私 の 愛 || 𝐓𝐚𝐞𝐭𝐞𝐧

.....《Stay》.....

Taeyong caminó, al principio sin rumbo, pero después decidió intentar ir a casa de Sicheng. No pudo llamarlo, porque se olvidó de llevar su celular con él.

Timbró cuando llegó a la casa de su amigo. Le abrieron cuando supieron que era él, la Sra. Dong estaba sonriente de ver al coreano, hasta le despeino sonriendo, cosa que hizo sonreír al menor, Sicheng, sin duda, tenía una muy buena madre.

_¡Taeyong! _escuchó la voz de su amigo_ no sabía que vendrías.

_Sí _el mayor estaba algo triste y ambas personas presentes lo notaron_ ¿podemos ir a tu habitación a hablar?

_Vamos.

Subieron y la Sra. Dong prometió llevarles algo de comer luego.

_¿Qué paso? _preguntó el chino mientras cerraba la puerta.

El coreano se sentó en la cama y dejo la mochila en el suelo, estaba cansado pero  habló con confianza, le contó todo.

_Wow _Sicheng no podía hablar, estaba conmocionado_ yo nunca pensé que esa sería una de las razones por las que TÚ te saldrías de tu casa... ¡Wow!

_Las cosas cambian _sonrió Taeyong.

_¿Te quedas a dormir? _preguntó su amigo.

_Si es que no te molesta _respondió con una pequeña sonrisa tímida.

_No, no molesta. Quédate.

Arreglaron el lugar en donde Taeyong dormiría, una sofá que estaba cerca de la cama del chino. La madre de Sicheng los ayudó a acomodar todo mientras mantenían una animada conversación entre los tres. 

La Sra. Dong era muy alegre y amable, les cocino la cena y les ayudo en las tareas. El coreano hizo todos sus trabajos en hojas, ya que también había olvidado su cuaderno y su libro.

_Los dejó _se despidió la mayor, saliendo de la habitación, apagando la luz_ Buenas noches.

Se quedaron un momento en silencio, pero no era incómodo. Sus miradas paseaban del techo al suelo un y otra vez. Hasta que Taeyong habló.

_¿Desde hace cuanto sales con Yuta? 

_Mmm _la sonrisa de Sicheng era obvia_ algunas semanas... Ya le preguntaré a él, siempre se acuerda de todo.

_Me sorprende que me hayas podido ocultar _el coreano intentó sonar menos dolido de lo que en realidad estaba_ aunque si yo hubiera estado en tú lugar también lo ocultaría.

_Tenía miedo _dijo el chino.

_¿Miedo de qué? 

_Miedo a perderte _contestó el menor_ miedo a perder tu amistad, eres muy valioso para mi Taeyong, y estoy seguro que para otras personas también.

Una sonrisa salió de los labios del mayor, esas simples palabras habían hecho que este día de mierda fuera mejor... totalmente mejor.

_Buenas noches, Sicheng.

_Buenas noches, Taeyong.