Al pasar los días mi rutina seguía siendo la misma, hasta que en uno de mis descansos para ir a comer me llegó un mensaje de un número desconocido, extrañada lo abrí y eras tú, el mensaje decía que me invitabas a tomar un café en la cafetería que quedaba cerca de donde nos encontramos esa noche, dudosa acepté ya que me citabas a las 9:00 P.M un poco tarde a ser sincera, pero no podía negarme porque estaba dispuesta a devolverte la sombrilla.
Al salir de mi turno comprobé si llegaba a tiempo para el encuentro y efectivamente estaba a 10 minutos de la cafetería, así que llegaría a la hora acordada, al llegar pude verte sentado cerca de la ventana, un poco alejado de lo demás, temerosa me acerque y te salude con un típico "buenas noches" te levantaste y contestaste de igual manera, invitándome a sentarme frente a ti, noté que traías ropa deportiva y encima el mismo abrigo de esa noche, solo que en esta ocasión llevabas una mascarilla cubriendo tu boca, creí que estabas enfermo, así que me atreví a preguntarte si estabas bien, extrañado me miraste y me dijiste que estabas un poco cansado, al parecer no habías entendido mi pregunta, en un momento llegó el mesero y tomo nuestra orden al irse empezaste a reírte de manera tímida y te miré para que me explicaras el porqué de tu risa, así que me dijiste que si mi pregunta venía al porqué de la mascarilla que llevabas puesta y realicé un gesto con la cabeza en respuesta, así que me respondiste que la llevabas simplemente porque sí, me pareció algo extraño, pero tu forma de hablarme me causó un leve sonrojo, al llegar el camarero con nuestros pedidos, empezamos a comer y a tener una charla muy casual, a la hora de marcharnos me despedí y ahí fue cuando conocí tu bello nombre Kim Namjoon.
