Mi amigo imaginario (T/N y JK) [Terminada]

Capítulo 7

Aquel rayo de luz me empezaba a molestar, provocando que me despertara. ¿Qué había pasado? Durante un momento no entendí nada. Miré a mi alrededor y lo recordé todo. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al recordar todo lo qué presentí anoche. Dirigí mi mirada a la puerta, que se estaba abriendo poco a poco.

Jimin: Oh, ¿ya has despertado? – se acercó a mí con una tazón-. Toma, bebe algo.

Me sorprendí al ver a Jimin ahí. Al parecer llevaba bastante despierto, ya que traía ropa nueva y llevaba el pelo húmedo. Me acomodé mejor en la cama para beber lo que fuera que había en el tazón.

T/N: ¿Bebí mucho alcohol? – soltó una risita-. ¿Qué hora es?

Jimin: Las 7:30 AM

Me quedé inmóvil un momento. Luego lo miré sorprendida. ¡¿Las 7?! Yo siempre me despierto a las 6... un momento... tampoco soñé nada extraño...

Jimin: No te preocupes, todavía nos da tiempo para ir al instituto. T/N... - dijo sorprendido-. ¿Qué le ha pasado a tus manos?

Miré mis manos. ¿Qué?... Tenía moretones en ellas, sin hablar de mis muñecas, que estaban mucho peor. Tenían marcas como si me hubieran agarrado con mucha fuerza... demasiada. Fruncí el ceño al verme aquellas heridas. Jimin me quitó el tazón y lo dejó en la mesita que se encontraba al lado de mi cama.

Jimin: ¿Te duelen? – tomaba mis manos con mucho cuidado, como si en cualquier momento se fueran a romper-.

Negué.

Jimin: Dios... ¿Qué te ha pasado?

T/N: Quizás, he dormido en una mala postura...

Jimin: Hmmm... negó con la cabeza-. Es imposible, yo te vigilé toda la noche, dormiste bien.

T/N: ¿Qué? – alcé mi mirada-. ¿Me vigilaste toda la noche?

Jimin: Bueno, no fue toda la noche, aquí llegamos de madrugada...

T/N: ¿No te has ido a tu casa? ¿Cómo te has cambiado entonces?

Jimin: Namjoon entraba temprano a la universidad, así que le pedí que se pasar por mi casa y que me traiga algo de ropa.

T/N: Pero... ¿por qué te has quedado aquí conmigo?

Jimin: Estaba preocupado, ayer te desmayaste y empezaste a tener fiebre. Por suerte esta mañana ya estabas mejor, así que aproveché y me duché.

T/N: Perdóname... solo he sido una carga, por mi culpa no has dormido nada... - agaché la mirada-.

Jimin: - se sentó en mi cama y elevó mi mentón-. Mírame. No eres una carga. Tú no me pediste que hiciera nada, fui yo el que quiso ayudarte.

T/N: - sonreí levemente-. ¿Por qué te preocupas tanto por mí?

Noté como Jimin se sonrojó mientras bajaba la cabeza.

T/N: Oye... Jimin...

Jimin: T/N... desde el primer día que te vi supe que eras una chica... única... y no me equivoqué.... Físicamente eres hermosa, pero tienes algo que me encanta... Eres distinta a cualquier chica que conozco.

Claro que soy distinta, pero yo no lo tomaría como un alago. No quiero ser así, quiero ser como una persona normal; sin tener que mentir acerca de lo que veo o escucho, sin tener tantos traumas en la cabeza.

T/N: - sonreí-. Gracias Jimin.

Jimin: - sonrió-. Espera aquí – se levantó-.

Vi como Jimin salía de la habitación. Pensé que tardaría más, pero al poco tiempo lo vi como entraba con algo en las manos. Volvió a sentarse en mi cama.

T/N: ¿Qué es eso?

Jimin: Es una pomada, hay que hacerle algo a tus manos, o si no se pondrán peor.

T/N: - negué por un momento-. No es necesario...

Jimin: No seas tonta – se rió y comenzó a untar la pomada-.

T/N...

Cerré los ojos al escuchar esa voz. No, ahora no por favor...

Jimin: ¿Te duele?

T/N: - abrí msi ojos y lo miré-. Oh... s-sí amm... un poco...

Jimin continuó aplicándome la pomada, esta vez con movimientos más lentos y suaves. Al terminar dejó la crema a un lado y me miró.

Jimin: Ammm T/N... ¿Qué sientes por mí?

Lo miré muy sorprendida.

T/N: Pues... Jimin yo... - me puse nerviosa y miré hacia la ventana-.

¡DIOS! ¡Está fuera!

Jimin: ¿T/N? – estaba a punto de mirar él también hacia la ventana-.

Lo besé.

¡NO! ¡¿Qué estoy haciendo?!

Me separé de inmediato. Dirigí nuevamente mi mirada a la ventana. No había nadie.

Jimin: T/N... ¿esa es tu respuesta?

T/N: Ammm... a-algo así...                                                                                                      

Esta vez fue él el que me besó.