Love Accident

Capitulo 1. Ángel

CAPÍTULO 1

Era un niño de nuevo, jugaba con su padre aventándose bolas de nieve. Corriendo entre aquellos pinos nevados, riendo a carcajadas mientras Estefan lo seguía. Sus piernas eran cortas y no avanzaba tan rápido como creía, obviamente su padre le dejaba una gran ventaja. La nieve se metía en sus botas color verde, sus rizos revoloteaban por todas partes gracias al viento. Volteo para ver a su padre y se asustó porque ya no lo seguía. Al regresar su vista al frente, no alcanzó a esquivar aquel gran tronco caído y su cuerpo dio directo al suelo.

No podía respirar, la nieve le tapaba la nariz y la boca. Su reacción fue levantarse y sacudirse, empezó a toser para sacar la nieve.
- ¡Papi!... ¡¿Dónde estás papi?!-.
Sentía tanto miedo...

Al fondo se empezó a escuchar un solo de guitarra, seguido de unas campanas. Su padre salió detrás de un pino cantando - ¡Jingle bell, jingle bell, jingle rock!-. La música se fue escuchando cada vez más fuerte, hasta que lo sacó de su sueño.

Al levantar mis párpados mire total oscuridad, a excepción de la luz y vibración de mi celular con la canción Jingle bell sonando como alarma. Apague la música y comencé a reírme como estúpido, el sueño se había convertido en algo verdaderamente absurdo. Bueno, no es que nunca haya escuchado a mi padre cantar, pero aún sigue siendo gracioso.
-ah-
Volví a acostarme en el sillón, dejando salir una gran suspiro. No sé ni a qué hora me quede dormido, pero por fin pude terminar de cocer el traje de reno.
Se preguntaran ¿Por qué Harry hizo un traje de reno? la razón fue que Ángela, una mujer muy amable y mi vecina más cercana, acaba de dar a luz a su segundo niño. La pobre apenas podía con su alma y resultó que Kevin iba a salir en la obra navideña de la escuela. Dio la casualidad que fui a visitarla y me ofrecí a ayudarla.

Estire los brazos y pies. Me senté y volví a dar un gran bostezo. Limpie las lágrimas que me provocó, para después agarrar mi celular y revisar la hora. Cinco con treinta minutos de la mañana.

-¡Carajo!- ya era un poco tarde, así que de un salto me levante. Solo que no mire donde pisar, enseguida sentí varios pinchazos en la palma de mi pie izquierdo.
-¡Ah!- lo alce y allí estaba insertado aquel pequeño oso de peluche, en él ponía todas las agujas que usaba. Lo arranqué con cuidado, dolió de todas formas.
Me asuste un poco, es en estos momentos donde recuerdas lo peor que te han dicho relacionado con el incidente. La anciana Jerkins decía que una aguja se puede meter entre las venas, llegando al corazón para matarte al instante.

Era estúpido, considerando que aquella anciana era un poco paranoica, por lo tanto todo lo exageraba. Me reí de mí mismo mientras sacaba, con cuidado, cada aguja que seguía insertada en mi piel. Ahora la palma de mi pie era adornado por siete puntos rojizos. Avente el osito de peluche dentro del costurero, luego lo pondría en su lugar.

Camine cojeando hasta las escaleras, las subí de una por una. En realidad esto se me hace tedioso; siempre las subía corriendo de dos en dos. Varias veces estuve a punto de caerme y romperme el cuello. Es lo más "extremo" que hago en mi día.
Me quedé un momento en el último escalón, amo observar la fotografía que colgaba en la pared de madera. Allí está mi padre. Vestía su chamarra azul, que por cierto decía que le daba suerte, su cabello blanco por las canas y unas arrugas alrededor de sus ojos verdes. Yo a su lado, un simple muchacho alto de dieciocho años. Mi cabello ya no es rizado y largo, ahora es corto. Mis brazos habían adquirido un poco de músculo. Ya no tengo que ocultar aquellos huesitos con esa chamarra de cuadros negros y rojos. En el fondo estaba ese hermoso gran pino, lo decorados juntos.
Ese pino aún está en la entrada de la ciudad y se ha vuelto una tradición adornarlo. Antes de papá, a nadie le interesaba. Un día al viejo se le ocurrió hacerlo especial. Nos metimos en problemas, ya que querían cortarlo para poner un enorme oso de madera. Absurdo, lo sé. Al final vencimos la discusión y esa fue nuestra foto de victoria.
-Siempre ganabas viejo-