Mi habitación

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      Los rayos del sol caen, acarician cada lugar de mi habitación. Es cálido y hermoso, desgraciadamente... Ningún lugar puede ser tan perfecto. He recordado esa esquina en mi cuarto, una con huecos enormes sin pintura, telarañas y, sobre todo, sin rayos de sol. En esa parte de mi cuarto la luz no llega, es frío y lastima, pero es mi parte favorita.

      Al lado tengo una gran ventana, en la cual puedo ver pasar a mucha gente, entre ellos amigos, conocidos y familiares. Tiene una vista estupenda, cada que alguien pasa me saluda, es genial que la gente te recuerde y se tome la molestia de saludarte; adoro esa ventana, lástima que la cubro con una gruesa cortina negra.

      Tras mirar detenidamente mi habitación, he notado que esa cortina impide que entren los rayos del sol, ahora ya no es solo una esquina, el frió se siente en más lugares. Tengo frío, extraño esos cálidos besos y abrazos, que la luz me daba, me levantaría a recoger mi cortina, pero el desorden de mi cuarto me lo impide. Poco a poco se fue acumulando hasta quedar hecho un asco, cosas tan diminutas que lo formaron, ahora es una gran montaña que no puedo limpiar solo, y tampoco nadie debe ayudarme; después de todo, yo dejé que esto pasara.

      Mi habitación tiene un pequeño camino, de la puerta, hasta mi cama, mientras caminas, te puedes topar con el espejo, está muy sucio, y no me veo bien, por mucho que me esfuerce no logro ni distinguir si soy yo, pero empiezo a pensar que el problema no es el espejo. Para asegurarme me dirijo al baño, para mi sorpresa, tampoco logro verme, pero yo ya lo sabía ... no viene a eso, vine a enjuagar mi cara, eso es todo, no recuerdo si lo hice antes, pero creo que sí; de otra forma, ¿cómo habría llegado esas gotas a mi mejilla?

      No tendría sentido, pero aún así me tiraré agua de nuevo, con la luz apagada, de cualquier forma, no puedo verme en el espejo, cuando lo hago, sólo me da ansiedad, está tan sucio que no me reconozco, así que sólo apagaré la luz y me sentaré un rato. Esperaré hasta que el agua de mi cara se seque.

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