Música.
Una palabra que desde un principio nunca tuvo valor para Jungkook, un término vacío que no arrojaba ni el más mínimo sentimiento para él.
Acuñado hace siglos por su familia, su significado fue trastocado para siempre haber creído en él como tan sólo una fuente de poder, avaricia, la base de una dinastía forjada por mentiras dichas con voces melodiosas. Su caso no era la excepción, como príncipe heredero era más que crucial que su voz deleitara al reino entero con cánticos tan remotos como hermosos que de forma opuesta eran utilizados con los más egoístas propósitos.
El más popular de ellos era Pied Piper, conocido por ser el sello del linaje Jeon al haber transformado su interpretación en una tradición que contaba con más de un siglo de antigüedad. Era el favorito del castaño y cada vez que tenía la oportunidad tarareaba alguno de sus versos entre sus ajetreados días llenos de deberes como sucesor del Rey.
Cada año solicitaba a los monarcas el permiso de poder entonarla hacia todo Busan cuando el equinoccio de primavera daba lugar junto a su meta anual de aspirar a la realización de una perfecta interpretación, a pesar de siempre finalizar con un vacío en el pecho sin explicación, simplemente una ausencia desoladora que cada año junto al florecer de la estación no le dejaba conciliar el sueño.
Sin embargo, todo aquello no constituía más que un recuerdo evocado en su memoria. Pues luego de aquel día de primavera, todo su maravilloso reino se vió desplomado y por fin pudo ver la realidad escondida en la magnificencia del engaño.
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"Estoy aquí para arruinarte".
ㅡ¿Por qué se refiere a mi canto como
indigno?ㅡEl joven noble cuestionó, sus palabras denotando la confusión brindada por aquel extraño de azabache cabellera.ㅡOsan a manchar el nombre de la música con su maledicenciaㅡEspetó, el odio en sus palabras siendo palpable mientras le hablaba al más joven como si fuera autor del crimen más ruin. ㅡNo son merecedores ni de la más mínima relación con algo tan trascendental que mancillaron con sevicia
El chico de mirada filosa continuó hablando sin dar siquiera un respiro al más joven, quien parecía ahogarse en medio de una conmoción.
¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? Las preguntas lo inundaban de forma abrumadora mientras veía como sus casi veintiún años de monárquica vida se desmoronaban y rompían.Tales atrocidades no podían ser obra de su familia, su amparo, aquellos que lo criaron en el más hermoso ambiente lleno de dicha, un lugar idílico del que nunca esperó separarse. Fueron embusteros y dejaron que regara el mal con su don divino sin siquiera estar consciente de ello.
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"Estoy aquí para salvarte".
Recordó como las lágrimas cayeron con fluidez por sus mejillas, su rostro enrojecido y como trataba de ahogar su penoso llanto. Se sentía patético, un miembro de la aristocracia cuyas piernas temblaron para terminar arrodillado frente a un chico común y corriente que en minutos había acabado con su fantasía, mostrándole la realidad de su propio lugar de procedencia y como nada de lo que alguna vez imaginó como "vida" era miel sobre hojuelas.
Un suave tacto en su hombro se hizo presente, gesto compasivo que logró hacerlo hipar con histeria. Llanto desgarrador e irregular que terminó entrelazando un par de manos con firmeza, como si el más mínimo desligue significara dejar ir al otro para siempre.
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✻ Musical Lover《Yoonkook》
FanfictionLas monarquías absolutas se hallaban en su máximo esplendor, siendo Busan la mayor potencia territorial entre todas las dinastías repartidas por el gran territorio coreano. Cada familia real se caracterizaba por un gran poder vocal, su hegemonía con...