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MinHo tomó las caderas ajenas posesivamente, haciéndole sentir a JiSung que se quedaba sin aliento, al igual que cuando lo sintió jugar en su entrada con su glande

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MinHo tomó las caderas ajenas posesivamente, haciéndole sentir a JiSung que se quedaba sin aliento, al igual que cuando lo sintió jugar en su entrada con su glande. La urgencia de tenerlo en su interior era imposible de resistir.

Cuando comenzó a penetrarle, JiSung intentó empujar hacia atrás, pero MinHo le mantuvo en su lugar. Una vez se hallaba tan profundo como podía, se mantuvo allí, llenándolo completamente.

MinHo se sentía tan perfecto en su interior que pensó, que realmente se podría correr por el placer de aquella unión. Pero entonces hizo algo que llevó ese placer a otro nivel. Se sentó sobre sus talones, haciendo que JiSung se sentara en su regazo. Esa posición empujó su miembro más profundo y el ajeno se inclinó en contra de su torso.

—¿Eso se siente bien? —preguntó, con su boca rozando su oído.

—Mmm... —suspiró el rubio, descansando la cabeza en su hombro.

El pelinegro presionó sus labios en la curva de su cuello. —¿Qué hay de esto?

—Dios, ¡sí! —le dió a sus pezones un pequeño apretón, haciéndole saltar.

—Eso es. Monta mi polla.

JiSung estaba disfrutando el mejor sexo con palabras sucias que nunca vivió.

Puso una mano en cada uno de sus musculosos muslos y lentamente comenzó a moverse arriba y abajo.

—Justo así —MinHo murmuró en su oído—, lento y suave.

Fotógrafo Ardiente ꕥ Minsung [OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora