—Quiero salir...—pedí nuevamente mientras me acercaba a mi creador en busca de una respuesta afirmativa.
—Ya te he dicho mil veces que no, no puedo dejarte salir.—dijo mientras se daba la vuelta para poder verme.-Se podría crear un caos si permito que salgas al mundo extetior.
Dejé escapar un suspiro y bajé la mirada asintiendo, era el mismo sermón de siempre, debía esperarmelo, nunca iba a salir de esa casa, yo era un simple experimento el cual nunca iba a tener una vida.
Él tomó mi mejilla con delicadeza, siempre hacía eso, yo sabía que era para no hacerme sentir como lo que era: nada, él estaba fingiendo que yo tenía importancia, pero ahora que me creo y sabe como crearme yo no soy relevante, si desaparezco él me remplazaría tan pronto como pudiera.
—Entiendo...—murmuré resignado y alejé su mano para darme la vuelta.
Observé el pasillo, a sentía que se encogía a mi alrededor conforme avanzaba, el ambiente se volvía pesado y sentía que estaba quedando atrapado, abrí la puerta del laboratorio observando la inmensa y profunda oscuridad del lugar, caminé con cuidado de no mover ni tocar nada, el frío del lugar era demasiado, no estaba correctamente acondicionado. Nuevamente suspire y entré en la maquina donde dormía, esta monitoreaba todo lo que hacía mi interior, trataba de ver que tan identico podría llegar a ser a un humano real.
Cerré mis ojos y cuando menos me di cuenta caí dormido.
( • • • )
El joven de gafas caminaba por el campus de la universidad observando uno de sus libros, sus compañeros lo pasaban de largo, observándolo un instante y luego ignorándolo, simplemente a nadie le importaba nadie, nadie era relevante para nadie.
Cerró su libro dejando escapar un suspiro y se acercó a un árbol para poder sentarse y estudiar para su próxima clase, dejó a un lado suyo el montón de libros que cargaba junto con su tableta desde la cual monitoriaba los movimientos de su clon, esto con el fin de que no se escapara pues no podía arriesgarse a algo tan grave.
Tomó nuevamente el libro que con anterioridad se encontraba leyendo y comenzó a estudiarlo, ya lo había hecho anteriormente pero no tenía nada más interesqnte que hacer, es decir, no tenía amigos pues ninguno de los chicos, los cuales eran mucho mayores que él, deseaban estar a su lado, lo tomaban por alguien arrogante pues aunque Kaleb no lo notara solía presumir mucho de lo que había logrado, de una manera hartante.
—No creo que debas acercartele...
Escuchó a alguien murmurar, que por la claridad de su voz dedujo que se encontraba a unos pasos de él, tal vez hasta delante, pero no tenía pensado levantar su vista.
—Oh vamos, es solo un niño, nunca habla con nadie, debe querer hacer ub amigo.
Apretó con algo de fuerza su libro al escuchar aquella voz, sintió su corazón acelerarse y comenzó a ponerse nervioso, evitó levantar su vista, simplemente era imposible que ese chico en específico se animara a acercarsele.
—Como quieras.
Luego de eso escuchó el sonido de los pasos de alguien los cuales comenzaba a alejarse para que a los segundos este sonido fuese remplazado por el crugir del césped al ser pisado.
—Hola.—escuchó una voz con claridad, estaba delante suyo, su vista periferica lo detectaba.
Parpadeó un par de veces y cerró su libro con cuidado para levantar la mirada, y delante de suyo estaba él, el chico que le llevaba por cuatro años, el chico del cual se enamoró al instante que lo vio en su clase de fisicoquímica.
—Uhm, hola.—le regresó el saludo.
Acomodó sus gafas pues al mantener su cabeza hacia abajo mientras leía estas se habían bajado casi hasta la punta de su nariz.
—Tú eres Kaleb, ¿cierto?—preguntó mientras tomaba asiento delante del chico.
—Sí, soy yo.—respondió y a su vez evitaba el contacto visual.
—Me llamo Xander, vamos en la misma clase de fisicoquímica.—comentó acomodando sus piernas para quedar sentado al estilo indio.
—Oh sí, te he visto en la clase.—dijo Kaleb tratando de sonar natural.—Si no me equivoco te sientas atrás de mí, ¿cierto?
—Casi atrás en realidad, una vez te pedí una pluma para hacer mis apuntes, creo que nunca te la devolví.—comentó soltando una risa.
Kaleb rió de igual forma aunque no entendió lo gracioso, ¿era un chiste?, él nunca los entendió bien.
—Sí, no importa de todas maneras.—dijo alzándose de hombros.
En ese momento su tablet comenzó a vibrar de manera intensa llamando la atención de ambos chicos al hacerlo. Parpadeó un par de veces saliendo de su trance y tomó la tablet revisando lo que sucedía, ¿por qué el aparato comenzó a actuar de esa forma?
—Oh, carajo.—maldijó en voz baja mientras presionaba la pantalla del aparato haciendo que este dejara de vibrar.
—¿Sucede algo?—preguntó Xander levantando una ceja con confusión.
—No, nada, es solo que...—hizo una larga pausa y dejó el.aparato de lado.—Uno de mis experimentos se salió de control.
—¿Experimentos?—cuestionó con curiosidad.
—Ah, sí, estoy trabajando en algunos experimentos.—comentó mientras acomodaba su cabello un poco.
—¿En serio?, wow, debes de esforzarte mucho para hacerlos, ¿cierto?
—Pues... Sí, me han costado horas de sueño y eso, pero valen la pena.—se alzó de hombros restándole importancia.
—Wow, ¿y qué experimentos has hecho?, bueno, si quieres contarme claro.
Kaleb le dirigió la mirada a Xander y sonrió.
—¿Qué te parece si vas a mi casa uno de estos días?, podría mostrartelos, es que son algo complicados de explicar.—rascó su nuca con nerviosismo.
—¿En serio?, ¡me parece genial!—sonrió ampliamente.
Continuaron hablando un rato, acordaron día y hora, sin duds ese era el mejor día para Kaleb.
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Identidad.
Romance¿Qué se hace cuando no sabes qué eres?, o mejor dicho, ¿qué se hace cuando no sabes quien eres? Soy el experimento 32-KB-18, soy un clon creado por Kaleb Banner, un chico de 15 años el cual ha hecho grandes avances en la ciencia por lo visto, que co...