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La mañana se hizo presente y con ella también las responsabilidades de la rutina para las personas, algunas caminando por la gran Corea rumbo a sus estudios, otros se dirigían a sus trabajo y algunos solo caminaban en busca de comprar lo que le gustase.

Así mismo Jung Hoseok se encontraba en frente de aquel lugar que se había convertido en su segunda casa, una casa de sus padres y ahora era de el, o bueno, de día era de el pero de noche era de otra persona...

—Buenos días Señor Jung- Yugyeong se acercaba a él con una sonrisa, el era uno de sus empleados en el negocio.

—Ya te e dicho que no me llames así, me hace sentir viejo y mayor- Sonrie mientras pone la llave en la cerradura abriendo el restaurante donde trabajan.

Los empleados venían llegando uno por uno, la verdad es que estaba muy temprano, lo sabía porque Yugyeong siempre llegaba aún más temprano, incluso muchas veces llegaba antes que el mismo y eso debido a que el Menor vivía lejos y por ende se venía el doble de temprano, ya que si se venía en el bus de más tarde llegaría el doble de tarde, era irónico, el que vive lejos siempre llega de primero y el que vive cerca siempre de último ¡Que loco!

La mañana paso tranquila y fresca, los clientes llegaban sin problemas, los empleados hacían su labor sin problemas y todo adentro del establecimiento parecía estar en orden.

Ese era el día a día de Jung Hoseok, muchos dirían que es un tanto reconfortante, otros dirían que es demasiado aburrido y al contrario de todo el se sentía de las dos formas, muchas veces reconfortado y otras veces aburrido, claro que sabía que nada era para siempre, y en un pestañal de ojos todo podría cambiar..¡Era eso lo que le había enseñado su difunta abuela! Y era raro a veces sentir lo que ella a veces sentía...

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—Hyung, despierta Hyung, tenemos que irnos- Jungkook llevaba casi media hora tratando de despertar a su primo, parecía una costumbre tener que siempre cargar con el y sus irresponsabilidades  —Jimin, despierta- Exclamó más fuerte

—Ya,ya- El mayor se removió un poco incómodo, su cabeza dolía como el demonio y los constantes llamado de su primo no ayudaban en nada —¿Qué mierda quieres Jungkook?-

—¿Se te olvidó? Es lunes, tenemos que ir a la universidad, imbécil - El menor rodó los ojos y se fue dejando las cortinas abiertas de la habitación para que entrara la luz

Jimin cursaba último año de Administración de Empresas, una carrera que no le agradaba mucho, sin embargo "Era necesario para establecer un futuro"; como decía su padre.  En realidad lo que a él le agradaba era bailar, ese era su pasión, por las tardes iba a una academia, ganaba dinero dando clases a los novatos, su padre no sabía de ello, ya que el pensaba que estaba trabajando en una cafetería como su primo, sin embargo se le presento la oportunidad de trabajar en algo que le gusta y no lo desaprovechó de ninguna manera.

Entro al baño para darse una ducha rápida, sabiendo que estaba ya demasiado tarde, la verdad es que le daba mucha pereza levantarse en las mañanas y más cuando por las noches se quedaba despierto por alguna razón, en general siempre por las fiestas, el si que sabía cómo vivir la vida.

Se vistió rápidamente y con su bolso preparado subió a su auto para luego dedicarse a conducir viendo como Jungkook se concentraba en su teléfono todo el camino. Más o menos así eran sus mañanas, hace como unas semanas había acordado vivir con su primo, quién era más bien como su hermano menor, la verdad es que se trataban como tal y esa eran una de las cosas que le gustaba de vivir allí

⋆Bitter Sweet⋆Where stories live. Discover now