Perdón mamá, sé que cambie mucho
Que deje de hacer aquello que amaba
Solo para ahogarme en mi sufrimiento.
Ya sé mamá, ya no me va bien en el colegio.
Te juro que lo intento, pero estar ahí es una tortura.Perdoname por no despertarme a tiempo,
No quiero que pienses que es personal,
Sino que cuando llega el momento de dormir,
Por más que lo intento, no lo consigo.Porque cuando se hacen las tres la mañana
Y el Morfeo por fin me lleva en sus brazos,
Lo hace solamente para dejarme caer en un colchón de pesadillas.No mamá, ya no le tengo miedo a los monstruos,
Pero las cosas cambian cuando de quien tengo que escapar es de mi misma...Y todo se torna peor aún cuando me doy cuenta de que no puedo,
Estoy encerrada mamá, y es dentro de mi propia mente.Se que, después de esto,
Es contradictorio que yo siga sin despertar.
Pero tengo miedo, ya que cada mañana al abrir los ojos, me doy cuenta de que esa pesadilla es real...
Y es mi vida.Mamá, vení que me siento mal.
Abrázame por favor, no sé qué me pasa.
Mamá, no me dejes sola... Me tengo miedo.
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*Hola a todes! Esta es una carta que le escribí a mi mamá, para pedirle disculpas por no hacer las cosas como se deben y explicarle un poco el porqué. En diciembre del 2018, luego de un largo periodo de ataques de pánico y aislamientos, me diagnosticaron trastorno de ansiedad y empecé con tratamiento psiquiátrico. Hasta el día de hoy es difícil seguir adelante, y aunque aún me encuentro en tratamiento y con altibajos, hay un grupito de personas que siempre está ahí para mi, que me acompaña a cada consulta con el psiquiatra, que me ayuda a suministrar la medicación, y que si es necesario me acompaña a la guardia de salud mental para evitar que me lastime. Es gracias a ellos que hoy en día sigo acá, y sigo intentando salir adelante.
Paso a comentarles que la madrugada del pasado viernes (10/4), luego de varias semanas sumida en una terrible depresión, tuve mi primer intento de suicidio. Me tomé todas las pastillas que encontré (en total fueron unas 30). Mi mamá fue la que me encontró y me llevo al hospital, en donde estuvimos unas largas 18 horas. Después de esto diría que me arrepiento, pero no lo hago. El estar al borde de la muerte me hizo abrir los ojos y empezar a valorar mi vida y a las personas que tengo al rededor.
Les cuento esto, más allá de para desahogarme, para que sepan cuando se sientan mal, o pasen por momentos difíciles, que acá hay alguien que le pasó lo mismo, o algo parecido, y se sientan con la confianza suficiente para hablarlo, más aún en esta situación en la cual se complica tener consultas psicológicas/psiquiátricas.
Si la están pasando mal no se traguen su dolor/sufrimiento. Sientanse libres de mandarme un mensaje, puede que tarde, pero con mucho gusto los voy a contestar.
Sin más que decirles, muchas gracias por llegar hasta acá.
Les quiero mucho ❤️