CAPÍTULO 3

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Jo llegó unos minutos más tarde.

-Hola_______!- dijo saludandome- Te vez muy bien- Me sonrojé.

-Hola Joaquín, Gracias- sonreí.

El sí que se veía bien, llevaba una chaqueta de cuero negra, con una remera sin estampados blanca y unos jeans negros, wow.

Me subí a su coche negro, no se muy bien que modelo es :s y me preguntó:

- ¿Que le compraste a Sam?

-Un libro, ¿tú?

- Una joya.

-Ah que guay- cerré.

Después de 20 minutos de camino, llegamos al club, había demasiado congestionamiento en las calles, puesto que era la hora pico de un Viernes.

Joaquín aparcó el auto no muy cerca de la entrada, ya que había demasiados coches cerca. Bajó del coche y se dio para abrirme, aw que mono :3

-Pase señorita- dijo haciendo un gesto con la mano como lo hacen los mayordomos con las princesas.

-Gracias buen hombre.- contesté riendo.

Caminamos hasta la entrada y nos pidieron identificaciones, las mostramos y pasamos.

La música estaba muy fuerte y el olor a alcohol llegó a mis fosas nasales.

Entramos y encontramos a todos en una mesa en la zona VIP, habían como 10 personas sentadas que no conocía, salvo Mía, Rodrigo, Violetta (prima de Sam) y el hermano de Sam, Bruno.

Sam nos vio y me sonrió.

-¡Felíz cumpleaños Sam!- dije entregándole su regalo.

-Gracias________!- me abrazó.

Después Joaquín saludó e hizo lo mismo que yo.

Nos dimos vuelta a saludar a los que sí conocíamos y Sam nos presentó a los que no, las tías tenían cara de que eran majas y los únicos cuatro tíos, que eran borde.

Uno de ellos era el novio de Sam, Roberto.

-Un gusto- y le di dos besos a Roberto.

-Igual- sonrió forzadamente el chaval. Bah :c

-Llevamos saliendo 3 meses- dijo orgullosa Sam, ¿quién le ha preguntado?

-Felicidades.- dije son mi sonrisa falsa.

El tío me dio su mirada de desprecio.

Pasados algunos minutos hablando con las tías majas, quería bailar.

-¿Quieres ir a bailar Jo?- grité.

-Vale.- bufo Joaquín.

Lo tomé de la mano y caminamos hasta la pista abriéndonos paso entre la multitud.

Mientras bailaba con Jo, soltó:

- Parece que no le caes muy bien al novio de Sam- dijo Jo dirigiendo la mirada hacia donde estaba el tío.

-Me da igual- reí.

Terminó la canción y Joaquín y Roberto fueron a la barra a por bebidas.

Fuí a platicar con Sam y los tíos borde, eran un poco majos.

Abrieron los regalos y llegaron Jo y Roberto con el alcohol. Joaquín me dio una margarita de menta.

Llegó el regalo de Roberto y fue un enorme ramo de rosas blancas y  rosas que llevó un guardia del lugar.

-Para mi hermosa princesa.- dijo besando a Samantha.

-Que presumido- pensé para mi misma.

[...]

Comenzaron a irse los amigos de la cumpleañera, pero casi todos terminaron ebrios, salvo yo, Jo y Roberto.

Platiqué la mayoría del tiempo con Roberto y Jo; Roberto era más agradable de lo que pensaba, pero era egocéntrico y superficial, aunque no niego que era muy atractivo.

Sus ojos eran azul con café, su cabello era rubio y alborotado, su camisa de vestir dejaba ver sus pectorales 7u7, y pues como digo que no, si le vi el trasero, era igual de alto que Jo.

Sus manos eran muy suaves y sus labios... Esos labios eran lindos.

Cuando me hacía preguntas y me miraba a los ojos esperando respuesta, mis mejillas se tornaban rosadas.

Tiene 23 años y estudiaba medicina.

-Qué intelectual- pensaba.

Pasadas algunas horas platicando con los chavales, Jo notó mi atracción hacia Roberto y se puso celoso.

-Creo que ya es hora de irnos.- dijo cortante.

Me miró a los ojos y yo me derretí un poquito. -Esta bien- contesté todavía cautivada.

Nos despedimos de todos y nos fuimos a donde el auto, aún el club estaba atiborrado de gente.

Al subir al coche, Jo estaba un poco enojado conmigo.

-¿Por qué tus pucheros de crío?- reí.

Volteó y me fulminó con la mirada, -¿Por que crees?- bufó.

-Ay perdón, pero no se porqué- me hice la inocente.

-Ese tal Roberto te trae loca- dijo borde.

-No es cierto- contesté- Bueno, un poco; pero otra persona me atrae más.- Sonreí alzando mis cejas pícaramente.

Jo se puso como tomate y le di un beso en la mejilla- Supongo que cuenta como disculpa.- dije.

Jo soltó una carcajada y me miró. - Vale, vale, solo cállate.- soltó.

Todo el camino fue en silencio, pero de los silencios que no son incómodos.

Al llegar a mi piso, Jo me acompañó hasta el recibidor.

-¿Quieres subir?- pregunté buscando mis llaves en la cartera plateada.

-No gracias, me tengo que ir.- contestó.

-Vale.- dije triste.

Nos despedimos de un beso en la mejilla y entré al elevador.


Me enamoré de una fan [Rubius y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora