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Aoi no entendía que era ese extraño cosquilleo que se hacía presente cada vez que veía a Inosuke, le gustaba pensar que era por el estrés y no por otra cosa, ella no podía estar enamorada de ese idiota ¡claro que no, Inosuke era brusco, tonto, molesto!...lindo, musculoso y en su momento tierno...aún no podía creerlo, no podía creer que se había enamorado de la persona menos esperada, tenía... ¿miedo?...si, tenía miedo, pero ¿miedo a que, a que el no acepte sus sentimientos, a perderlo?...no podía pensar con claridad y estaba distraída el sonido de los platos rotos cayendo al suelo la hizo salir de su transe, enfrente estaba Shinobu la cual mantenía su sonrisa
—lo siento...— dijo en un susurro saliendo del cuarto por la escoba, al volver la ojipurpura seguía ahí, era incomodo como la observaba y con esa sonrisa —lo siento Shinobu-Sama, no se que me pasa
—¿es por Inosuke?
Se quedó sin palabras y dejo de hacer lo que estaba haciendo para ver el suelo, la habían descubierto, la pelinegra solo río ante eso y puso su mano en el hombro de la chica
—era obvio, siempre te quedas viéndolo embobada y últimamente te he visto distraído— ¿era enserio? ¿Ella era tan obvia? —pero no debes avergonzarte de ello Aoi
Seguía sin decir alguna palabra, detrás de shinobu aparecieron las tres niñas junto Kanao, las cuales estaban dispuestas hacer que su amiga de ojos azules se declarara a su amor
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—no debes tener miedo Aoi-san— hablaron las tres pequeñas al unido, la de coletas tenía en manos lo que parecía ser una carta y se estaba mordiendo el labio —si Kanao-san se pudo confesar a Tanjiro-kun ¡tu también!— animaron levantando sus manitas al aire
—o-ok...
Camino con pasos lentos a dirección del chico el cual estaba entrenando con las rocas, Aoi se mordió el pulgar antes de hablar
—inosuke...— musitó en un susurro uqe no fue escuchado por el chico salvaje, tomó valor para hablar mas fuerte —Inosuke— esta vez lo dijo mas fuerte con esperanzas de que la escuchara pero el de máscara de jabalí la ignoraba —¡Inosuke!— fruncio el ceño enojada y le dio un golpe en la cabeza para que pusiera atención —¡animal!
—¿¡que quieres mujer!?— respondió enojado soltando las rocas y mirándola fijamente —¡estoy ocupado!
—¡toma!— le extendió el papel con nervios, el tomó y lo abrió, solo esperaba que no la dejara en ridículo
Estuvo toda la noche despierta escribiendo esa carta, tenía nervios y desde lejos todos observaban la escena con ternura, Aoi puso toda su dedicación y amor en la carta, cada palabra, cada letra, en todo, Inosuke levanto su cabeza y dejo de leer el papel y la miro serio
—no se leer— soltó finalmente provocando que los que veían la escena tuvieran una caída estilo anime
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