19- Aaron Wither

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Me quede aterrado, trate de no moverme. El o ella me sentó, solo podía ver la daga y su varita. Los pasillos estaban desiertos en el momento en que me atrapo en esa cabina, así que nadie me vio. No me anime a decir una palabra porque podría clavarme esa daga filosa y brillante. En la habitación no había ni un rayo de luz, solo uno muy pqueño, del tamaño del ojo de mi atacante, en donde el miraba hacia los pasillos. Nadie podría rescatarme, a mi solo me apetece entrar a una cabina oscura y tenebrosa, los chicos notarían mi ausencia. La situación no podía empeorar mas, ¿o si? No había traído mi varita. Maldecía para mis adentros. 

Pasamos no se cuantos minutos en silencio, en un momento, el saco una sogas (o eso me pareció ver) y me ato de pies y manos. Yo no opuse en ningún tipo de resistencia, el estaba armado y yo ni tenia mi varita. Pero note que me podía desatar los nudos rápidamente.

-Eres un buen chico- Pronuncio con la misma voz aterradora con la que había hablado antes- Si te comporta así cuando te mate, seria genial.

No reconocía esa voz, era áspera y grave. Mi respiración era agitada, no podía parar, mi corazón iba a mil. No creí que saldría de esta, pensé que moriría. No tenia mas esperanzas. Por suerte, el tren dio una sacudida y hizo caer a mi atacante, yo aproveche y me desate. Su varita y su daga volaron por los aires, yo tuve la suerte de tomar la varita y el primer hechizo que se me  ocurrió fue darle luz a la habitación. No podía ver su rostro porque la luz era débil, pero lo vi. Porque no me lo había imaginado antes.

Era Michael.

Pero no era el, estaba cambiado. Tenia un aspecto mas salvaje, tenia la camisa rasgada y una herida en la mejilla. Además, el no tenia esa voz. Yo todavía temblaba, el no era Michael. Me atreví a hablar:

-¿Quien eres?-Dije con nerviosismo

-¿Que no me reconoces?- Con esa voz atemorízante- Soy Aaron, Aaron Wither. Y ya se lo que estarás pensando ¿Pero si tu estas muerto? ¿Como te infiltraste en el tren? ¿No era que te llamabas Michael? Mira ahórrate esas preguntas, yo no soy ningún idiota. Yo penetre tus sueños, ¿no es verdad? Así que escucha...- Mientras hablaba se ahogo de la nada- Escucha bien...- Cada vez su voz era mas débil. Hasta que surgió otra voz, una voz mas aguda y menos tenebrosa:

-Déjalo Aaron, el no tiene nada que ver, déjalo libre- Era la voz de Michael, del Michael verdadero. Desde afuera, parecía que se debilitaba a cada palabra- Cállate maldito. Deja de hacer eso Michael Conner, te lo ordeno- Era esa voz, la de Aaron Wither.

Yo estaba paralizado del susto, no sabia que hacer. Tome la Daga y la varita y salí de allí lo mas rápido posible. Camine sin un destino, camine y camine por los pasillos. Llegue a la cabina de Mariangela, que me detuvo. Tenia cara de preocupación, de tristeza. Me tomo de brazo y me hizo dar la vuelta. Estaba sola es esa cabina, eso me sorprendió. Y me hizo una pregunta, que no se porque respondí eso, pero lo hice:

-¿Has visto a Michael?-Pronuncio ella- No lo veo desde hace rato.

-No, no lo he visto. 

Jake Volder, Una travesura inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora