Paseaba arrastrando sus pies, en una vieja carretilla juntaba cosas de la calle, por su aspecto descuidado, sus ropas viejas y sucias era la amenaza preferida de las mamás cuando querían asustar a sus hijos: Si no comés toda la sopa... Alipichí va a venir a llevarte y después comerte. Un fin de semana de mayo una enorme tormenta echó toda la muralla del patio trasero de la escuela._ ¡Ay, vamos a tardar muchos días en poder arreglar este desastre! Se quejaba la directora y siguió diciendo a las maestras:_ No dejen que los chicos se acerquen a la muralla.Fue imposible, todos querían ver la muralla caída entre ellos Teresita y sus compañeros, quienes al acercarse a la muralla, vieron la casa donde vivía Alipichí._ ¡Allá vive Alipichí! Dijo Fabián._ Vamos a cantarle su canción. Exclamó Ángeles.y empezaron a cantar la canción que sus madres les habían enseñado:_ Alipichiiiii, Alipichiiii, ¡das tanto miedo que me hago pichi! ...Alipichiiiii, Alipichiiii, ¡das tanto miedo que me hago pichi!Alipichí salió de su casa, cruzó a su ritmo la calle, maldiciendo a los niños, quienes se asustaron tanto que salieron corriendo lo más rápido que podían en medio de gritos y risas.La única que no corrió fue Teresita. Alipichí volvió a cruzar la calle y antes de entrar a su casa, Teresita preguntó:_ ¿Por qué te dicen Alipichí?Ella escuchó la voz de su maestra gritándole:_ ¡Teresita de Jesús, venga acá!Al otro día, muy sigilosamente Teresita fue de nuevo hasta el patio de la escuela y vio a Alipichí preparando su café, de una vieja pava abollada dejaba caer el agua hirviendo a una especie de bolsa de trapo que tenía un círculo de alambre en la parte superior y dejaba caer el café hasta un jarro de lata. Con mucho miedo, Teresita le gritó:_ ¡Ey! ¿me vas a decir por qué te dicen Alipichí?_ Es por qué nací con los pies chiquitos y hacia atrás. Respondió él y siguió explicando._ Me llamo Alicanto y cuando estudiaba en tu escuela me decían: Alicanto el de los pies chiquitos y luego ya solo me llamaban "Alipichí", por eso dejé la escuela.Siguieron hablando durante días, en las vacaciones de invierno y a escondidas de su mamá, Teresita fue varias veces a llevar café a su nuevo amigo.Al volver de las vacaciones, la maestra guía dijo que para festejar el día de la amistad, podían traer a un amigo especial para tomar chocolatada y galletitas entre todos.Ese día, Teresita entró a la escuela de la mano con su amigo Alipichí... ¡todos empezaron a correr asustados! las maestras fueron hasta Teresita y le preguntaron por qué lo traía al colegio y ella respondió:_ Él no es malo, solo nació con problemas en sus pies, se llama Alicanto y le encanta el café, nunca pudo terminar la escuela por qué todos se burlaban de él.Las maestras quedaron sorprendidas, pero invitaron a Alipichí a tomar chocolatada y galletitas._ Ya no te vamos a llamar Alipichí. Le dijo una de las maestras y otra dijo:_ Alicanto, si querés podés venir a limpiar el patio y entre todos te vamos a pagar.Así fue que, aunque tuviera muchísimo miedo, Teresita se animó a hablar con Alicanto, que no era malo ni comía niños, solo tenía los pies chiquitos.
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Alicanto, el de los pies chiquitos
Short StoryCuento infantil que promueve la tolerancia hacia las personas con algún tipo de discapacidad. Ilustraciones: Gabriela Gracia