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Tres de la mañana me desperté luego de una de mis rutinarias pesadillas, aquellas que me dejaban con angustia y terror nocturno, lo que me llevaba, nuevamente a la cama de hoseok.

Camine entre las sombras del pasillo camino a la habitación de hoseok, tenía su puerta entreabierta como siempre, pise con cuidado para no tropezar con algo, o simplemente para no despertar a hoseok por un sonido fuerte.

Camine entre las sombras del pasillo camino a la habitación de hoseok, tenía su puerta entreabierta como siempre, pise con cuidado para no tropezar con algo, o simplemente para no despertar a hoseok por un sonido fuerte

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Me meti a la cama y me acomode a su lado, calmando la sensación de que en cualquier momento moriría.

Al día siguiente me desperté, con hoseok abrazándome fuertemente por la cintura, lo que me llevó a tratar de separarme de él, moviendo lentamente sus brazos para no despertarlo.

Pero entre tanto forsejeo, terminó por despertar, mirándome confundido.

Hk=en qué momento te metiste a la cama

Lo mire avergonzado, llevaba haciendo eso desde hace 3 meses, me metía a su cama para poder dormir,jamas le decía porque lo hacía, pero me hacía suponer que el lo sospechaba.

Hk=jimin ya cumplirás 16, debes dormir sólo

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Hk=jimin ya cumplirás 16, debes dormir sólo... Me quieres decir que es lo que te atormenta en la noche que recurres a mi?...

Jm= solo no me gusta dormir solo...

En parte era verdad, esas pesadillas no me permitían descansar.

Hoseok me miró fijamente como analizando cada palabra que yo le había dicho, me sonrió tiernamente, dando un largo suspiro.

Hk= está bien, cuando quieras decirme, estaré aquí para escucharte.

Siempre era igual, siempre quedaban así las conversaciones con hoseok.
si bien tenía mucha confianza con él, lo consideraba mi mejor amigo, no quería preocuparlo con mis pesadillas, después de todo solo son sueños, en que pueden afectarme en la vida real, si no existen.

Me dirijia junto a hobi, al unico lugar en el mundo que podía sacarme de mis pensamientos, la academia de baile.

Bailamos danza contemporánea, algo que se le daba bien a hobi, era algo que lo admiraba mucho.
Al tener el primer descanso, se abrió la puerta entrando una joven, parecía nerviosa, mirándonos a todos, deteniendo su vista sobre mi, quitando su mirada rápidamente, sonriendo nerviosa, mirando el piso.

Profesor= ella es t/n, ella viene desde t/p, así que, espero que la acojan, y la traten bien. No quiero que piense que los coreanos somos descorteces.

Era una chica extranjera, realmente hermosa, menuda cabello ondulado y largo, no muy alta y por supuesto lo que mas me llamó la atención, sus hermosos ojos, grandes y almendrados.

La joven se sentó a mi lado, con su bolso, sin mirarme sacando una botella.

Jm=así que eres extranjera...
T/n=si...
Jm=y cuanto tiempo llevas en Corea?
T/n= 6 meses...

La joven parecía muy nerviosa, quería conocerla mejor, asique me había empeñado en hablarle, pero fui interrumpido por hoseok.

Hk=seamos pareja de baile.
T/n=si claro...

Quedé atónito, tomándola de la mano, se la llevaba hacia el rincón del salón de baile, la alejaba de mi.
Fue que me paso, fue la primera vez que sentí eso, un fuego que venía desde lo más profundo de mi ser, probocando que mi cuerpo temblara involuntariamente, surgiendo en mi unas ganas enfermas de hacer sufrir, a hoseok.
Ese pensamiento, fue tomando fuerza, cada vez que imaginaba a hobi, torturado por mí, suplicandome para que me detuviera, me daba una sensación de felicidad extraña. El simple hecho de pensar en inflingirle dolor, era gratificante.
Mis puños los tenía muy apretados, sentía que la ira se apoderaba de mi, hasta que el profesor dio la señal de que la clase comenzaría, lo que me saco de mi transe, dándome cuenta de lo que había pensando en hacer.

Lo que vino después, fue que tuve que salir de clases, ese terror que sentía en las noches, ese mismo miedo se apoderó de mi, haciéndome correr al baño

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Lo que vino después, fue que tuve que salir de clases, ese terror que sentía en las noches, ese mismo miedo se apoderó de mi, haciéndome correr al baño.
Sentía que me ahogaba, mis manos estaba entumesidas y el temblor corporal era aún más fuerte, el descontrol de que sentía sobre mi, me hizo alterarme, sentado en el húmedo piso del baño, me balansiaba de adelante hacia atrás, respirando agitadamente.

Lie /JmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora