||#9||

734 132 6
                                    

Tu eres ese silencio que no me destruye, eres ese silencio que me da tranquilidad-Umbra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tu eres ese silencio que no me destruye, eres ese silencio que me da tranquilidad-Umbra.

Los ojos de todos nuestros compañeros están sobre nosotros, los chicos que estaban hace apenas un minuto dándose golpes sin contemplaciones, llamando la atención de algunos estudiantes y por supuesto también profesores.

Ahora no siento dolor, pero sé que no será así luego de que la adrenalina, que aún no abandona mi cuerpo, lo haga. Es la primera vez que me agarro a golpes con alguien de esta institución, mis dos años de conducta perfecta se han ido al carajo, todo gracias a que no pude evitar meterme con el idiota de McCain, o que quizas no quise evitarlo.

-Los quiero a ambos en dirección, ahora. -Es lo que ruge el profesor con notable enojo-. No puedo creerlo, parecen más animales que humanos.

Uno de mis compañero me libera y el otro que sostiene a Sasha también lo hace. El pelinegro pasa junto a mi dándome un empujón con su hombro, me quedo quieto, lo mejor es evitar más problemas.

-Eso ha sido de locos, Hugh, eres el primero de este curso que le hace frente a Sasha, sí que tienes las pelotas bien puestas. -comenta el chico que me sostenía antes.

Ignoro a todos y salgo del curso, seguro ahora los rumores sobre nuestra pelea se van a extender por toda la institución. Eso va a ser un fastidio.

***

Estamos castigados, el directo nos ha dado un castigo bastante leve por ello es que no puedo quejarme, lo único malo de la sanción es que tendré que hacerla junto al idiota de McCain.

Es la hora del almuerzo, por lo tanto debería estar en la cafetería, pero no, me encuentro en el curso intentando pegarme una jodida bendita en la frente, por suerte es el único rasguño que tengo, claro que mi labio sufrió un poco, pero nada relevante, por suerte soy bueno esquivando puñetazos, aunque admito que el pelinegro no es malo dando golpes potentes. Seguro tengo moretones por todo el cuerpo.

Giro mi rostro cuando escucho la puerta del curso abrirse. No quito mis ojos de la rubia que no tarda en llegar hasta mi, quedando enfrentada conmigo, ella tiene una mirada bastante preocupada, eso me hace dedicarle una sonrisa suave.

-¿Estás bien?-Es lo primero que pregunta llevando una de sus manos a mi mejilla, revisando cada centímetro de mi rostro-. Dios, Hugh, ¿Cómo se te ocurre meterte con ese tonto? mira como te dejo el labio, y tu frente, es una bestia...

Hace silencio cuando tomo su muñeca y la alejo de mi rostro, pues no deseo que se preocupe por mí, los golpes no son nada comparados con los que le propicie a ese idiota.

-Vamos a la enfermería, ¿te duele algo más? Vine corriendo cuando me enteré, ¿seguro estás bien?

Niego riendo al tiempo que saco mi móvil para enviarle unos mensajes ya que tengo su contacto.

Solange:

«No te preocupes, estoy bien. No siento dolor en mi cuerpo, solo el rostro me duele un poco.»

-Okay, pero déjame ayudarte a poner esa bendita al menos y promete que me dirás si te siente mal o adolorido en otros lugares.

Ella no espera a que le de una respuesta, simplemente toma la curita y con agilidad me la coloca en la frente, mas no me espero que en esa acción ambos terminemos tan cerca el uno del otro. Sus manos en mis hombros y su respiración muy cerca de mi boca, por alguna razón mis ojos caen en sus labios rellenos y rosas. Por alguna razón mis manos se aferran a su cintura y la apegan completamente a mi cuerpo y por alguna razón termino besándola con ganas, con deseo.

No debiste hacerlo, Hugh. No está bien, lo sabes.

Umbrablack.

La voz que no se escucha.© ✔️Book #1 [Saga Voz] LGBT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora