Amor Inmortal

El sueño

POV IDUN
Había pasado ya tiempo desde la muerte de Loki, no muchos pero algunos inviernos ya tenía entre pecho y espalda.

Poco a poco había recuperado el ritmo de mi vida, pero por desgracia sabía que después de aquella noche en qué lo perdí nada sería igual para mí.

Thor fue un pilar muy importante para no dejar que el dolor me consumiera, estuvo junto a mi en los días malos y en los peores, después de mi suicidio fallido tomó varias semanas para que volviera a dejarme sola por completo, me encontraba en extrema vigilancia por todo mundo, incluso hasta llegaron a velar mi sueño, llegué a sorprender en un par de ocasiones a mi hermano mayor en un rincón de mi dormitorio para así evitar que volviera a hacer una locura.

Tiempo después de mi recuperación, Thor convenció a padre para que me permitiera acompañarlo y así ayudarle a restablecer la paz perdida de los nueve mundos, al principio a Odín no le agradó mucho la idea pero terminó por acceder, por cuánto hace a mi relación con él obviamente se vio fracturada después de que despertó de su sueño, me costó mucho trabajo entender que él no era el único responsable del rencor de Loki.

Madre se había dado a la tarea de seguir con mi entrenamiento de hechicería, mientras que los tres Guerreros y Thor me preparaban para los combates, por lo que acompañarlos a luchar las batallas en nombre de mi padre supuso un reto muy alentador.

Tuve que verme obligada a continuar con mi vida, su ausencia pesaba mucho en mi corazón pero el tiempo no se detenía, si bien él era lo único que necesitaba para sentirme completa, pero tal parece que nuestros destinos decían lo contrario.

Recuerdo una mañana en la que me encontraba entrenando mis poderes en el prado que era mío y de Loki, el invierno estaba por terminar y yo había creado un grupo de clones para fortalecer mi entrenamiento con armas y hechicería al mismo tiempo, cada una de mis réplicas poseía un arma diferente mientras que yo cargaba mi espada, al irlas venciendo éstas desaparecían al instante; en un principio fue fácil pero cada copia mía era una más fuerte a la anterior, así que la última Idun fue quien más batalla me dió.

Ella se encontraba con una espada en cada mano mientras yo solo poseía una y un escudo, los movimientos ágiles de mi contrincante hicieron que recordara el último enfrentamiento que tuve con Sif, recuerdo de las lecciones de Fandrall que solía decir que el combate con espadas debía de ser como una danza, mientras más gracia tuviera mi actuación sería más complicado desesperarme y cometer barbaridades. Así que tomando en cuenta su consejo me permití conducir a mi manera a la falsa Idun, quién después de habernos atacado una a la otra terminó con mi espada clavada en su abdomen, fue así como me deshice de ella quien desapareció una vez que desencaje mi arma de ella, escuché como alguien aplaudía a mis espaldas.

-¡Increíble Idun!-no lo podía creer-has sabido aprovechar tu tiempo en mi ausencia-su voz causó un escalofrío en mi espalda, Sonreí de medio lado y antes de que pudiera responder él se adelantó- veo que has cambiado, he de admitir que has crecido favorablemente.

-simplemente maduré -mis ojos comenzaban a picarme- tuve que quedarme de brazos cruzados mientras veía como perdía al amor de mi vida, dime si tú no cambiarias- por fin voltee a verlo, el viento jugaba con su cabello azabache vestía con un abrigo debido al frio que hacía, el volver a mirarlo los ojos me hizo estremecer, espere encontrarme con esas joyas color esmeraldas pero en su lugar encontré unas azules llenas de hostilidad.

Nos quedamos unos minutos viéndonos a los ojos diciéndonos con la mirada lo que nuestros labios callaban, no dude ni un segundo más cuando me eche en su pecho y lo abracé fuertemente
-Loki!¡te he echado de menos!- lo abrazaba fuertemente tratando de fundir nuestros corazones en ese acto, incluso podía sentir de nuevo su aroma conmigo, volver a sentirme entre sus brazos fue un alivio a mi alma.