Todos decían que yo era una rompecorazones que lo único hacía era enamorar a los hombres, pero no era cierto yo no jugaba con ellos bueno si, pero solo a veces o cuando se lo merecían.
En el instituto dicen que soy una zorra pero, yo no lo soy, además ese apodo me lo pusieron las ex novias de mis conquistas, creen que ellos las terminan por mi y si es verdad pero, les hago un favor, si esos chicos las amarán no las dejarían por mi, ¿No es así?.Bien les explico quien soy, mi nombre es Lyanna tengo el cabello rubio y así es de nacimiento pero, las nerds me apodado la rubia teñida, mis ojos son azules y me encantan, tengo una piel blanca, además de que tengo un buen cuerpo resultado de hacer ejercicio y no soy plástica como también me han apodado. Yo soy mas que una cara bonita tengo un promedio de nueve y soy capitana de porristas, no tengo amigas ya que todas creen que soy falsa y zorra.
Virgen no soy, pero zorra tampoco y no es que esté siendo mustia yo siempre digo la verdad le duela a quien le duela, amigos si tengo y muchos, amo irme de fiesta con ellos.Creo que eso es todo de mi y también tengo que decir que me enamoró fácilmente algo que no ayuda mucho a mi reputación. Pero, yo si los amo bueno ¿Creo?.
—Lyanna. — me saludaron mis amigos en cuanto llegue al instituto.
Vivo en Nueva York y estudió en uno de los institutos más prestigiosos de la ciudad, vengo de una familia de dinero y con mucho poder.
Salude a mi grupito de amigos ellos eran de él equipo de fútbol americano.
— ¡James llega tarde como siempre!. — grito Mark.
James el mas impuntual del grupo un idiota rompecorazones de ojos marrones y cabello rojizo también conocido como "Zanahoria", Mark el divertido y bromista decidido a encontrar su media naranja de cabello color castaño, ojos color celeste.
— ¡Callete imbécil!. — grito.
Después de que estuviéramos como idiotas gritando y haciendo chistes tontos el timbre sonó, cada uno se fue a su clase. Yo tenía clase de alemán que estresante era pero, aún así era la mejor de la clase y amaba cuando Rachel me miraba con odio ella era una cerebrito y me matenia en constante competencia con ella.
Me concentraba haciendo mi trabajo pero, la puerta del salón fue abierta y un chico entró, si no fuera tan guapo lo abría ignorado.
— Debe ser el nuevo, ¿O me equivoco?. — pregunto el profesor.
— No.
Parecía un bad boy, me encantaba tenía algo que llamaba mi atención, aura peligrosa y sonrisa encantadora.
— Deja de babear Lya. — susurro James.
— ¡Callate idiota, no estoy babeando!. — grite. Toda la clase me miró, incluyendo al profesor y al chico nuevo.
— Mierda. — susurre.
— Señorita O'Connor, ¿Tiene algo que compartir con la clase?. — pregunto el profesor.
— No profesor. — respondí con la mirada en el suelo.
«Maldito James»
— No la reportare sólo por esta vez señorita O'Connor pero, que sea la última vez. — advirtió, asentí.
La hora de almorzar era mi favorita, mi grupo de amigos tenía la mesa del centro de la cafetería, a la izquierda teníamos a él equipo de baloncesto, la derecha estaban los del equipo de natación. En el frente estaban las porristas y atrás los rebeldes sin causa con una gran popularidad.
— Lya ahí viene tu amiguito. — dijo Scott señalando hacia la hacía la entrada de la cafetería.
Mire a Christian quien era mi amigo desde séptimo grado un chico muy apuesto pero, al cual le tengo cariño y no quisiera destruir nuestra amistad. Christian me confesó su amor y me dijo que quería seguir siendo mi amigo a uno mas de mis ex's. Christian posee un cabello negro como la noche y unos ojos azules como zafiros, Christian es de los chicos más guapos del instituto y es parte del equipo de natación.
— ¿Alguien sabe cómo se llama el nuevo?. — pregunto Scott.
— Si. — respondió Alex sentándose en la mesa. — Mauricio Miller hijo de multimillonario, estudiaba en un internado en España, dicen que jugaba fútbol americano y que es buen nadador.
Alex era el que se enteraba de todo un mujeriego de hecho creo que todos mis amigos lo eran el único que no era así es Mark, Alex una vez trató de tener una relación seria lo malo es que lo intento conmigo y yo lo deje al mes. Desde lo sucedido con Alex los chicos tuvieron en claro que soy mejor como amiga que como novia, la verdad Alex también era guapo tenía unos bonitos ojos marrones y un cabello castaño pero, mi amor por el solo duró un mes lo dejé por un universitario.
— De hecho es la nueva conquista de nuestra Lya. — comentó James. Frunció el ceño.
— No es mi conquista. — masculle. — Pero, lo invitaré a que venga con nosotros.
Me levante y empecé a caminar hacia Mauricio, se encontraba solitario en una mesa del rincón pero, ni así dejaba de llamar la atención. Todos me mirón ya que extrañamente lo iba hacia mi objetivo.
— ¡Hola!. — lo salude. El me miró confundido. — Soy Lyanna...
— No me digas capitana de porristas la más popular y también la mas odiada por las chicas. Me vas a invitar a estar con ustedes antes de que lo hagas te diré que no estoy interesado. — sonrió. — Ahora largó.
Mi sonrisa se borro tome mi dignidad y no insistí, yo era Lyanna O'Connor todos los chicos quieren que les dirija la palabra y si yo te invito a algo es suerte. El idiota acaba de rechazar una gran oportunidad y se arrepentirá.
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Amores pasajeros
Teen FictionChristian y Mauricio, desde que los conocí, ambos me han gustado, aunque todo se complicó cuando ambos empezaron a coquetear conmigo. Siento que estoy en un juego, un gran juego de amor en donde voy a rendirme y estaré en la misma situación de siemp...