Caminaba en círculos surrando un montón de cosas sin sentido, enredado en un hilo de nervios y pánico, mientras jalaba frenéticamente su alborotado cabello rubio, sus pupilas tenían movimientos constantes, y mostraba levemente entre las comisuras de sus labios sus dientes que templaban sin parar, la única presencia, además de el, era una chica con un despampanante cabello rubio con hermosos rulos que la caracterizaban, unos ojos azules zafiros acompañados de unas largas pestañas, como vestimenta llevaba una blusa de mangas cortas rojiza con cuello holgado y una falda color café oscuro; su nombre es "Bárbara Stevens" alías "Bebe", como todos la llamaban así, excepto el rubio en algunas ocasiones.
El blondo estaba casi por darle una ataque de nervios por los pensamientos incesantes que divagaban por su cabeza en aquel momento. Bebe ya estaba totalmente acostumbrada ala actitud exagerada y paranoica que su mejor amigo tenía, a pesar de ser ya un adolescente de 18 años aun mantenía una parte suya de su forma de ser en su infancia; recordaba los tiempos en que tartamudeaba mucho al hablar y de ser un adicto al café aun si fuese un infante que no se le debe permitir beber cafeína en esa etapa, a sus padres nunca les vino eso ala cabeza, solamente se lo permitieron, el café es su unica adición por sus padres.
Todo a cambiado con el pasar de los años, ha dejado algunos hábitos de lado, su tartamudeo, su paranoia y nervios, todo gracias a los consejos y cuidados que le daba a su mejor amiga, ella solo quería lo mejor para el y una vida mejor alejada del pasado.
Ella estaba sentada en la cama de este mirándolo caminar por el suelo de la habitación de un lado al otro vacilando, sólo suspiro y dijo.
—Tweek, cariño, calmate por favor.—pidio con voz suave y con un semblante preocupado
La rubia le rogaba que se calmará, estos ataques desde hace tiempo no los había presentado, sabía como oprimirlos de la manera más sana posible, en ese lapso simplemente estaba cegado de tanto revoltijo de ideas que habían en su cabeza, no pensaba claramente y ni se tomaba un respiro al sacar tantas conclusiones de su boca.
—Demonios bárbara..¡gah!.
co-cómo quieres que me calme, no viste como me miro al decir que me gustaba su música, ¿a-acaso entendió mal?.—Estaba descontrolado jalando un mechón largo de su cabello evitando descontrolarse más.—Exhaló, dejando ver una sonrisa de lado bajando las cejas—Pero, ¿que tiene de malo que te haya echado el ojo por eso?, al menos no te miro como alas demás chicas de ahí, cielos, nunca pense que ese tipo apesar de tener buena voz y aspecto, su mirada es muy espeluznante, no es de mi gustos querido.—Comento con cierto disgusto en pose diva
—¡Ahg!..., n-no sé pero, tienes mucha razón, esa mirada enserio me perturbo de alguna manera, y sentirla tan fijada ala mía fue algo, extraño, pero no llego a hacer tan mala como parecía...—susurro lo último en sus adentros con extrañeza hacia si mismo por sus palabras.
—En eso estamos de acuerdo. A todo esto, ¿porque decidiste gritar eso si apenas conocemos su música?.—preguntó arqueando una de sus cejas en un gesto de curiosidad.
Al escuchar su pregunta se acercó a donde ella estaba y se posición sentado a su lado, sus ojos parecía emitir brillo a tal pregunta, aunque aun mantenía aquella emanación de nervios; estando a su lado relajo sus hombros, con eso la rubia se sentía más intrigada con su pronta respuesta fijando su mirada curiosa y deseosa de saber hacia lo que el diría.
—Uhm..bueno, me pareció interesante su voz realmente, como manejaba los graves y agudos era impresionante, su tipo de voz aunque es profunda puede llegar a ciertos finos sonidos que se asemejan a sutiles agudos, que son comodos de oír y el sentimiento que le proporciona es su sumamente notable, además me agrada el género de música al que se dedica.—relataba aquello como un experto, su voz era firme y no había error ni vuelcos en su palabras, tambien movía sus manos en parte para la explicación, la actitud que posteriormente mostraba parecía postergarse al instante.
Algunos años atrás estuvo estudiando las artes de la música había puesto mucha atención a todo concepto, todo en concreto, pero también había navegado por el internet para saciar más su curiosidad pero lo dejó al final, aun así sus conocimientos nunca desapareciron ni su curiosidad, lo que fue es que sus motivos decayeron, cosa que a veces bebe no llegó a comprender con exactitud.
—Vaya Tweekie, si que tus años de estudio sirvieron, vaya que te asemejabas a uno de tus maestros del curso.—hablo con asombro dandole con su hombro un leve empujón hacía al hombro del otro, en modo de lo orgullosa que se sentía por el.
—Gracias Bebé.—puso su mano en su nuca con una sonrisa agradecida plasmada en su rostro, junto con las mejillas pálidas en tonalidad rosicler.
—No hay de que, sin embargo.., Tweek aun me preguntó, ¿porqué lo dejaste, especialmente el piano?.—hablo desconcertada con su sonrisa borrada levemente de su rostro, sus ojos se girando hacia el piano de la habitación.
El piano era perteneciente al rubio, estaba lleno de polvo y de algunas telarañas, aquel instrumento guardaba varios memorias y nostálgica, el rubio se quedo callado, aun así las mismas emociones que expresaba la ojos azules eran mutuas.
—Barbara eso, es complicado de explicar, creo que simplemente me aburrió.—su voz sonaba decaída, su rostro mostraba una sonrisa ingenua, la contaría no quedó satisfecha pero lo dejo pasar por esta vez.
—De acuerdo, si tu lo dices.—al igual que el rubio su voz sonó apagaba en ese momento, se sentía mal por el.
El ambiente ahora se sentía melancólico.
En el interior sabía que mentía, era lo mejor para ella, no quería causarle incertidumbre con el pasado, el pasado es el pasado y nada lo podrá cambiar; en eso la señora Tweak entro ala habitación con dos tazas de cafe americano en una bandeja, le ofrecio a su hijo y la amiga de este, ambos tomaron la taza agradeciendo ala mujer por el gesto, la reciente entrante se fue de la habitación despidiéndose de los adolescentes con una linda sonrisa al salir, se dedicaron a tomar la taza con lentitud.
Bebé acabó extrañamente primero su taza, además todo su contenido, normalmente no lo hace ya que el café que sirven los padres de Tweek es algo fuerte para ella, se levantó dejando la taza en un mueble cercano ala cama y dijo que se iría ya, era casi la noche, no quería que su madre le reprochara y pensara mal de ella al estar fuera de casa tan tarde, odiaba el hecho de que todos la llamaran "perra" solamente por su apariencia, además de solo por estar caminando por las calles de noche, pero no la gente era así con ella, contando rumores y cosas que no eran para nada ciertas, eso le molestaba, aun asi hacia todo lo posible por ignorar aquello. Se marcho de habitación y el rubio se despidió de ella, luego de eso fue a asearse antes de irse a acostar, un día en que durmiera temprano no le hacia daño.
Salio del baño un rato después, tenia puesta la ropa que usualmente usaba cuando dormia todas las noches, un short de tela suave café claro y una playera de manga corta color beige con un estampado de una de taza de café, bostezo y camino hacia su cama; se metío entre las sabanas acurrucandose cómodo con las sabanas puestas a nivel de su pecho, su mirada antes de cerrarse se dedicaba solo a mirar al techo.
—¿Porqué la vida están difícil?... de seguro tu la tienes facil con el éxito que tienes.—murmulló lo ultimo en un delgado de hilo de voz con cierta amargura, a lo siguiente cayo en un profundo sueño cerrando sus ojos.
Continuará. . .
Nuevo capitulo, esperó les haya gustado, no tengo mucho que decir hoy así, así que me despido, bye los amo💞💞✨
Si hay algún error o falta ortográfica avisen, para yo corregirlo inmediatamente :')
( Palabras escritas 1359 )
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¡Hey, i love your music! [creek]
FanfictionEl astronauta que vino a este mundo a dar a conocer su voz, si era el, Astronaut. Viajando a lugares fuera de Denver para dejar fluir aquel talento que tanto había pulido con los años y con el que maravillaba a muchos. Aunque solo era el otro yo del...