S.O.S

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Lucía no puede creer lo que le está pasando

Ella tiene/tenía una cita con el encargado de recursos humanos de uno de los periódicos más conocidos de la ciudad  

Ella es periodista, recién recibida y recién despedida, pero eso no fue su culpa, no, absolutamente no, fue culpa del imbécil que entrevistó 

Y como siempre... hay dos versiones de esa historia 

La versión que contó él fue que solo le había dicho un piropo, halagador, hermoso y acordé a la mujer que tenía en frente quien de repente le dio un golpe de puño provocando que sangrara, mucho, demasiado, litros de sangre por todo el lugar en su desesperación y dolor 

La versión de Lucia.... él se había comportado como un cerdo, desde que ella había entrado a su oficina y presentado como periodista el hombre no había dejado de desvestirla con la mirada, le había invitado una copa de whisky la cual ella rechazo de inmediato con amabilidad aunque para su desgracia él se sentó en la esquina de su propio escritorio y allí fue respondiendo las preguntas, viéndole descaradamente los pechos aún cubiertos por la camisa y recorriendo sus piernas no cubiertas por la falda, definitivamente la entrevista más incómoda que ha hecho. Además de que cuando las preguntas finalmente habían acabado y ella guardo bolígrafo y anotador en su cartera para luego levantarse y darle un saludo rápido él la sujeto de la muñeca y la atrajo bruscamente a su cuerpo pero antes de que pudiera siquiera pronunciar palabra o acercar su asqueroso rostro para besarla...le habían roto el tabique 

Y esa es la versión larga pero fiel de lo que ocurrió... y Lucía fue despedida 

Porque aparentemente no puedes golpear a quien entrevistas, mucho menos si ese hombre es un empresario de cincuenta y ocho años que acaba de donar un millón de dólares para la refacción del hospital infantil que había sufrido severos daños luego del tornado que había azotado la ciudad mes y medio atrás, asunto por el cual ahora todos lo consideraban como el nuevo héroe del país y probablemente todos los niños lo quisieran como su abuelo...o por lo menos eso fue lo que le dijo su jefe antes de despedirla 

Y eso la llevo a este momento...o quizás no completamente 

Eso la llevo a estar desempleada y regresar a vivir con sus padres por no poder pagar las cuotas de su departamento 

Pero ella tiene/tenía una entrevista 

Entrevista para la cual estuvo sumamente nerviosa toda la semana y entrevista que quedaba muy lejos...pero Lucía tiene un hermano

Hermano que le dijo que usara su auto, no, mejor dicho, le dijo que le vendía su auto 

- tu auto?- preguntó Lucy con el ceño fruncido y recorriendo el vehículo con la mirada 

- si! - dijo su hermano con entusiasmo- sabes que yo ya no lo utilizo, solo está juntando polvo aquí y antes de que mamá lo venda a cualquier otro imbécil que no sepa cuidarlo prefiero vendértelo a ti- 

- pero...no estaba mal? No le faltaban partes? No sé las vendiste como repuesto a tu estúpido amigo Nick?- 

- No! El Rayo está bien- dijo su hermano dando dos golpes de palma en el capó del vehículo y sonriendo- además...solo por ser mi hermanita te lo venderé a un bajo precio, dime cuánto tienes?- 

- cuánto tengo? - preguntó Lucía con una ceja levantada 

- si, en el banco o...en tus bolsillos- dijo rápidamente su hermano 

- emm...solo...quinientos?- dijo Lucía sacando el único billete que le quedaba en su billetera 

- vendido! la primera cuota paga- dijo rápidamente su hermano quitándole el billete de la mano y guardándolo mal doblado en su bolsillo trasero del jean 

One Shots VERCYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora