Necesidad | Apolercy

Parte 7 y Ultima

Después de la guerra contra Gaia, los dioses habían dado a sus héroes dos años para volver a ponerse de pie. Ahora, en el segundo aniversario de su victoria, habían invitado a todos los semidioses que habían jugado un papel crucial en su victoria al Olimpo. Querían honrar a los semidioses y mostrarles su agradecimiento.

Zeus acababa de terminar su discurso de agradecimiento y quería comenzar a dar las recompensas, cuando fue interrumpido. Apolo se arrodilló respetuosamente frente a su trono. "Por favor, perdóname, padre, pero antes de continuar quiero pedirte que revoques mi condición de dios y me hagas mortal".

Un silencio desconcertado se extendió en el gran salón. La mayoría de las personas que asistieron miraron en shock al Dios del Sol, normalmente tan amante de la diversión, que generalmente era incapaz de tomar nada en serio. ¿Y ahora fue él quien hizo una solicitud que cambiaba su vida tan seriamente?

"¿E-eres consciente de lo que me preguntas y pides?" el rey de los dioses tartamudeó después de un momento. Sus ojos celestes estaban clavados en su hijo generalmente tan volador con horror.

La determinación en los ojos dorados demostró que el Dios del Sol estaba muy consciente de lo que estaba preguntando.

"¿Por qué quieres ser mortal?" Hera preguntó con curiosidad. Era ampliamente conocida que no amaba los "errores" de su esposo, pero no quería robarle a nadie su estatus de dios.

Afrodita chilló de alegría cuando comprendió de qué se trataba. "Amor ... nuestro pequeño Apolo ha encontrado su único amor verdadero ... oh ..." Ella suspiró.

"¿Y tu amado es mortal?" Artemisa preguntó intrigada.

"¿Por un mortal quieres renunciar a tu poderosa inmortalidad?" preguntó Ares al mismo tiempo.

El dios del sol volvió su mirada hacia el dios de la guerra. Y a pesar de que todavía estaba arrodillado ante el trono de su padre, Ares se sentía como la tierra miserable en el fondo de la sandalia de su medio hermano. Cuando Ares apartó la vista de su hermano avergonzado, Apolo se enfrentó a su padre y al rey una vez más. Orgullosamente, confirmó: “Sí, quiero renunciar a todo lo que soy por un mortal, porque sé que no soy nada sin él. Y quiero pasar el resto de su vida a su lado, solo para descender al reino de Hades con él. Porque si niegas mi pedido y él muere, me condenarías a la Miseria  eterna. Una vida sin él ... "el dios tragó saliva," ... inimaginable ... "Terminó en un susurro.

Esta confesión emocional dejó a la diosa del amor sin palabras, especialmente porque ella no sabía quién había logrado barrer a Apolo de esa manera. Quienquiera que fuera tenía que ser una persona extraordinaria. Pero también, porque era la primera vez en la larga, larga historia de los dioses que uno de ellos renunciaba a su inmortalidad por amor. Por lo general, sus amantes mortales pagaban por su egoísmo.

"E-espera ..." una voz temblorosa cortó el silencio. Todos los ojos se volvieron hacia el hablador, que se abrió paso al frente a través de sus camaradas, hasta que estuvo de pie junto al rubio, que se había reducido al tamaño humano cuando escuchó la voz.

Completamente aturdidos, todos vieron como el joven ponía sus manos alrededor de la cara del mayor y la bajaba un poco, para que su frente pudiera tocarse.

"¿Q-por qué ... quiero decir, p-por qué ...?" el hijo de Poseidón seguía  impotente.

Algunos de los otros ya estaban lanzando miradas al dios del mar. Se sabía comúnmente que era bastante protector con Percy, casi tan protector como una leona. ¿Y ahora uno de ellos aparentemente se había atrevido a tocar a su amado hijo?

Pero para sorpresa de todos, el dios normalmente tan irascible no se movió. En cambio, miró a la pareja en una mezcla de orgullo, melancolía, amor, comprensión y dolor.

Para calmar a su confundido amante, Apolo jaló al más joven en un beso suave que dejó más que claro a todos que Percy no era solo un juguete para el dios, sino que el dios y el semidiós llevaban el corazón del otro en sus manos.

Cuando se separaron, Apolo pasó los nudillos tiernamente sobre la mejilla de Percy. “Sé cómo te sientes acerca de la inmortalidad. Entonces, decidí dejar mi Estatus, para que podamos pasar el resto de nuestro tiempo juntos ".

Impotente, Percy miró a los ojos dorados de su amante piadoso y no pudo comprender completamente lo que el dios le estaba ofreciendo. Claro, había sentido que su relación era más profunda de lo normal para las relaciones de un dios con los mortales.

¿Pero  Apolo estaba dispuesto a llegar tan lejos?

¿Por él?

¿Debería ser egoísta y aceptar el sacrificio del dios?

¿Debería hacer a un ser que debía ser inmortal , mortal?

¿Robar a este ser querido de todos sus poderes y dejarlo débil como un recién nacido? ¿Realmente podría hacer eso?

¿De verdad Apolo lo amaba tanto?

Una suave voz le susurró al oído
" Si..si lo haría, y si lo hago.."

ᴇʟ ғɪɴ