A medida que me iba acercando a el sentía que mi corazón latía cada vez más rápido y fuerte.
Una vez que mi cara chocó contra su pecho y rodeé con mis brazos su cintura, el tiernamente rodeó mis hombros y me pegó aún más a su cuerpo.
A este paso sentía que mi corazón estaba por explotar y mis mejillas estaban que ardían.
Realmente me gustaba como se sentía esto y quería pasar toda mi vida entre sus brazos, pero lamentablemente no duró mucho y después de unos segundos se fué alejando lentamente de mí.
─Eres tan adorable, Soyoungie. ─Acarició mi cabeza y sonrió tanto que sus dos hermosos ojos desaparecieron automáticamente de su rostro y se volvieron dos líneas.─ Si quieres más abrazos siempre estaré disponible. Hablamos luego. ─Me guiñó un ojo y se fué, no sin antes despedirse.
Me quedé paralizada unos segundos y luego Jisung me devolvió a la realidad pasando un brazo por encima de mis hombros.
─¿Estás viva después de eso?. ─Preguntó entre pequeñas risas.
─Quiero pasar el resto de mi vida entre sus brazos. ─Sonreí lo más amplio que podía y comencé a saltar de felicidad.─ Soy la chica más felíz del mundo.
Entre salto y salto terminé entre los brazos de Jisung y lo abracé lo más fuerte que pude.
─¡Yah!. ─Me soltó y se apartó unos centímetros de mí.─ ¿Haces algo después del colegio?
─¿Yo?¿haciendo algo?. Que chistoso Han Jisung. ─Rodee los ojos con una pequeña sonrisa.
─Entonces te acompaño a casa, dejas tus cosas y vamos al cine. ─Guiñó un ojo y pasó un brazo por encima de mis hombros.
─Está bien. ─Respondí mirándolo.
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Íbamos caminando hacía la salida y mis ojos inmediatamente se dirigieron hacia Chan. Estaba recostado sobre el marco de la puerta, esperando a quién sabe quién y cuándo nos vió sonrió levemente y comenzó a caminar en nuestra dirección.
─Jisungie~ ¿me acompañaras a mi práctica de hoy?. ─Preguntó parándose al lado del antes mencionado y comenzando a caminar a nuestro lado.
─Lo siento, voy a acompañar a Soyoung a su casa y luego nos vamos al cine. ─Contestó Jisung mientras me miraba.
─Oh, entiendo ─Hizo un leve pucherito. Es tan tierno.
─Ve con el. ─Respondí casi en un murmuro.─ Dejemos lo del cine para otro día.
─No es necesario. ─Respondió con voz suave.─ Nos vemos luego.
Se despidió nuevamente de nosotros y nos dirigimos hacía mi casa.
Una vez allí mamá obligó a Jisung a que pasara porque decía que hace mucho no lo veía y quería ponerse al tanto de todo, sinceramente no se a que se refería pero como no me importaba mucho fuí a cambiarme el uniforme del colegio.
Estuvieron al rededor de una hora más hablando de no recuerdo bien qué y luego nos fuimos.
