Inicio del final

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Llegué al aeropuerto y te vi caminando con tu maleta. Ibas a abordar el avión. Estabas decidida, caminabas con ese paso firme que te caracterizaba cuando te grité: -Helena. Volteaste y, podría jurar que había ilusión en tus ojos aunque estábamos a tanta distancia. Me acerqué corriendo a ti y me dijiste con un hilo de voz: -Estoy segura de esto-. Te ví a los ojos y no estaba esa mujer fuerte, sólida y valiente, en lugar de eso solo ví a aquella niña vulnerable, temerosa pero sobre todo esa niña quien necesitaba de alguien para protegerla. En ese momento me diste nerviosamente la mano y torpemente trataste de esconder el mechón rebelde que tanto odias, así que yo lo escondí. Nuestros ojos colisionaron durante un fugaz escape de la realidad, al regresar a esta realidad recuperé mis fuerzas y te abracé, siempre me dijeron que en un abrazo dos almas que estaban perdidas se encuentran para al fin fundirse y ser solo una, nunca lo había entendido hasta ese día. En cuanto nos separamos tomé tu barbilla y alcé tu rostro y me dijiste: -De todos los sitios en donde pueda estar, sé que siempre regresaré a mi hogar-...


-¿Cómo llegamos a este punto?, pues es la historia de amor que cualquier escritor quiere plasmar para dejar su legado, pero esta es solo nuestra.

Nos conocimos de la manera más estereotipada posible, jamás creeré que fue así: típica historia de amor donde dos almas que se han buscado una eternidad se conectan mediante el roce de las manos al tratar de agarrar un libro. Leí esta historia tantas veces que entre más la leía me daba cuenta de que solo se quedaba en una ficción que no saldría de las páginas del libro para poder vivirla, al ver tus ojos negros me transmitieron un misterio que quise decifrar aunque me llevará toda una vida el hacerlo. En ese momento pregunté tu nombre: Helena…

Cuando te observé a detalle entendí porque Paris te había secuestrado, porque la misma Afrodita se puso celosa de ti, Helena… el nombre de una diosa.

Pasó el tiempo y tuvimos nuestra primer cita, aún la recuerdo fue en un parque, solo nos sentamos en una banca. Estábamos en nuestro segundo año del bachillerato, el plan inicial era estar juntos solo una hora, pero tu compañía era tan agradable que esa hora se convirtió en un día. Hablabas de todo mientras yo nervioso solo podía asentir a lo que me decía, era el hombre más afortunado,así transcurrieron los meses, reprobamos diez materias y tuvimos que presentar exámenes finales

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2020 ⏰

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