De vuelta a la primera noche

¿Por qué? ¿Cómo? Digo ¿Cúando?

Esas fueron las preguntas que llegaron a mi cabeza al momento de ver ese mensaje. Uno que me dejaba perplejo, desconcertado y angustiado.
¡No se por qué, pero angustia era lo que sentía!

Me preguntaba en ese momento del por qué. ¿Del porqué nunca volvió a escribirme? Desde esa noche, me quedé con la duda de si todo lo que escribí fueron solamente ilusiones mías. Esas ilusiones que son tan fuertes y grandes que parecen ser reales. Una realidad inexistente tal vez pero hasta llegué a soñar con ella. De como sería conocer su rostro, tocarlo, de como podría besarla olvidando que tiene novio y de cuando podríamos conocer a los padres del otro. Mi cabeza me llevaba a ese lugar donde formaba fantasías. Fantasías, porque siempre supe que seguirían siendo parte de mi mente. ¿Cómo? ¿Cómo fue qué por culpa de esa noche no dejo de pensar en ella?
- ¡No lo sé!
Pero ella parecía ser sangre en mis venas, porque sentía tenerla cerca siempre. Pero yo igual quería abrazarla y a la vez decirle tantas cosas que estaban atoradas en mi garganta. Lo típico que me vino a la mente fue, ¿cómo pudiste?, ¿cúando pensabas decirme que no querías hablar conmigo nunca más? Pero, todo eso no serviría de nada, o solo serviría para espantarla y era lo que yo menos quería. En ese preciso momento, agarrando mi celular, miré la pantalla fijamente, pensando en esa conversación tan fructífera y toda la química que tuvimos o que pensé tuvimos. Todo eso mirando la pantalla.

Apareció justamente la alarma que indicaba la hora de despertar. La cancelé para simplemente pasarme varios minutos buscando ese mensaje suyo que me saludaba, diciéndome lo de siempre:
- "Holi, soy Jess, tanto tiempo".
¡Ni supe contestar! Solo me dí cuenta que al despertar, se me había esfumado una vez más, mi sueño de estar hablando con ella.

Fin...