Escopetas, antorchas y labradores fueron las cosas que se podían apreciar en el poblado después del escalofriante mensaje; en los siguientes días se pudo escuchar alaridos, llantos incluso hubo testimonios que garantizaban que se oían las voces de los vecinos cercanos, lo cual era imposible porque se podían ver a través de las ventanas, alguien o algo hacia esos ruidos que descolocaban a todos por las noches, la gente comenzó a trasnochar y con eso comenzó la discordia, se culpaban unos a otros ya que no podían culpar a nada más, se crearon conspiraciones, desconfianza mutua; aparte del cansancio continuo cada quien se volvió más agresivo, ansioso y delirante.
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ÉRASE UNA VEZ A PUEBLO
HorrorUn pueblo misterioso con una historia intrigante por contar.