oneshot

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- El chico sentado al lado de la ventanilla no deja de mirarme, sé que me está mirando aunque trate de disimularlo ¿Por qué me mira tanto? – pensaba Rubén mientras estaba de pie en el autobús camino al colegio.

Siempre en un horario así, solía estar repleto de personas por lo que le tocaba ir parado pero ese chico que iba sentado, siempre conseguía ese asiento cerca de la ventana, siempre el mismo.

Eso era porque Miguel vivía mucho más lejos y cuando él tomaba el autobús, éste iba vacío y podía conseguir su asiento favorito que era uno de los últimos. En el largo viaje se entretenía leyendo libros de arte o algo que contenga diferentes tipos de dibujos porque de eso se trataba su vida. Miguel es pintor o camino a ser uno ya que aún está estudiando, pero desea ser un pintor reconocido cuando tuviese la oportunidad de mostrar su talento. Aún debía terminar el último año del colegio y luego de eso escogería alguna carrera con orientación a las artes.

Él sabía bien que en algún momento el chico castaño de ojos verdes tomaría el mismo autobús, porque ambos iban al mismo colegio aunque seguramente ese chico no lo supiera o nunca haya prestado atención a ello. Disimulaba bastante el quedarse mirándole aunque a veces sus ojos se desviaban y era demasiado notorio de que le veía.

Rubén lo sabía muy bien, el chico de lentes estaba concentrado en leer su libro pero de a minutos su mirada siempre se levantaba para verle a él. Fingía no darse cuenta, era divertido y en algún momento se le ocurría preguntarle porque su atención se clavaba a su persona de esa manera pero decidía ignorarlo y seguir el trayecto. Al castaño no le molestaba, quizás ese chico quería ser su amigo, eso pensaba, porque ambos iban al mismo colegio, claro que sabía que iban al mismo colegio, ambos eran del último año pero diferentes divisiones.

No quería darle mucha atención a ese chico allí sentado, su mente debía enfocarse en lo que era más importante. Mientras el viaje seguía, Rubén se colocaba sus audífonos y sus oídos se llenaban de sonatas de piano, sus dedos como por si solos se movían en el aire simulando tocar un piano. Obvio que lo hacía delicadamente, la intención era ir sacando las notas en su mente para luego practicarlo en el piano a la salida del colegio. Ese chico quería ser pianista y tenía planeado escoger alguna carrera de música el año siguiente sumado a participar en algunos concursos en prueba de poder tener éxito con aquello. Sus clases eran exigentes por lo que debía estar listo cuando se dirigiera a las clases particulares de piano que quedaba a algunas calles de su colegio.

Ambos descendían a pocos pasos de la entrada, Miguel leyendo su libro de arte y Rubén aún escuchando su música mientras daba leves golpes en el borde de su pantalón con sus dedos. Luego ya no volvían a verse más, únicamente en recreos pero a metros de distancia, no eran amigos, tampoco conocidos, no eran nada…

Sus horarios de salida eran distintos, a veces uno salía más tarde que el otro. Ese día en particular, Miguel se tenía que marchar antes pero no lo hacía porque aprovechaba la sala de artes en el colegio, su profesor que también era como su maestro particular de arte, le dejaba usar ese aula para que pintase a su agrado, los cuadros y pinturas debía ponerlos de su parte porque era algo extracurricular. Allí podía aprovechar ese tiempo en practicar y plasmar todo lo que quisiera por unas horas antes de que otro curso tuviese que ocupar el aula para sus clases, su maestro cuando tenía tiempo le ayudaba y aconsejaba, nadie excepto él tenía esta oportunidad.

Rubén le tocaba marcharse una hora después. Tomó su mochila y se colocó sus audífonos, su mente se mantenía concentrada siempre en lo que escuchaba pero en esta ocasión, al tardarse de escoger una canción, su vista se dirige hacia la ventana de la puerta de artes y allí lo ve a él, al chico del autobús pintando quien sabe qué cosa, pero sin entender la razón, se quedó viendo por unos segundos como daba finos y delicados trazos con el pincel en el lienzo. Parecía que sabía lo que hacía, un único chico en aquella sala cuando todos los demás se marchaban a casa… se dió cuenta que era como él, tenía algo en lo que quería destacarse. Una curiosidad de saber que era lo que pintaba le invade pero no podía perder más tiempo, sus clases de piano no podían atrasarse. Aunque el chico de lentes no lo supiera aún, ahora tenía la atención del castaño, del chico al que nunca se animó a hablarle…

Mi arte es tu sonrisa / oneshot rubelangel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora