Transcurría el segundo día de cuarentena, eché un vistazo a la ventana y observé que las calles estaban vacías, no había nada que hacer en mi casa, la televisión ya me aburría, entonces supe que era el momento perfecto para salir un rato.
Decidí ponerme mi chaqueta, puse mis llaves y mi teléfono en mis bolsillos y abrí la puerta, cuando salí todo estaba tranquilo, las calles solitarias, sentí el aire fresco en mi piel y oí el cantar de las aves, era un día hermoso así que opté por ir a un viejo árbol que estaba a unas cuadras de mi casa.
Entonces la vi, en la esquina de mi calle, tan hermosa... como el más hermoso atardecer, con su chaqueta negra y su peculiar cabello corto. Seguí mi camino hacia el árbol, aunque en todo el camino no la pude sacar de mi mente, ella tenía un rostro tan encantador.
Me acosté un rato bajo aquel árbol y cuando me levanté volví mi rostro hacia ella y está vez tenía una libreta entre sus manos.
Me quedé un rato observándola, perdido completamente por su belleza, preguntándome qué era lo que escribía en su libreta.
I want to meet you
I want to see you
I want to tell you
Hello
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A 1004km De Tí
RandomLa soledad era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande como el tranquilo espacio frío en el que se mueven las estrellas
