🎴Tanjirō Kamado🎴

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Podéis dejar vuestros pedidos aquí. Gracias.<3

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-𝑪𝒖𝒂𝒓𝒕𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒅-

Un magnífico color azul acompañado de un sol resplandeciente arropaba el cielo.

Era común en un día de primavera, mas, la belleza de este día era incomparable con los anteriores.

Me encontraba tumbada boca arriba, cómoda al estar encima del césped verde esperanza.

Los clásicos cantares de las cigalas en Japón era lo único que escuchaba en esos momentos.

Es tan gratificante.

Giré mi cabeza hacia la derecha, para observar como un pelirrojo estaba en la misma postura que yo.

Tanjirō...

Le conocí hace tres meses.

Este valiente chico me salvó la vida cuando tres demonios intentaron matarme.

Para agradecerle, decidí que podía hospedarse en mi casa durante el tiempo que quisiese, ya que me confesó que no tenía dónde dormir.

La historia dió un giro de 180 grados, terminando en yo siendo su acompañante y aprendiz en su viaje, debido a que le hablé sobre mi difunta madre, asesinada por un demonio, y mis ganas de poderla vengar.

24 horas con él... Los 7 días a la semana...

Quieras o no, pasar tanto tiempo con una persona puede llegar a despertar sentimientos hacia ella.

Su carácter, su actitud, su forma de ser, su forma de proteger, su empatía...

Todo me parecía perfecto en él.

-(T/N)... Si seguimos aquí, voy a acabar durmiéndome... - dijo el chico mientras bostezaba.

-Tienes razón, pero... Se está genial así... - contesté estirando un poco mis extremidades, volviendo a mi posición inicial.

Volvimos a quedarnos en silencio, dando paso de nuevo al sonido principal, las cigalas.

Pero, esta vez el silencio no duró mucho.

-(T/N). -

Al escuchar mi nombre de nuevo por parte del pelirrojo, volví a voltear mi cabeza hacia su dirección.

Abrí mis ojos con sorpresa al percatarme de la cercanía de nuestras caras.

Tanjirō se había acercado aún más a mi cuando miraba en otra dirección.

Mis mejillas se tornaron a un color carmesí, sus enormes y bonitos ojos eran demasiado para mi.

Antes de que me explotase el corazón, aparté mi mirada rápidamente.

Un gesto inútil, ya que él, gentilmente, posó su mano en mi barbilla, para hacer que volviera a verle directamente a los ojos.

No dije nada, era incapaz. Él solamente se dedicó a observarme mientras que su mano, ahora en mi mejilla, me acariciaba.

-... Me entristece tanto que no podamos vernos de verdad... - dijo él.

Le miré un tanto confusa.

-¿Qué... quieres decir? - pregunté.

-Sé que estás ahí... Al otro lado de la pantalla... - hizo una pausa. - ojalá estar ahí, a tu lado, ahora mismo... Y no poder conformarme con un personaje haciéndose pasar por la verdadera (T/N)...-

Una notable entonación triste se apoderó de su voz, mientras que ahora su mano recogía uno de mis mechones de pelo detrás de la oreja.

No entendía nada.

-De seguro, eres igual de hermosa como aquí... - esbozó una sonrisa.

-Tanjirō... ¿Estás bien? - volví a preguntar preocupada.

-Si, si... Estoy bien... Mejor... Olvídalo. -

Sus palabras para mí no tenían sentido.

¿Le habrá dado demasiado el sol en la cabeza? Al fin y al cabo, llevamos bastante tiempo aquí.

Sacándome de mis pensamientos, él se aventuró y me dió un beso.

No daba crédito, me esperaba todo menos esta situación.

Aunque, por supuesto, no me quejaba.

-Tanjirō... - dije después de ese beso tan dulce, dejando ver mi sonrisa.

-Después de todo, tendré que conformarme con hacerte sentir bien así... - susurró.

No llegué a escuchar lo que dijo.

-¿Qué? - cuestioné de forma curiosa con la intención de que vuelva a repetir sus palabras.

-Nada. - dijo.

Acto seguido, noté como sus brazos rodearon mi cuerpo, llevando mi cabeza a su pecho.

-Solo era que... Te amo. -

Fin.

ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ [ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora