y ahora todo se empieza a hacer cada vez más pequeño, cojo la diminuta llave de la mesa y me vuelvo a beber el líquido de la botellita.

Pequeña otra vez.

Cojo la llave de mi bolsillo y con muchos nervios la meto en la cerradura, no sé que me voy a encontrar al otro lado. Finalmente abro la puerta. Veo un mundo nuevo y muy extraño: Setas gigantes, animales desconocidos, y un montón de colores.

Me adentro en el bosque, y por un momento me olvido de la verdadera razón por la que he venido. Buscar a mi Rajah perdido.

-¡¡Rajah, Rajah!! - grito. Con la esperanza de tener una respuesta.

- ¡Shhhhh!- me contestan. - Vas a despertar al resto de animales. - dice una voz de lo que parece una persona normal.

- ¿Pero tú quién eres? ¿Y dónde estoy?

- Pues en el País de las Maravillas, donde todo es posible. Y yo, claro está, soy la famosa Alicia, de la que se habla en un montón de cuentos, si hasta han hecho una película sobre mí.

Bueno dime en que puedo ayudarte, y veré lo que puedo hacer.

-Mi tigre se ha perdido, y siguiendo sus huellas, he llegado aquí, necesito tu ayuda para encontrarlo.

Nos adentramos en el bosque, y voy descubriendo este hermoso y extraño lugar. Preguntamos a todo lo que se nos cruza en el camino sobre Rajah, pero parece que nadie lo ha visto. Yo estoy segura de que está aquí.

De repente nuestro viaje es interrumpido por la cabeza de un gato con una sonrisa enorme, anunciándonos que él sí que ha visto a mi tigre, pero que ahora no sabe dónde está. Nos indica hacia donde fue la última que le vio: “Seguid el camino de las flores rojas, preguntarlas, ellas os indicarán hacia donde ha ido”.

Le hacemos caso y seguimos el camino.

-Perdone, Señora Rosa ¿usted ha visto a su amigo? es un animal naranja con rayas negras.

- La verdad, sí que le he visto, se fue por ahí, y por lo que le entendí, iba hacia la casa del Sombrerero.

- Vale muchas gracias, que tenga un buen día.

Con mucho cansancio, continuamos nuestro largo viaje, hasta que por fin llegamos a casa del Sombrero. Pero al parecer no hay nadie. “Se habrán ido de paseo, no tardarán mucho, vamos a esperarles tomando un té” me dice Alicia.

Al cabo de un rato, aparece el Sombrero, y detrás de él está… Mi pequeño tigre. Voy corriendo a abrazarlo, con lágrimas en los ojos. Pensé que le había perdido.

Entonces el Sombrerero me explica que se lo encontró perdido y desorientado en medio del bosque. Y se lo llevo a su casa esperando a que alguien le encontrará.

-Muchas gracias por todo - les digo - pero es hora de irse.

- ¡Jazmine!  Vuelve cuando quieras, te vamos a echar mucho de menos.

¿Pero qué es esto? Me están lamiendo la cara. Me despierto en mi habitación con mi tigre al lado. Todo ha sido un sueño, o eso creo.

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Espero que os haya gustado

Pasaros por mi otra novela SOBREVIVO

Gracias Isa ♥

Pd: perdón por el desorden de palabras,  lo he hecho en el ordenador y se me ha quedado así.