Editado por imagine_loves
Era una noche fría y estaba lloviendo, dos figuras abandonaron un auto, una mujer delgada de cuello largo y rubia cabellera junto a un hombre obeso quienes llevaban un bulto en sus manos, ambos se miraron cómplices y dejaron al pequeño bulto en una casa abandonada, sabían que nadie pasaría por ese lugar y que el bebé que llevaban moriría en pocos días, pero eso a ellos no les importaba una abominación menos, pensaron.
Salieron de aquella casa y condujeron hasta su hogar sintiéndose libres de un enorme peso, pero eso solo sería por poco tiempo.
Los días pasaron y el niño lloraba cada vez débil, tenía hambre, estaba rosado en su parte baja ya que al ser un bebé no podía hacer sus necesidades en otra parte y no sabía ni podía limpiarse, solo tenía un año y a pesar de ser muy listo para esa edad aún necesitaba de un adulto que lo cuidara, sus llantos cesaron cuando sus ojos se opacaron al estar perdiendo la vida.
Una mujer de cabellera oscura, tes pálidas y ojos profundos como el abismo y cubierta de pies a cabeza por una bata apareció frente al pequeño, le miro morir a pesar de haber luchado por seguir viviendo durante mucho tiempo, una verdadera lástima.
Aquella mujer tomo entre sus brazos al bebé y beso su frente, provocando que la respiración de este volviera a la normalidad.
--No es tu momento querido, tienes grandes cosas por hacer—Pronunció mientras llevaba al pequeño hasta la puerta de un orfanato cercano dejando una nota que decía
Soy Harry
La puerta se abrió dejando ver a una mujer con el cabello rizado y pelirrojo que al ver al bebé frunció el ceño.
--Otro parasito- Pronunció cargándolo sin ningún cuidado y le pidió a una de las cuidadoras que lo bañara y vistiera para ponerlo en una cunera, la cuidadora así lo hizo y al ver al bebé se le hizo el más hermoso que hubiese visto alguna vez, con unos hermosos ojos verdes y piel pálida, lo único que le pareció extraño fue la cicatriz en forma de rayo en su frente. El bebé la miraba atentamente mientras lo bañaba, la encargada sonrió y el bebé se rio, esta risa le pareció hermosa, de pronto le dio una profunda tristeza, aquel niño sufriría mucho en ese lugar, pues la directora del orfanato odia a los niños y más si son lindos.
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heredero de la muerte
Randomla vida puede llegar a ser tan cruel, y a la vez tan maravillosa