Capítulo uno: El viaje del comienzo.

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El olor de los pinos en un ambiente húmedo entra por las fosas nasales de una chica recién despierta.

-Ese hoy. -Somnolienta se levanta de su cama mirando un punto fijo en su habitación.

Con sigilosos pasos entró a el cuarto de baño, enjuagandose la cara para despertarse por completo. Su reflejo en el espejo la dejo algo atontada.

-¿Tanto he cambiado en estos últimos años? -Se dijo a si misma mientras se tocaba el rostro.

Sus ambarinos ojos mira fijamente el reflejo de ella.

-¡Arena! -Desde la planta baja se escuchaba el grito de una mujer. -¡Ven a desayunar!

-¡Voy! -Contesto mientras se arreglaba un poco.

Peino su cabello y lo sostuvo con una coleta alta, algunos mechones se le escapaba por lo rizado que son, pero no le importó. Se colocó un short de mezclilla y un polo blanco; bajo las escaleras rápidamente y se sentó en su silla, esperando a que la mujer salga con el desayuno.

-Buenos días, mamá Grays. -Arena sonríe mientras la señora se sienta con ella.

-Buenos dias, hija.

Con un chasquido, Arena hace levitar la comida desde la cocina hasta la mesa donde se encuentra con la mujer. Tan rápido como llegó, empezaron a devorar cada cosa que era comestible.

-Arena, tenemos que hablar de algo. -Grays la mira detenidamente haciendo que Arena deje de comer por un instante. -Hoy es un día importante, no tan solo porque estés cumpliendo dieciséis, sino, es porque hoy vendrán a buscarte de la academia que querías entrar hace años.

-¿Entre?... -La mujer asintió la cabeza confirmándole que si, provocando una sonrisa enorme en Arena. -Entre a Dimitry Eclipse ¡qué emoción! -Un estruendo al lado de la casa se escuchó, Grays y Arena salieron corriendo de la para ver qué sucedió, dándose cuenta que solo se abrio la tierra. -¡Ups!

-Tienes que controlar esa energías, tu poder no es igual al resto, eso ya lo sabes, eres más fuerte de lo que crees, aunque se supone que eres una hechicera. -Dice la señora dudando. -Hasta que no se demuestre lo contrario seguiras siendo una hechicera con experiencia de magos, oculta esos poderes hasta que los necesites. -Asustada por lo que acaba de ocurrir y lo que dira la academia, Arena se da cuenta y le da un abrazo.

-Descuida, por ti, ocultare mis poderes, no quiero que te preocupes ¿Si? -Le da un beso en la mejilla y se separa de ella. -Ire a empacar, se supone que vienen dentro de una hora, se me hará tarde. -Le sonrie dándose cuenta de lo que hizo.

-No me leas la mente, jovencita. -Le dice mientras que Arena corre hasta su habitación.

En dos maletas entraba sus pertenencias, todo lo que cree que es importante para ella.

Se sentó en su ventana mirando el paisaje de los pinos, algunos eran más pequeños que otros, podría ver los pájaros en ellos. Silvo llamando consigo a su leal amigo Hoocky, Una lechuza de plumajes marrones. Llegó a gran velocidad y entró en su jaula como si fuese construmbre; Arena continuamente la cerro y empezó a bajar sus pertenencias.

Dos hombres estaban hablando con Grays en la planta baja. Estaban vestido con una especie de uniforme algo elegante y colorido. Tras notar mi presencia los dos automáticamente sostuvieron mis cosas y se las llevaron a un carruaje conducido por un duende azul de chistoso uniforme.

-Hola hola señorita Arena. -El duende de un salto baja de los dos pegasos grises. -Mi nombre es Ivern, un duende transportador de la academia y seré el encargado de llevarla a ella con mi carruaje. -Dice subiéndose de un salto a sus pegasos.

Los dos hombres tras subir mis cosas desaparecieron en una pantalla de humo. Arena sube al carruaje con miedo, mirando por la ventana de la puerta a Grays.

-Se que te irá bien querida, eres una de lss mejores. -El carruaje empezó a alejarse de la casa, tanto que se perdió entre las nubes.

El cielo desde arriba era más lindo de lo usual. Estábamos en un atardecer de tonalidades rosadas, las nubes parecen algodones de azúcar y las aves están acompañándonos en el cielo.

-¡Señorita! ¡El viaje durará un dia, si gusta, puede descansar! -Ivern mira de reojo esperando que confirme que escuche.

-¡No tengo sueño! -Dijo mirando aún el cielo.

-¡Si gusta hablar con gusto estoy aquí! -El duende la vuelve a mirar de reojo.

-¡Descuide!

Volvió a sus pensamientos, cerro los ojos para sentir la brisa en su rostro. Pero no paso mucho tiempo para empezar a charlar.

-¿Cómo conseguiste la beca? -Ivern la vuelve a mirar mientras ella habría sus ojos.

-Esa es una muy larga historia en realidad. -Arena dice mirando curiosamente.

-Buenos señorita, de aquí a un día soy todo oídos. -Respondio sonriendo.

Tras la llegada del nuevo día, Arena habré sus ojos lentamente, bosteza para volver a mirar en donde se encontraba, la fortuna brilla por ella al ver que estaban llegando a un lugar muy amplio.

-¿Ya despertó señorita? -El duende mira para encontrarse a la chica de ojos ambarinos aún somnolienta. -Bienvenida a la academia Dimitry Eclipse, un lugar bastante amplio, cuenta con el castillo donde aprenderán y vivirán, salones multiculturales y divertidos, también con varios jardines.

Arena mira desde las alturas, ansiosa por aterrizar.

-Sostenganse bien, ya vamos llegar. -Tras Ivern decir eso el carruaje cae rápidamente en picada, los gritos de Arena se escucharon en todo el lugar hasta que sintió que llegaban al suelo. -¿Tas bien? -Ivern dice chistoso mientras mira a Arena patas arriba.

Bajo del carruaje por fin y mágicamente aparecieron los dos hombres que estaban en su hogar, llevaban sus maletas y su amigo a lugar que no conocía.

-Bienvenida querida a Dimitry Eclipse, un lugar de aprendizaje variado y divertido. -La señora mira a Arena desorientada por el viaje. -Mi nombre es Jade Kolhas, directora de esta academia, y tu debes ser Arena Campos, la becada con un puntaje de noventa y tres sobre cien. -Arena mira de reojo a Jade. -Te llevaré a tu habitación.

Y así es como todo empieza para la nueva vida de Arena.

~Hola criaturas, espero que les guste este capítulo, no olviden votar, me sería de ayuda.

Arena (Elementales #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora