Regresa a mi lado.

¿Todo bien?

-Kyle, ¿Dónde había dicho que colocáramos la madera?

-Colóquela en aun lado de la biblioteca en ese jardín vació -dijo señalando el lugar que mencionaba.

A pesar que las cuestiones de reconstrucción del pueblo eran cosa de la Corte, los actuales miembros decidieron involucrar a sus hijos. Según ellos es para que aprender a manejar este tipo de situaciones y tenga una experiencia más.

Obviamente ese no era la razón verdadera, los de la Corte tenía que solucionar asuntos que eran más importantes, entre ello y el más urgente: La localización de Trent Boyett.

-Hey, Kyle -Stan caminaba hasta donde el pelirrojo estaba.

- ¿Cómo te fue? -pregunto acercándose al azabache y ofreciéndole un pequeño dulce que tenía.

-Agh, mi padre es muy imbécil -suspiro y continuo -estaba verificando los planos para el museo.

- ¿Y qué tiene de malo?

-Mi padre hizo modificaciones al museo y déjame decirte que no tenía nada de museo. Era más un centro de juegos con pinturas e historia como decoración -después de una pequeña pausa prosiguió -Lo bueno es que fue llamado para una junta y me dejo a cargo, le pedí ayuda a la subdirectora y me dio planos del museo, verdaderos planos de un museo.

-Problema resuelto entonces -Kyle se encogió de hombros. Al revisar la hora el pelirrojo agarro su megáfono y vocifero por todas las direcciones - ¡Descansen!

De inmediato todos los que ayudaban dejaron de hacerlo.

- ¿Y cómo estás? -se atrevió a preguntar Stan, no quería hacerlo, porque la última vez que le había preguntado eso fue justo después del comunicado de la Corte, Kyle no pudo más y se quebró en ese instante, lo cual le dolió mucho a Stan. Por eso evitaba la pregunta, pero ahora que ya ha pasado algo de tiempo se atrevió a preguntar de nuevo.

-No lo sé, ¿esperanzado, triste, confundido, enojado, ansioso? -dio una pausa para volver a repetir: -No lo sé.

- ¿Y los chicos?

Al escuchar esa pregunta inmediatamente los labios de Kyle se fruncieron en una mueca.

-Ellos...

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Butters salía de su clase de astronomía, tenía la mirada agachada y las cejas notablemente fruncidas.

- ¡Hey! ¡Butters! -se escuchaba el grito por todo el pasillo, varios alumnos miraban tanto al chico que había gritado como al nombrado.

- ¡Déjame en paz Kenny! -grito el rubio sin siquiera voltear a ver.

- ¡Tenemos que hablar!

- ¡No quiero! -Butters camino más rápido a su siguiente clase ignorando a McCormick y dejándolo hablando solo.

-Agh, mierda -se quejó dando un pisotón fuerte en el piso.

- ¿Qué fue lo que paso? -la voz de Demian se escuchó detrás de Kenny.

-No lo sé, ha estado muy enojado estos días y no ha querido hablarme -se encogió de hombros.

-Piensa McCormick, ¿Qué has hecho en estos días que pueda molestar a Butters?

Kenny hizo una recopilación de lo que había hecho, pero en sus vagos recuerdos nada fuera de lo normal hizo, solo saltarse clases, quedarse dormido en su dormitorio, ir a ver a sus hermanos, intentar hablar con Butters, nada raro.